Capítulo final (parte ll)

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Me encontraba paralizada ante ellos, cubrí mi boca y dejé caer una lágrima, pero era una lágrima de extrema felicidad;

-Sé que esto es repentino Violet- seguía sin poder responder, no sabía si era la realidad o lo estaba imaginando; perpleja asentí lentamente incrédula

-Espero no te moleste si te pido un abrazo- lo miré fijamente unos segundos y caminé lentamente a él, y me envolvió entre sus brazos, lentamente fui cayendo en cuenta, estaba en los brazos que deseaba más, ese calor que me acompañó y me vió crecer, estaba en los brazos de mi padre; me aferré a su cuerpo y sollocé a lo bajo, papá también se tensó y dejó caer lágrimas, no lo quería dejar ir

-Perdón papá- papá me separó por los hombros y me miró a los ojos, ambos nos encontrábamos heridos el uno con el otro, pues sabíamos que ambos habíamos hecho mal

-Perdóname tú a mi hija- no lo pude evitar y me abalancé a sus brazos nuevamente, los cuales me sostuvieron firmemente, solo como papá sabía hacerlo

-¿Chad?- salió Keanu presenciando la escena; papá se separó de mí y miró fijamente al castaño

-Sé que este no es el momento más conveniente, pero quería verlos, quiero enmendar muchas cosas- el castaño lo miró perplejo, y lo comprendía este era un shock totalmente

-No hay nada que enmendar- se mantuvo serio- Violet y yo tenemos una vida muy feliz, y pretendo que se mantenga así

-Eso lo sé- replicó papá- mi intención no es llevarme a Violet, sería absurdo de mi parte insistir en ello, y por más que llegué a odiarlos, odio más el tener que vivir sin tener a mi pequeña en mi vida- nos miramos y me enternecí ante sus palabras- cuando tu madre me contó lo hermosa que te veías en tu boda, lloré toda la noche, lo cuestioné todo, no entendía porqué me estaba pasando esto a mí, el porqué lo habías elegido a él, tenía mucho odio por dentro, pero a pesar de todo ese odio, lloré como un niño al imaginarte vestida de novia, y el no haber estado ahí para ti en el día más importante de tu vida me mató, ¿qué clase de padre era al hacerte a un lado de esa manera?, quería correr y pedirte perdón, incluso el mismo día que pasó todo, yo quería volver y retractarme, pero mi orgullo me ganó, y había estado ganando todo este año, pero ya no más, una  vida sin ti no es vida en lo absoluto, es por eso que he venido en persona a decirles que esta bien, si esta es tu felicidad Violet, tendrá que ser la mía también- lágrimas rodaban por mis ojos, no podía creer lo que estaba escuchando, este día lo veía tan lejano y hasta imposible- Nuestra relación nunca va a volver a ser la misma, pero estoy dispuesto a trabajar en ello- papá se dirigió al castaño y le extendió su mano, el castaño lo analizó unos segundos, pero finalmente la estrechó- entiendo que están ocupados, solo quería decirles eso- se despidió papá

-¿No se van a quedar?- preguntó el castaño, mamá y papá se miraron dudosos

-Nos haría muy feliz que lo hicieran- tomé a mamá y a papá de las manos tratando de convencerlos

-Si no es molestia, sería perfecto- dijo mamá, les respondí con una gran sonrisa y entraron a nuestro hogar; al entrar Nessie les ladró escandalosa, eran unos extraños para ella lógicamente, pero al cabo de unos segundos, los olfateó y les tomó confianza rápidamente

-Ella es su nieta- bromeé para romper la seria atmósfera, a papá le encantan los perros, por lo que congeniaron en un santiamén

-Pasemos al comedor, nos están esperando todos- invitó el castaño a mis padres, quienes algo cohibidos nos siguieron

-¿Porqué tardaron tanto, muero de- Karina se interrumpió sola al ver la presencia de mi padre, todos se quedaron en silencio, sin entender qué rayos hacía papá ahí, pues todos sabían la situación

-¡Siéntense a cenar por favor!- Patricia rompió el silencio incómodo que se había formado afortunadamente; mis padres tomaron asiento tímidos- su hija se ha lúcido con la cena de este año- comentó entusiasmada

-Violet siempre ha sido una gran cocinera- complementó orgullosamente mamá, yo solo me sonrojaba ante los cumplidos que me brindaban

-Ya que ahora estamos completos, ¡a comer!- exclamé feliz

Con el paso del tiempo, la atmósfera se fue aligerando, gracias a todos que charlamos amenamente, compartiendo historias, anécdotas, recuerdos, incluso papá comentó algunos recuerdos vergonzosos de mí, a lo que todos reíamos juntos; observé a mi alrededor y veía a cada uno de ellos, a Karina, la cual era muy graciosa y carismática, lograba aligerar cualquier situación, así de agradable era, Kim, la cual siempre tenía historias que contar, era realmente dulce, Patricia, la enigmática Patricia, llena de experiencias e historias geniales, que a pesar de parecer de carácter fuerte, es la persona más cariñosa que puedes conocer, mamá, la luz de mi vida, la que siempre estaba ahí para mi, no importaba qué, y por último los dos hombres de mi vida, papá siempre siendo un soporte, siendo protegida y amada por él, a pesar de todo, sabía que íbamos a salir de esta, y él, la persona que me mostró otro tipo de amor, un amor intenso y fuerte, un amor con el cual ya no podía vivir sin el, comprometido a sacrificarlo todo en nombre del amor, todos y cada uno de ellos forman parte de esto que le llamo vida, y que mejor vida que cuando tienes a una familia en la que hay amor incondicional.

Dieron las 12:00 A.M y ya era Navidad, y como si de niños se tratasen, no soportamos más y decidimos abrir los regalos en lugar de abrirlos a la mañana siguiente; todos reímos y nos emocionábamos con todos los presentes, definitivamente esta sería una Navidad para recordar con mucha alegría, no podría pedirle más a la vida en ese momento.

¿Qué sería de los seres vivos sin los instintos? En pocas y drásticas palabras, estuviésemos muertos, ya que son innatos y nos  incita a actuar de una determinada forma frente a un estímulo o un objeto, eso son los instintos, y ahora lo pienso, ¿qué hubiese sido de mí o de él sin ellos? No estaría contando esta historia; todos los impulsos que nos esforzamos por estrangular se multiplican en la mente y nos envenenan. Que el cuerpo peque una vez, y se habrá librado de su pecado, porque la acción es un modo de purificación. Después no queda nada, excepto el recuerdo de un placer o un remordimiento, la única manera de liberarse de esa tentación es ceder ante ella, si se resiste, el alma simplemente se enferma. Haz caso a tu instinto, escucha a tu cuerpo, a tu corazón, a tu inteligencia, confía en ti mismo, ve donde te lleve tu espontaneidad, de ese modo no fracasarás, confía en tu instinto hasta el final, aunque no puedas darle la razón, y siempre hay que recordar: no hay instinto como el instinto del corazón.

-V.S.

EL FIN.

INSTINTO (Keanu Reeves) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora