B R E A T H-Jasper Hale

●18●

Clare había despertado de buen ánimo, vio el reloj de la habitación que indicaban que era alrededor de las once de la mañana. Anoche había podido consiliar el sueño al rededor de las tres de la madrugada en dónde Zachary estuvo a su lado en todo momento, incluso había tenido que poner un documental de esos que tenían imágenes y sonidos relajantes para inducir a la pequeña mortal en un sueño.

Pudo oír susurros, por lo que con la mirada busco de dónde venía y era Zachary quién la miró de reojo percatándose que había despertado.

— De acuerdo. Nos vemos, te amo— dijo antes de colgar— Buenos días, Bambi— saludo el azabache con una sonrisa reluciente.

— Hola, ¿qué tal va todo?— preguntó con su voz ligeramente ronca.

— Bueno, tengo buenas y malas noticias— se acercó y se sentó en la silla que estaba a un lado. Clare lo miró expectante— James ya no existe, lograron destruirlo.

— ¿De verdad?— preguntó sin poder creerlo incorporándose en la cama cómo un resorte.

— Si, pero...Pudo alcanzar a Bella, le tendió una trampa y ella fue sola. La mordió, pero Edward pudo sacar el veneno. Se lastimó, pero nada de gravedad.

Clare hizo una mueca de lástima, pero estaba contenta de que Bella y ella ya no corrían peligro de ser asesinadas por ese vampiro sádico de James.

— Y ahora la mala— la castaña rojiza lo miró pensando si es que era una broma, creía que lo que le había sucedido a Bella era la noticia mala:— Si, son dos malas noticias— explicó al ver la cara de la humana— Jasper viene hacía acá y digamos que tú aún estás aquí.

— Está bien— dijo soltando un suspiro— Yo hablaré con él.

— Edward se quedará en Phoenix con Bella, está hospitalizada. Los demás llegarán en unas horas.

Clare asintió y se dirigió al baño personal que tenía el la habitación para meterse y quitarse la bata que tenía puesta. Se dió una rápida ducha para quitarse el sudor y lavar bien su cabello. Se colocó de nuevo su bata ya sintiéndose más limpia.

Jasper sabría de su mentira y estaba nerviosa, no quería que la odiara aún cuándo estuvo al borde de la muerte. Rezó para que pudiera entender y comprender que jamás tuvo malas intenciones, sólo quería lo mejor para todos.

A las dos de la tarde le llevaron su almuerzo, el cuál Zachary tuvo que insistir que comiera ya que había perdido el apetito por los nervios.

— ¿Cuánto se quedará Bella allá?— preguntó tomando una cucharada de sopa.

— Tiene una pierna rota, por lo que creó que una semana, tal vez— el azabache estaba aburrido cambiando los canales de televisión.

Clare asintió, tomando un sorbo de jugo de manzana.