Junio 16
Estos días Jimin se ha visto muy decaído. Hemos salido a caminar y eso, pero casi no habla. Ya ni siquiera toma mi mano. Intenta hacerme conversación en momentos pero la mayor parte del tiempo guarda silencio mirando a algún punto hacia la nada.
Lo he escuchado sollozar por las noches.
Puede que piense que me encuentro dormido pues noto que aunque hace como que se acuesta a eso de las 8, se levanta a las 3 de la mañana, seguro de que todos duermen y se encierra en el baño para llorar.
Empiezo a pensar que su dolor va más allá de la enfermedad pues a pesar de ésta no lo he visto ir a ningún hospital. No lleva a cabo ningún tratamiento. Actúa como cualquier persona saludable, exceptuando esos momentos cuando llora. Hoy me he levantado temprano para hablar con su mamá al respecto. Por suerte, Jimin sigue descansando.
- Hoy has madrugado, mi niño - me ha dicho. - ¿Por qué no vuelves a la cama? Apenas son las 5 de la mañana.
- Estoy bien. Quería preguntarle algo antes de que se fuera al trabajo.
- Te escucho.
- Jimin... ¿está tratando su enfermedad?
Sus ojos reflejaban cierta desesperación en cuanto formulé aquella pregunta.
- No, Jungkook... - tragó saliva y luego continuó con un poco de dificultad. Era evidente que el tema era algo que prefería evitar. - Minnie no quiere tratarse ya. Creo que ya se hartó de los tratamientos... de eso ya hace algunos meses. Pero recayó hace poco y aunque ha ido al médico no me permite acompañarlo así que no puedo decirte con seguridad qué tan bien o qué tan mal está. Por supuesto, yo quisiera verlo mejor pero te habrás dado cuenta de que no se encuentra muy bien.
Un par de lágrimas se asomaron por entre sus negros ojos y luego soltó un suspiro, como intentado tranquilizarse antes de decir algo más.
Y a pesar del dolor que le causaba ésta situación ni siquiera me atreví a pedirle que se detuviera pues era evidente que deseaba decir algo más.
- Minnie... hasta donde yo sabía estaba bien. La última vez que lo acompañé, el médico nos dijo que ya no había rasgos de cáncer. Pero tal vez no hizo bien el diagnóstico. Y ahora Jimin no me deja saber más. Supongo que el médico se equivocó y ha vuelto a recaer pero espero estar equivocada. Yo no puedo ir en contra de lo que decida hacer pues finalmente es su vida y siempre he respetado sus decisiones porque su actuar me ha dado la confianza de hacerlo. Tú lo conoces. Pero aunque yo no pueda, espero que tú si lo convenzas de tratarse. Te quiere tanto que incluso si lo obligas te perdonaría... Por favor, hazlo. Es un favor que había querido pedirte desde que llegaste pero no encontraba el momento ni la valentía para hacerlo. ¿Lo harás?
¿Cómo podía negarme ante la súplica y lamento de una madre? ...Pensando en que mi madre podría haber estado en su lugar no pude ni podría negarme a cualquier favor que me pidiera.
- Lo haré. No se preocupe. Aunque eso signifique perder la amistad de Jimin para siempre, prefiero eso a verlo así.
Me abrazó con fuerza.
- Eso no pasará. Jimin te ama demasiado como para alejarte de su lado.
Aquello me reconfortó un poco, aunque estaba seguro de que existía ese riesgo pues a éstas alturas sentía que no conocía a Jimin tanto como había creído.
Regresé a recostarme otro rato mientras Jimin despertaba, aunque no pasó mucho tiempo antes de que eso sucediera.
Fue justo después de que su mamá y su hermana se fueran. Se escuchó la puerta de la entrada cerrarse y dos segundos después, Jimin se levantó de la cama. Yo fingí estar dormido un momento pero no se lo creyó pues enseguida saltó sobre mi.
- ¡Jungkook! Salgamos hoy.
Sonreí. Estaba feliz y eso me daba gusto, hacía un rato que no lo veía así. Aunque fue tan de repente que me sacó un poco de onda.
- Claro que sí. ¿A dónde quieres ir hoy?
- Quiero enseñarte ese lugar que tanto he tratado de mostrarte.
- Está bien. Entonces vamos.
- Primero hay que bañarnos... ¡Yo primero!
Dijo levantándose de un salto de mi cama y yendo sin demora directo al baño.
Cinco minutos después ya se encontraba fuera del mismo, con una toalla atada a su cuerpo, dejando al descubierto sus torso y sus piernas, con su cabello mojado peinado hacia atrás, soltando pequeñas gotitas a su alrededor haciendo que dicha escena luciera más provocadora de lo que ya era. No pude más que mirarlo por unos segundos y rápidamente me dirigí hacia él con una sábana y lo cubrí con cuidado.
- Espera a que entre y ya entonces te cambias, ¿está bien?
Me sonrió con picardía.
- ¿Hice que te pusieras nervioso, Jungkook?
Asentí en medio de un suspiró.
- Sí... así que no lo hagas más.
- Pero me gusta ponerte nervioso... - Dijo, como haciendo puchero con sus labios en forma de trompita y una voz de bebé que no pude resistir.
Reí, nervioso.
- Tal vez te divierta... pero si vuelves a hacer eso no creo poder controlarme.
Rasqué mi cabeza y fui hacia el baño, pero antes de entrar.
- ¿A qué te refieres con "no poder controlarte"?
Lo miré confundido.
- No voy a responder eso. - Dije, firme.
Se acercó a mi.
- Anda, muéstrame... Quiero saber.
Sentía una rara tensión en la habitación en ese momento. ¿Jimin intentaba seducirme?
Se acercó otro poco y me miró con tanta ternura que no estaba seguro de qué intentaba hacer.
- Es simple curiosidad - agregó.
Me alejé unos centímetros de él.
- No lo haré, Minnie - acaricié su barbilla. - No estaría bien.
Agachó la mirada y entonces dijo, ésta vez hablando como normalmente lo hacía. Incluso un poco tímido.
- Al menos dime... ¿Qué es lo que me harías?
Tomé su barbilla de nuevo, mientras me acercaba un poco a él y levanté su rostro, ligeramente, para que me mirara a los ojos.
- Te quitaría la toalla... te recostaría sobre la cama... y besaría y mordería cada zona de tu cuerpo, centímetro a centímetro, hasta oirte gemir por el placer.
Soltó un pequeño gemido que me hizo estremecer, mientras cerraba sus ojos, imaginando, tal vez, la escena descrita por mis labios. Tragué un poco de saliva intentando contenerme lo más posible, pero de pronto tomó mi mano y la dirigió hacia su mejilla para acurrucarse en ella y al notar cómo lamía su labio inferior, no pude evitar acercarme a ellos... a sus labios. Esos tiernos y gruesos labios color carmín, que rocé con los míos por un par de segundos para luego separarme de ellos y correr hacia el baño.
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Diario de un chico perdido (Kookmin, jikook)
FanfictionJungkook es un joven solitario que guarda un secreto muy grande: Es gay... y está perdidamente enamorado de su querido amigo de años, Jimin. Jungkook desea confesarle a Jimin todo pero hay un gran problema: Jimin no es homosexual y además se encuen...