B R E A T H-Jasper Hale

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El olor a tierra húmeda, el latido de Bella en la casa, el viento que hacía protestar a los árboles.

Clare abrió sus ojos tras haber pasado más de una hora concentrada en calmar su hambre. No había cazado en mucho tiempo y por primera vez su sed estaba llevándola a la tentación. Empujándola a su límite poco a poco.

Su energía se agotaba más rápido que antes, entre usar su don para curar a Bella y hacer que dejara de sentir el constante dolor de su embarazo consumía todo su combustible, como Carlisle le había explicado. Fue un milagro que la sangre la haya ayudado, Bella se veía incluso más fuerte lo que le daba un pequeño respiro a la fuerza que hacía Clare para mantenerla estable.

—¿Estás bien?

Jasper apareció detrás de ella rodeando su cintura y dejando un beso en su hombro que hizo que Clare sonriera ligeramente.

—Es increíble la sed que siento en estos momentos— murmuró aún impresionada—. No sé cómo tú te podías controlar.

—No podía, cuando Alice me dijo que llegarías pase toda una semana cazando ciervos, osos y pumas. Los que fueran para mantenerme llenó, pero no importaba cuanto de ellos bebiera, siempre quería ir por ti.

Clare sonrió comprensiva, no sabía la presión que significaba tener una tua. Alguien que te hiciera enloquecer con su sangre.

—Fue difícil, ¿no?

—Era sumamente difícil no comerme a mi futura compañera, porque de haber sido solamente mi tua no creo haber tenido la fuerza de voluntad para no beber tu sangre— contó con sinceridad Jasper a su esposa quien giró sobre sus talones para verlo, teniendo su cuerpo prisionero con el suyo.

Clare acuno su rostro entre sus manos atrayéndolo a su rostro. Jasper sé inclinó cumpliendo con su petición corporal y ella se apoyó en la punta de sus pies para unir sus labios en un beso deseoso y tierno a su vez.

El hambre por sangre no era la única hambre que existía en ambos, por la situación y que todos estaban en casa no tenían la privacidad que una pareja requería tener. Pero los besos deseosos siempre estaban presentes y eran capaz de bajar los niveles del uno y del otro.

Clare aún con el rostro de Jasper entre sus manos repartió dulces besos por sus mejillas y mentón haciendo sonreír al rubio enternecido por la muestra de afecto de su esposa.

—Iré con Bella.

Jasper asintió y la dejó ir, pero antes de que esta ingresara a la casa la detuvo soltando una risita que fue lo suficiente para llamar su atención.

—¿Sabes, Clare? Resulta que tengo otra motivación para salir ilesos de esto.

—¿Así?— lo miró curiosa ladeando su cabeza—¿Cuál?

Jasper sonrió de medio lado apoyándose en el balcón con su mirada fija en ella y cruzando sus brazos sobre su pecho con un aire lúgubre que Clare no tardo de notar.