B R E A T H-Jasper Hale

■13■

Al día siguiente Edward había citado en la mañana a Clare en el bosque, mientras Bella desayunaba con Charlie y pasaban tiempo de padre e hija.

La castaña rojiza sabía que sería sobre su nuevo entrenamiento pero no físico, sino que de sus poderes.

Una vez que llegó al punto dónde sintió la esencia de Edward y Zachary estos comenzaron a contarle sobre sus propios dones y el como ellos los hacían funcionar. Era como la parte teórica, ahora se venía la técnica en dónde ambos usarían su don en ella.

— Veo que sufres talasofobia y megalofobia— dijo el azabache mirando directamente a sus ojos peculiares.

— Zach conoce el nombre de todas las fobias del mundo, ya sabes, su trabajo en sí consiste en eso— comentó Edward más alejado de ambos.

— Será un miedo leve.

— Por favor, no me hagas...— no pudo terminar de hablar cuando sintió que su entorno había cambiado de una sacudida que la hizo tambalearse un poco.

Miró a su alrededor confundida notando que todo estaba oscuro, no había luz o algún sonido. Nisiquiera podía mirar sus manos por la escases de luz, excepto cuando después de unos segundos sintió un peso a su alrededor, algo húmedo la comenzaba a rodear. En un pestañeo su entorno cambió, soltó un jadeo al sentir que flotaba notando que a su alrededor un azul de distintos degradados la envolvía. Pareciera que estuviera a kilómetros bajó el mar, una sensación de terror la invadió comenzando a dar vueltas y moviendo sus manos y pies con desesperación.

— Talasofobia— escuchó como un eco lejano, busco a su alrededor pero solo podía notar el mar oscuro a su alrededor, no quieso mirar hacía a bajo en ningún momento—. Miedo al mar, pero en realidad no es al mar a lo que temes. Es a lo que crees que hay en las profundidades de este— era la voz de Zachary. Quiso gritar, pero solo unas burbujas salieron de su boca.

Sentía ganas de gritar del miedo, incluso al azabache quería gritarle cosas para nada agradables en ese momento por estar haciéndole ver esto.
Lucho por subir a la superficie, pero con cada brazada que ejercía sentía que se hundía más y más, por lo que se dio por vencida mirando a su alrededor. El cabello en ocasiones se le iba a los ojos cuando volteaba rápidamente mirando a su alrededor con nerviosismo, en busca de alguna salida o esperando que algo aparecieran y la atacará.

— Megalofobia— sus ojos se abrieron enormemente al oír esas palabras—. Miedo a cosas excesivamente grandes, es por eso tu miedo a un ser prehistórico como el megalodon— algo se estaba moviendo debajo de ella, lo pudo notar por la corriente mariana que se había formado en sus pies.

Lentamente y temerosa bajó su vista, su cuerpo tembló y sintió como en su estómago se formaban un enorme vacío. Quedo petrificada en su lugar al ver una enorme mancha de color grisácea oscura, pudo comprara que era un punto al lado de semejante pez monstruoso. Dejado de ella estaba uno de sus miedos más grandes, un maldito megalodon de mas de cincuenta metros de largo y veinte de ancho, y este pasaba lentamente por debajo de ella.