Capítulo 35

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Narra Violet

Me siento tan asqueada de mi misma, la consciencia me remuerde a cada segundo, pero esto es lo mejor para él, para los dos. He decidido huir lo antes posible de su hogar, no podía ponerlo en peligro, lo amaba demasiado para ocasionarle un mal, y si la manera de mantenerlo seguro es lograr que me aborrezca, que así sea; heme aquí una tonta enamorada en peligro, con su único consuelo: aquella añorada libreta roja.

-V.S.

Como lo he escrito, después de recibir aquella escalofriante advertencia, tomé mi ropa y mi libreta roja, las empaqué lo antes posible en una pequeña maleta, llamé un taxi y salí sin rumbo fijo como perro ahuyentado; llamé a la primera persona que se me vino a la mente, a Jolie, solamente que me diera posada en lo que pensaba qué rayos hacer con el resto de mis problemas, rápidamente aceptó, llegué y sin llegar a detalles solo le dije que por ninguna circunstancia le dijera sobre mi paradero a Keanu, realmente no sabía si iba a poder enfrentarlo y decirle aquella mentira tan dolorosa que pienso decirle con tal de mantenerlo seguro.

Era de noche, Jolie me había dejado dormir en una habitación que tenía de sobra en su casa, era realmente acogedora, pero eso no disminuía la paranoia constante que vivía, el preocuparme si ese hombre sabía mi actual paradero, o el saber que había dejado a Keanu solo sabiendo que ese hombre nos tenía vigilados, realmente aquella preocupación me carcomía por completo, no sabía que movimiento hacer próximamente; por ende no podía conciliar el sueño, Jolie me notó extraña, por lo que me ofreció una taza de té para relajar los nervios, por lo que acepté. Unos golpes en la puerta me sacó de mis pensamientos, también escuché la voz de Jolie a lo lejos, acompañada por otra voz masculina apenas audible, no pude evitarlo y bajé a escuchar más de cerca;

-Por favor, dile que necesito hablar con ella- era una voz sumamente familiar

-No puedo hacer eso, se lo prometí, por favor, solo váyase- respondió Jolie

-Es urgente, por favor- rápidamente reconocí aquella voz, era Keanu, sentí un alivio gigante al escucharlo, quería saltar en sus brazos y nunca soltarlo, pero no, tenía que ser fuerte, por los dos

-Te dije que no me buscaras- intervine en la escena

-Necesito una explicación- aquello causó un estrago en mi estómago, realmente no podía enfrentarlo; le hice una a seña a Jolie que estaba bien y salí con Keanu al jardín

-Creo que te lo dije bien claro en la nota- los nervios me traicionaban, ni siquiera podía sostenerle la mirada

-¿Tan repentinamente te olvidaste de mi?- aquella pregunta me hizo tragar en seco, pero estaba más que decidida a negarme

-Así es

-Eso no puede ser posible, yo se que tu me amas como yo te amo a ti- odiaba en estos momentos que me conociera tan bien

-Nunca te amé- solté en seco; Keanu bajó el rostro decepcionado, realmente me mataba por dentro en mentirle de esta manera, pero era por su bien; pensé que de alguna manera con aquello se iría, pero hizo algo que me tomó por sorpresa, se acercó, muy peligrosamente con el semblante serio, y sin decir nada me besó. Aquel beso fue diferente a los demás, era un beso desesperado y con urgencia, pero no podía, no pude mantener más la compostura y cedí, en medio de aquello recordé las palabras de aquel hombre y no pude evitar llorar

-Ahora mírame a los ojos de nuevo y dime que nunca me has amado- dijo igual de serio, tomando mi rostro entre sus manos obligándome a conectar mis ojos con los suyos, estaba tan avergonzada

-Es que... tu no comprendes- dije soltándome de su agarre entre lágrimas aún

-Algo me dice que esto no tiene nada que ver con nosotros- su semblante se relajó más- pero carajo Violet, no me hagas esto por favor, si algo anda mal, solo dilo- sonaba alterado, toda esta situación me abrumaba demasiado

-Tu y yo ya no podemos seguir juntos, lo siento- de nuevo traté de mentir, pero solo logré alterarlo más, nunca lo había visto de esa manera

-No- hizo una breve pausa- ya hemos llegado así de lejos, lo siento, pero no voy a aceptar esa patética excusa, y mucho menos porque se que me estás mintiendo, tus ojos y tu cuerpo me dicen lo contrario a lo que me dicen tus palabras

-No puedo, ya te lo dije, ¡no te puedo poner en peligro!- lo último lo confesé en un grito ahogado, el castaño solo me miró confundido

-¿Peligro?¿cómo podrías ponerme en peligro?- me tenía acorralada, sera mejor que le diga la verdad, tal vez de esa forma logre recapacitar

-Esta tarde... recibí una llamada, era... era ese hombre- confesé cabizbaja- sabe que vivimos bajo el mismo techo y también sabe... lo de nosotros, me dijo que si no te dejaba lo antes posible, tú ibas a pagar las consecuencias- al recordar aquello hizo que de nuevo brotaran lagrimas de mis ojos, a lo que el castaño las atrapó rápidamente secando mis ojos con la palma de su mano, me tomó y me envolvió en un cálido abrazo, por ende yo lo apreté con mis brazos uniéndome más a él, necesitaba sentirlo cerca de mi, acariciaba lentamente mi cabello, de nuevo me sentía segura, y ahí comprendí que no era el lugar, sino su presencia la que me hacía sentir en paz y a salvo

-¿Y tu crees que voy a permitir que algo malo te pase o me pase?, de ninguna manera Violet, si ese bastardo se quiere meter contigo, tendrá que pasar sobre mi frío cadaver, recuerda que ya no estás sola, eres mi compañera y nuestro deber es enfrentar lo que se venga como equipo. Ya me ayudaste a enfrentar uno de mis traumas, ahora es mi turno de hacer lo mismo, por favor, no me quites eso- aquellas palabras me hicieron sentir la mujer más afortunada del mundo, no sabía que había hecho bien para ser compensada con una persona como él... asentí y le respondí con un fugaz beso- ahora ve y recoge tus cosas, regresemos a casa

No sabía si había tomado la decisión correcta, pero estaba confiada que podíamos enfrentarlo juntos.

INSTINTO (Keanu Reeves) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora