-¿dónde están tus alas? -
Preguntó el pequeño niño
pelinegro a la sombra en el espejo
.
-Solía tener alas. -
Dijo Eurdo.
- Lo sé... Se miraban pesadas. -
Dijo tocando el espejo.
-lo eran. Podría decirse...
que eran lo más preciado que tenía.
-¿qué les pasó? -
-decidí tocarte-.
-Eurdo. -
El líder de los demonios incubos miraba todo con extrañeza.
Era de esperarse. Lo traje aquí sin ningún aviso.
Me miró. O lo intentó. Yo estaba oculto entre la penumbra de lo más oscuro del Yhaharaurjji.
Su expresión fue un poema. El más cruel y despiadado de todos.
-harenjjundi- le demandé.
El de inmediato se incó desde su lugar.
-escuché que has sido condenado por un simple humano. - dije con desprecio.
Eurdo me miró. Con terror en la mirada.
-N-no fue así, no pude evitarlo.- me dijo temblando sobre sus rodillas.
-Sabes las reglas. Los demonios no deben perdonar.
Los demonios no deben
tener piedad
Y los demonios no deben amar.- recité levantándome de mi lugar, caminando hacia el.
-ya habías tenido una sanción Eurdo. Te quité lo que más adorabas. Pareces no entender. -
Eurdo intentaba pensar en alguna escusa. Pero era simplemente inutil
-Los demonios pueden amar si, pero entonces,
ya no serán demonios.
No en mi infierno. -
El pequeño demonio me miró.
Al parecer ya no tenía miedo de perder su puesto.
Por que claro. Ahora su prioridad ya no era liderar, si no aquel humano de ojos cafés y vida miserable.
Eurdo estaba sumamente condenado
-¿Sabes? Has sido una criatura ejemplar. - le dije. - no debería tenerte piedad, es más, no la tendré. Sólo te daré una pequeña compensación por tu gran desempeño. -
Le tomé de los cabellos haciendo que me mire. - el humano no puede ser tu bruja. -
El demonio de ojos amatistas me miró con confusión.
- Si lo traes aquí, o sigues con él. Se desvanecerá. Será polvo. - explicó. - realmente no es cosa mía, pasaría por que... El no es un humano común eurdo. Es un ángel desterrado. Un ángel que cayó por tu causa y lo sabes bien. No podría simplemente ser la bruja de un demonio de tu posición-
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Demon's Witch.
HorrorSi juegas con fuego... Amarás arder en el infierno. ¿Era así? -¿Cómo es el infierno? - había preguntado el mortal. -Es... inefable. Si estuvieras allí, comprenderias que la gente no le teme lo suficiente- el demonio había respondido. 16 de abril...
