Capítulo 67

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El castaño se acercó peligrosamente a mí, haciéndome retroceder hasta chocar contra el otro extremo, posó sus manos a los lados del extremo del jacuzzi acorralándome;

-Constantine es alguien manipulador y cínico, está acostumbrado al peligro, a él le atrae el peligro- aquello lo dijo en una voz baja y ronca, al mismo tiempo que me miró a los ojos, esa mirada oscura fue tan penetrante que envió escalofríos por toda mi espalda; no sabía si solo estaba actuando, pero ese lado era tan tenso y sexual que me encantaba, nunca había hecho eso antes, pero estaba aquí para disfrutarlo

-Estamos en un lugar publico, intentar cualquier cosa podría ser muy peligroso- dije incitando a que me tomara ahí mismo

-Tendremos que ser eficientes en ese caso- me tomó de las muñecas- y no intentes resistirte- sonreí ladinamente y mi corazón aumentó aún más su ritmo; esta emoción es de lo que hablaba

Me besó bruscamente, pero sin cruzar a lo violento, tomó mi cintura y me apretó junto a su cuerpo uniéndonos más; me embriague aún más en los rastros de Whisky que seguían penetrantes; el beso era muy intenso, era como nunca antes, más que como una danza, era una lucha por saber quien dominaba a quién, por lo general es un hombre que cede, pero esta vez era diferente, estaba empeñado por dominarme por completo, estaba totalmente sorprendida por este lado nuevo que me estaba enseñando; cada vez más me aprisionaba más ente sus brazos dejándome casi inmóvil, estaba a su completa mereced; se separó de mis labios y pasó su lengua por el lóbulo de mi oreja, pero esta vez dando un pequeño morisco a este, sentí como mis piernas temblaban débilmente debajo del agua, bajó hasta mi cuello lamiendo este lentamente; en un movimiento ágil posó sus manos en mi trasero levantándome y colocándome en su regazo, me miró directo a los ojos y sin aviso alguno me penetró completamente a su gusto, no pude evitar dejar escapar un ruidoso gemido, rápidamente posó su mano en mi boca callando estos; sin quitarme la mirada de encima, las envestidas eran más y más intensas, el sudor cubría su frente por el movimiento de nuestros cuerpos bajo el agua, mi respiración era entrecortada y mis ojos suplicantes por más daban la señal, sus movimientos eran cada vez más y más duros, mi cuerpo sentía que desfallecía cuando sentía el clímax más cerca, mis ojos se cerraron por inercia, apretándolos al mismo tiempo que explotábamos en un mismo orgasmo; caí casi muerta sobre su pecho, esperando a recobrar fuerzas al igual que él;

-Eso fue...-

-Lo sé- complementó el castaño mientras me acariciaba la espalda; después de ese remojón en el jacuzzi, nos dimos un baño y caímos como dos sacos de papas en la cama, completamente sin energía

Este era el penúltimo día en Escocia, por lo que decidimos pasar por otro pueblo famoso, Inverness, a unas tres horas de Edimburgo, este era la entrada al famoso Lago Ness, en el cual pasaríamos la noche. Al llegar a este pueblo, quedamos igual de maravillados, todo aquí era tan hermoso que hasta parecía de mentira; ahí visitamos rápidamente el Castillo de Inverness y los pueblitos de alrededor, todo era verde y pintoresco, sacado de una obra de arte; la gente era muy amigable y saludadora, pues si pedías indicaciones o una recomendación para comer, ellos siempre van más allá y te dan un menú completo, el cual como turista agradeces como no tienen idea. Para terminar con la ruta Inverness, pasamos al Castillo y jardines de Cawdor, era un sueño; el caminar por aquellos jardines tan bien cuidados y arreglados era de fantasía, quedamos fascinados ante semejante lugar; era momento de irnos lamentablemente, pero solo era para trasladarnos a nuestro último destino: el Lago Ness.

En media hora nos encontrábamos en el lado norte del Lago Ness, nos sentamos en una de las bancas del lugar a descansar y admirar de la naturaleza; el estar ahí se respiraba la esencia pura de Escocia, con sus lagos, islas, grandes valles verdes, sus ruinas, todo era tan perfecto en aquel lugar, no quería irme nunca.

-Quizás si miramos el tiempo suficiente, podríamos ver a Nessie- soltó el castaño refiriéndose a la leyenda de aquel famoso lago; solo reímos juntos; estaba observando al horizonte, cuando escuchamos un chillido a lo lejos, Keanu y yo nos miramos para corroborar que escuchamos lo mismo, y de nuevo el chillido sonó a lo lejos

-Creo que viene de aquellas ruinas- le dije señalando una que estaban casi a la orilla del lago; sin pensarlo corrí rápidamente a aquellas ruinas, Keanu corrió detrás de mi tratando de detenerme y diciendo no se qué tantas cosas más que no puse atención, quería ir al fondo de aquellos alaridos, al acercarnos más, nos adentramos a las ruinas y a lo lejos había un bulto tirado

-¿Qué rayos?- quedamos petrificados ante la escena

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¿Será Nessie? :0

INSTINTO (Keanu Reeves) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora