《Y cuando el demonio se convierte en tu salvador, te das cuenta que estuviste con el ángel en todo momento...》
Saga Breath:
• Y O U- Crepúsculo.
•M E- Luna Nueva.
•T H E Y- Eclipse.
•U S P.1- Amanecer part. 1 (EN CURSO)
•U S P.2- Amanecer part. 2 (P...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Zachary y Alice fueron a dejar a Clare a su casa, no hablaron mucho, incluso la chica de cabello corto no sabía que decir en su momento. Sólo podía mirar hacía atrás y sonreírle tratando de darle fuerzas a la pequeña mortal.
No había visto a Jasper, no había podido hablar con él y era lo único que deseaba en esos momentos.
Saber si estaba bien. Tenerlo enfrente y darle un abrazo haciéndole sentir que no había peligro.
— Gracias. Adiós— les dijo a los chicos y sonrió ligeramente a Zachary quién se había bajado para abrir su puerta.
— Que estes bien, Clare— se despidió con una sonrisa Alice, mirando ligeramente apenada a la chica ya que se veía aun ligeramente decaída después de lo sucedido.
— Estará bien— el azabache la miró fijamente con su comisura ligeramente elevada.
Clare hizo el intento de sonreír, pero sólo pudo hacer aparecer una pequeña mueca. Se giró hacía su casa, dándole la espalda a ambos y entrando rápidamente.
— Oye, ¿qué tal te fue?— preguntó su padre quién levantaba los platos junto con su madre de la mesa.
— Estuvo divertido— mintió sin mirarlos y corriendo hacía las escaleras—. Tengo sueño ¡Los amo!— exclamó mientras subía.
No quería dar explicaciones del porqué sus ojos estaban ligeramente llorosos, por lo que decidió evadirlos rápidamente.
Cuándo llegó a su habitación, cerró con seguro la puerta y se quitó rápidamente el vestido. Se colocó la camisa de su padre y se recostó sobre su cama con la vista fija en el cielo.
Jasper. Aún recordaba como el rubio, en su estado sin control, había intentado atacarla cuándo quiso acercarse. Esos ojos negros, sin pupila y llenos de salvajismo era algo que llegó a estremecerla.
Sabía que no era culpa de nadie, ni de su torpe amiga Bella quién era un imán para los problemas. No era culpa de Jasper tampoco, quién seguía su lucha día a día por controlar su sed de sangre humana.
Cerró sus ojos imaginando inconscientemente al Jasper que debió ser antes de llegar a los Cullen. Su cabello desordenado, ropa antigua y esos pavoroso ojos negros. Recordando un antiguo sueño que había tenido.
María.
Un odio excesivo comenzó a crecer en ella al recordar que ella había sido la causa del comportamiento de Jasper, ella lo había convertido en un ser sin control. Pero lo que más odiaba de ella, era que había hecho que sintiera culpa de sus actos cuándo solo había sido un peón de esa despreciable vampira. No sabía quién era, ni como se vea. Solo sabía que aún en su estado de humana intentaria clavarle una estaca en su pecho si tuviera oportunidad, obviamente no la mataría pero la satisfacción que sentiría no se comparaba con nada.