INSTINTO (Keanu Reeves)

Capítulo 32

Narra Violet

Después de la inesperada visita de papá, decidí volver a mi departamento a recoger algunas de mis pertenencias, pues aún no me era posible regresar, y mucho menos ahora que papá sabe lo que me ha pasado; por parte de las autoridades no me han informado nada, por la mala calidad de las cámaras de seguridad de mi edificio no fue posible identificar a mi atacante, después de aquello, he tratado de no pensar más en aquella horrible escena, y lo más terrible es que no puedo evitarlo, y lo peor es que aquella voz de ese hombre me era sumamente familiar, me da una sensación de que lo conozco, pero realmente no sé porqué me es tan familiar, solamente ha de ser mi paranoia, pero como sea, se que estoy bien ahora mismo que es lo importante.

Keanu tiene sus ultimas sesiones de entrenamiento, pues esta semana iniciaban las grabaciones de la película, de verdad me admiraba mucho de su fuerza de voluntad, es un hombre muy comprometido y apasionado por su trabajo, nunca llega trade a los entrenamientos y siempre da su 100%, así llegue con los tendones y músculos masacrados al final del día, nunca se rinde; por mi parte, había llegado a un acuerdo con Amanda de reducir mis horas de trabajo a la mitad, para poder manejar ambas cosas a la vez, Amanda estaba mas que dispuesta a rehusarse, pero por alguna razón, James intervino y la convenció a ceder, como es su favorito del lugar, terminó por aceptar, con la condición de una vez finalizadas las filmaciones iba a trabajar los sábados, a regañadientes, pero acepté.

Llegué a mi departamento, el señor Wilson me vió y me recibió con un fuerte abrazo, me tomó por sorpresa, pero terminé aceptando.

-¡Señorita Stahelski! Me alegra mucho verla, por un momento pensé que ya no volvería- soltó el señor Wilson preocupado

-Siento no haber avisado, y atrasado con la renta señor Wilson, pero estos últimos días he tratando de ponerle un orden a las cosas- respondí sincera

-¡Ni se preocupe por la renta señorita! Después de todo lo que ha pasado no me atrevería a molestarla de esa forma, pero de igual manera espero ya se encuentre mejor

-Le agradezco su preocupación, pero ahora mismo ya me encuentro mucho mejor y en un lugar seguro- respondí esbozando una sonrisa- he venido a pagarle lo de este mes y a recoger unas cosas que me hacen falta

-Que alegría que ya se encuentre mejor, pero, ¿eso quiere decir que no va a volver aún?

-Por ahora no señor Wilson- por último aceptó el dinero y procedí a subir al apartamento

Titubeante metí la llave y abrí la puerta lentamente, el pisar la sala de nuevo me provocó escalofríos por todo el cuerpo, aquel recuerdo de nuevo vino a mi mente haciendo que me agitara de nuevo, me sacudí internamente sacándome de mis pensamientos y proseguí a recoger las cosas por las que iba. Al finalizar salí lo más rápido que pude de ese lugar, después de todo si me había afectado más de lo que pensaba. Despedí rápidamente al Señor Wilson y partí a casa de Keanu de nuevo.

Era domingo por la tarde y Keanu no regresaba aún de su entrenamiento, estaba extremamente aburrida, por lo que me di la libertad de pasearme por la casa, recorrí aquellas habitaciones de sobra vacías, sin nada interesante que ver, llegué a la habitación donde Keanu guarda su gran colección de libros, que parece una biblioteca más bien, me agradaba estar ahí, tenía otra vibra a comparación de las demás habitaciones, recorrí cada uno de los estantes para ver si tenía algún libro de mi interés, me sorprendí mucho al ver la colección de libros de Jane Austen que tenía, pues me traía recuerdos de la primera vez que me invitó a salir y me dijo que nunca había leído a Jane Austen, tal vez solo me mintió al ver que podía ser un posible tema de conversación. Bajé un poco más la mirada hasta llegar a un libro que no se veía como los demás, al acercarme me percaté que en efecto, ese no era un libro, era una libreta, me parecía familiar; al tomarla la reconocí de inmediato... era mi querida libreta roja que había perdido los primeros días que me mudé a Los Ángeles; una felicidad inmensa inundó todo mi cuerpo, la hojeé y reviví todos aquellos pensamientos y poemas que contenía mi vieja confidente, estaba realmente feliz, pero, ¿porqué estaba ahí?; de repente el sonido de mi celular me sacó de mi fantasía, al ver la pantalla no reconocía el número, por lo que dudé en responder, pero al final respondí

En llamada

-¿Quién es?

-Ví que volviste al apartamento- era aquella voz

-¿Quién eres?

-Soy un hombre que te quiere tener en su cama ahora mismo, y el que estés con aquel vejestorio no me pone feliz- aquello me heló la piel, sabía que estaba con Keanu

-Por favor ya no me molestes, ya fue suficiente

-¿Porqué habría de molestarte? Solo quiero estar contigo, y si tu no quieres, vas a ser mía de igual manera, y tu noviesito no va a poder hacer nada al respecto

-Déjame en paz por favor- dije en una voz entrecortada, estaba aterrada

-Sé que estás en su casa ahora mismo, y te aconsejo que lo dejes lo antes posible, no me quieras hacer enojar

-¡Llamaré a la policía ahora mismo!- aquello me había alterado más, que supiera mi ubicación me hacía tener más miedo, incluso sentía como mi frente sudaba en frío

-Yo no haría eso primor, o las consecuencias van a caer sobre tu preciada estrella, así que ten cuidado Violet, ten mucho cuidado

Fin de la llamada

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A veces no contesto sus comentarios, pero quiero que sepan que los leo todos y me encantan, que tengan un bonito día/ noche <3