INSTINTO (Keanu Reeves)

Capítulo 25

Narra Violet

-No, no entiendes-lo miré confundida- no podemos ser amigos porque, porque tu me gustas- me congelé ante esas palabras

Justamente cuando ya me había decidido a aceptar que nunca seríamos nada, otra maldita puerta se abre.

-¿Qué se supone que deba hacer con esa confesión?- me miró fijamente- ¿Que te lo diga de vuelta y así puedas decir que lo nuestro nunca podrá ser porque tienes miedo en que dirá papá? Ya hemos pasado por esto Keanu, ¿qué es lo que en verdad quieres?

-Quiero ser feliz- lo miré aún más confundida- por primera vez quiero elegir mi felicidad- posó su fría mano en mi mejilla- y estando contigo me siento muy feliz

-Hazlo en ese caso

Sin pensarlo más di el primer paso y me abalancé sobre él uniéndonos en un profundo beso, bajó sus grandes manos hasta llegar a mi cintura, tanto el como yo podíamos sentir que el agua fría se comenzaba a sentir caliente, cada vez el beso se iba tornando más y más profundo, nuestro pecho subía y bajaba en sincronía, nunca antes me había sentido de esa forma besando a un hombre. Por falta de aire nos separamos.

-Quisiera tomarte de la mano y decirle a todo el mundo que tengo a la mujer más hermosa a mi lado- confiesa con una voz profunda

-No tienes porqué hacerlo- le respondí dando un corto beso

-Pero, ¿no te sentirías mal que nadie supiera de lo nuestro?- lo miré fijamente a los ojos

-Yo no te voy a exigir que nos casemos y tengamos 10 hijos, ni que me presentes ante la prensa o que me lleves de la mano a todas las premieres y fiestas lujosas, yo no quiero ni tu dinero ni fama, yo solo te quiero a ti, en cuerpo, alma y espíritu, no tus pertenencias- su semblante cambió con lo que dije, su rostro se veía tan relajado, de verdad estaba enamorada de ese hombre, me parecía increíble lo que estaba sucediendo

-Soy un hombre Violet, y si voy a estar contigo, vamos hacer las cosas bien- replicó

-No quiero que te presiones- le dije tomando su mano- cuando estemos listos, hablaremos con papá, y lo demás vendrá después, por ahora- hice una pausa- mantengámoslos así, los secretos son aún más emocionantes- dije en tono juguetón

-No me sentía tan vivo en mucho tiempo- soltó con un brillo en los ojos- de verdad me gustas mucho, disculpa si soy algo torpe, no soy bueno en estas cosas

-En tonses te diré que hacer, tu me vas a preguntar si quiero salir contigo y yo voy a aceptar- dije sonriendo juguetonamente

-Señorita Stahelski, me haría el honor de salir conmigo- se veía tan guapo con el cabello húmedo y desordenado que simplemente me volví a abalanzar sobre él robándole otro beso- lo tomaré como un sí

No dijimos más y continuamos besándonos como si no hubiera un mañana, cada vez el beso iba subiendo más de tono, no se si era el poco alcohol que llevaba aún en la sangre, o la fresca brisa de la noche estrellada, pero nos estábamos entregando en cuerpo y alma en ese momento, mis instintos más bajos poco a poco se iban apoderando más de mi; lentamente sentía que las manos del castaño bajaban tímidamente por toda mi húmeda espalda, sentía que quería sobrepasar la delgada línea entre la tela y mi piel, pero no se animaba, las manos le temblaban, por lo que de nuevo di el primer paso y quité rápidamente su playera, podía ver en su rostro cierto rastro de inseguridad, pero tampoco le veía muchas intenciones de detener lo que estaba a punto de pasar, y su mismo deseo lo delataba, pues podía sentir que se iba endureciendo cada vez más, y aquello me volvía loca. Pasé mis manos sobre sus no muy marcado pectorales, su torso no es muy musculoso, pero esta bien hecho, justo como me gusta, pude sentir como su piel se erizaba cada vez más al tacto. De nuevo, algo titubeante se acercó más a mi devorando mis labios, animándose un poco más metió sus mojadas manos debajo de mi blusa subiendo y bajándolas por mi espalda, al sentir que estorbaba me la quité igualmente quedando a la par. Sentía aún su nerviosismo por lo que tomé su mano lentamente y la posé sobre mis pechos para hacerle saber que estaba bien, poco a poco fue tomando más confianza por lo que comenzó a masajearlos mientras nos uníamos en otro apasionado beso. Poco a poco todo rastro de pudor iba desapareciendo; bajó sus manos hasta llegar a mi trasero apretándolo sutilmente, por instinto me impulsé rodeando mis piernas sobre su cadera, uniendo así nuestra área más sensible, podía sentir que iba a explotar en cualquier momento, esa sensación envió electricidad por todo el cuerpo haciendo que mi piel se erizara.

-¿Estás segura de esto?- soltó con su profunda voz agitada, sonaba tan sexy

-Nunca había estado tan segura de algo en mi vida- respondí sin más

-Nunca lo he hecho en el agua- incluso en una situación así no se escapa de su humor agrio, me encanta

-Ni yo, tendremos que experimentar

Pasé mis labios por el lóbulo de su oreja, bajando por su cuello, lamiéndolo suavemente sin dejar ninguna marca, podía sentir su cuerpo añejo temblar bajo el mío, dejando escapar leves gruñidos, lo cual me hacían sentir más calientes por dentro, necesitaba tenerlo dentro de mi con urgencia. De pronto sentí que ya se estaba preparando para introducirlo cuando se detuvo, por lo que me sorprendí.

-Si te lastimo házmelo saber- dijo preocupado

-Yo...- no sabía si confesarlo a esta altura- no soy virgen- me miró un poco desconcertado, estaba preocupada- ¿te molesta?- pregunté desanimada. El solo me miró de vuelta a los ojos y me dió otro corto beso en los labios y sonrió

-Será más sencillo en ese caso- sentí un alivio por dentro

Sin más lo fue introduciendo lentamente, no lo vi, pero pude sentir que era mucho mejor que el tamaño promedio, finalmente nos fusionamos como uno solo, nuestros cuerpos emitían un calor que solamente nosotros podíamos aliviar, me sentía en el cielo. Entraba y salía dando unos suaves movimientos, sabía donde dar justamente, imitó la acción que hice hace rato y pasó su lengua por mi cuello haciendo que soltara un gemido involuntariamente que reprimí tapándome la boca.

-No- dijo mientras salía y entraba dentro de mi- me gusta que hagas eso

Así dejando salir todos aquellos sonidos provocados por él. Sentía que iba a desfallecer por lo que me sostuve cada vez más fuerte de su cuello, cada vez las embestidas eran más y más rápidas a pesar de la densidad del agua, jadeantes y deseosos nos besábamos hasta que llegamos a la nota final haciendo que me temblaran las piernas, descasó su frente sobre mis pechos señal del agotamiento físico, nos relajamos por unos minutos en lo que recuperamos la compostura.

-¿Cuándo lo volveremos a repetir?- suelta el castaño rompiendo el silencio

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Lo prometido es deuda ;) (no hice disclaimer de +18 porque igual lo iban a ignorar)