Capítulo 43 (parte l)

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-Quiero presentarte a alguien- no sabía de qué se trataba todo esto, pero estaba nerviosa, nunca mencionó nada de conocer a nadie; salimos del auto y caminamos en dirección a la puerta, yo solo estaba parada detrás de él siguiendo ciegamente sus pasos; llamamos al timbre y la persona que nos recibió era una mujer mayor, probablemente en sus sesentas, parecía refinada y elegante, llevaba un moderno corte de cabello, corto hasta la nuca y el color era completamente blanco

-Al fin que te veo cariño- la mujer abrazó con mucho entusiasmo a Keanu y le dió dos besos, uno por cada mejilla; yo solo miraba la escena por detrás tímida- veo que traes visitas, ¿cuál es su nombre señorita?- me miró detenidamente

-Violet, mucho gusto- dije extendiéndole la mano en forma de saludo, a lo que la señora me devolvió amablemente

-Patricia Taylor, encantada- además de lucir refinada, sonaba muy refinada también, tenía un ligero acento británico y unos manierismos bastante elegantes- pero no se queden ahí, pesen- nos invitó con una gran sonrisa

La casa por dentro era muy grande y espaciosa, tenía bonitas paredes color beige que le daban un toque hogareño sin perder la formalidad, estaban decoradas con pinturas y una que otra fotografía, solo me limitaba a escanear cada centímetro que mis ojos podían apreciar, pero lo que más me encantaba era ese exquisito aroma a café recién hecho, si algún día tenía una casa, me gustaría que fuera como esa.

-Me sorprende que hayas venido sin avisar cariño- dijo Patricia una vez cómodos en el living de la casa - y... acompañado- comentó dirigiendo la mirada hacia mí

-Vine porque tengo algo que contarte- hizo una pausa por unos segundos; no sabía quién era esa mujer, y no sé que me inquietaba más, el hecho de no saberlo o el presentimiento que él estaba a punto de decirle sobre lo nuestro- mamá...-¿mamá?- quiero que conozcas a Violet- dijo tomando mi mano y apretándola suavemente; yo solo lo miraba fijamente sin entender nada de lo que estaba pasando- estoy saliendo con ella- la cara de Patricia fue de sorpresa y confusión, después solo nos observó sin decir una palabra, como tratando de analizar las palabras que acababa de escuchar; me sentía tan incomoda, que solo lograba refugiarme con la misma presencia de Keanu; después de varios segundos de incómodo silencio, Patricia nos sonrió dulcemente

-Ya era hora- esa no era para nada la respuesta que esperaba, pero me alegraba que fuera una positiva

Sorpresivamente Patricia no quiso indagar más a profundidad en la relación, no preguntó ni cómo nos conocimos, ni cuestionó el hecho de verme joven, ni siquiera preguntó a qué me dedicaba, ya saben, cosas que las suegras se suponen deben preguntar, pero bueno, era mejor de esa forma, así evitaríamos más problemas. Después de varios minutos en los que Keanu y su madre se pusieron al tanto de sus asuntos, por primera vez desde que estaba ahí se dirigió a mi;

-Querida, ¿ya comiste algo?, luces demasiado delgada- aquello me tomó por sorpresa, pero fui sincera

-No hemos comido nada desde el desayuno- contesté insinuando que los dos estábamos hambrientos

-Hijo ya la oíste, la muchacha tiene hambre- solo nos miramos confundidos- ¿créese que cocinaré hoy?, no seas así y trae algo de comer para todos nosotros

-Claro, pero...¿qué se supone que deba traer, todo está a más de 20 minutos de aquí?- protestó el castaño

-Averígualo tu mismo- sentenció su madre- ahora anda- nos pusimos de pie juntos, pues obvio planeaba acompañarlo- tu no querida, quédate a hacerme compañía- aquello no me parecía buena idea, ahora que sabía con quién estaba tratando, me intimidaba demasiado, las suegras nunca tienen buena reputación; Keanu me miró como preguntándome si estaba bien, a lo que asentí

-Ahora vuelvo- salió el castaño dejándonos solas; Patricia solo me miró fijamente por unos segundos, ni siquiera podía hacer contacto visual con ella, pero sentía como me miraba de pies a cabeza, estaba realmente nerviosa

-Ahora sí, tú y yo hablaremos- lo dijo en un tono tan serio que sonaba espeluznante, no sabía que esperar- te vez muy joven, ¿te molestaría si te pregunto qué edad tienes?

-Para nada señora Taylor-carraspeé un poco la garganta- tengo 25, este año cumplo 26- dije tratando de no doblegarme ante su penetrante mirada; ella solo levantó las cejas en señal de sorpresa

-Eres demasiado joven, ¿sabes qué edad tenía mi hijo cuando tú naciste?- sabía que hacía eso para incomodarme, pero el tema de la edad era el menor de los problemas en esta relación- 30 años- si lo decía así, sonaba más impactante de lo que en realidad era

-Estoy consciente de ello- respondí agachando la mirada

-En ese caso, dime querida, ¿esto es algo serio?, por lo que veo eres una muchachita bastante atractiva, ¿mi hijo no será otra de tus conquistas?- el hecho que se haya atrevido a insinuar que solo lo estaba usando me había molestado, pero vamos, es su madre, si algún día la conocía, sabría que esto pasaría

-Su hijo y yo tenemos una conexión particular, y debe créeme cuando le digo que esto es bastante serio- respondí con confianza, pues era la verdad

-Te creo- esta vez aquel semblante duro comenzaba a cambiar, yo estaba preparada mentalmente para que me llamara una mentirosa caza fortunas, ya hasta tenía listos mis argumentos, pero por lo visto no eran necesarios

INSTINTO (Keanu Reeves) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora