Diario de un chico perdido (Kookmin, jikook)

Capítulo 26

Julio 1

20:30

La película comenzó. Debo decir que no habían escenas de violencia tan gráficas como en la de Saw, pero seguía dando miedo. Estábamos en la parte donde el fantasma se aparece dentro de la casa de campaña del niño, pobre niño. Me esforcé en no cerrar los ojos, lo que me costó bastante así que bajé la mirada para no ver y aún mantener mis ojos abiertos, pero me encontré con la escena de Namjoon acariciando la pierna de Jimin para luego terminar tomándolo de la mano.

El miedo se fue de pronto y fue opacado por aquella imagen que no quise ver más. Me levanté corriendo del sofá y me dirigí al baño. Me quedé ahí como 20 minutos tratando de asimilar las cosas.

"Tal vez se le había subido el alcohol y por eso no le dijo nada a Namjoon. Después de todo no había tomado en mucho tiempo. Sí, eso debió ser. Ayer casi lo hicimos, eso debe significar algo y hoy nos besamos en la ducha hasta casi comernos. Sí, seguro sólo fue un toque entre amigos". Cuando salí del baño todo fue peor. Namjoon se acercó a Jimin de repente y le dio un beso en los labios. Él no se apartó. No quise quedarme a ver lo demás así que me salí corriendo de su casa.

Llegué al lugar secreto de Jimin y me quedé sentado sobre el césped mirando hacia el gran árbol, no supe por cuánto tiempo pero fue lo suficiente para saber que Jimin no se había percatado de mi ausencia.

De pronto recibí una llamada de él que no quise contestar, así que le envié un mensaje.

"Creo que la película me asustó más de lo que puedo admitir, maldito alcohol, creo eso empeoró mi percepción. Regresé a casa así que no te preocupes. Quédate con Namjoon y disfruta la peli. Te veo al rato".

Luego de eso apagué el celular y me quedé ahí.

- Sabias que él no sentía lo mismo que tú así que por qué te sorprendes. Sabes que es momento de despedirse, Jungkook. Al menos Jimin está bien ahora... - perfecto soliloquio - Si tan sólo no te hubieras enamorado de él no te sentirías tan mierda ahora. Eres un estúpido. Estúpido, estúpido, estúpido.... - comencé a llorar - Ya no importa nada, sácalo, si no se preocupará cuando te vea más tarde y no quieres que eso pase... Quieres que él sea feliz, a eso viniste y cumpliste, así que sólo debes dejarlo ser feliz, no importa con quien.

Llegué a casa muy tarde cuando todos ya estaban dormidos. Me acosté en el colchón que Jimin me prestó, tratando de no hacer mucho ruido para no despertarlo y sorprendentemente me dormí muy rápido. Aunque me desperté muy rápido también. Bajé a la cocina por un vaso de agua y me encontré con la mamá de Jimin tomando una taza de café. Era domingo, pero incluso en domingo la señora se despertaba temprano. Me dieron ganas de decirle que me iría de vuelta a Seúl pero ella aún no sabía que Jimin no estaba enfermo ni lo que le había pasado así que no podía irme aún.

- Buenos días - dije quedo.

- Buenos días, Jungkook. No te vi entrar. Deberías dormir otro rato, son las 5.

- Tal vez lo haga, sólo vine por un vaso de agua.

- Permíteme, te lo sirvo.

- No se preocupe yo puedo hacerlo.

- No. Está bien. Toma asiento. ¿No quieres mejor un té?

- Bueno, un té no suena nada mal.

Nos sentamos juntos y la señora me tomó de la mano.

- Quería hablar contigo antes, pero no había podido - la miré, atento - Sólo quería agradecerte. Jimin se ve tan diferente desde que llegaste que la verdad no me he ocupado mucho de ustedes. Creo que le hace mucho bien pasar el tiempo contigo - si supiera que Jimin no está enfermo ya. - No sé cómo podré pagarte todo lo que has hecho por nosotros mi niño.

- Jimin es mi mejor amigo y ustedes son como mi familia, así que no hay por qué agradecer. Sólo hice lo que quería hacer porque los quiero.

Me acarició la mejilla con suavidad y me sonrió.

- ¿Quieres mucho a mi Jiminnie, verdad?

- Sí, mucho - "no tiene idea de cuánto", pensé.

- Él también te quiere mucho, mi cielo. Espero que estén juntos durante mucho, mucho tiempo. Claro, si Dios así lo quiere.

- Jimin es un ángel. Le aseguro que Dios no se llevaría a alguien tan bueno.

- ¿Tú crees?

- Lo creo. Él va a estar bien - me abrazó con todas sus fuerzas.

Seguimos hablando otro poco y luego volví a subir a dormir un rato más. Cuando desperté Jimin estaba sentado a un lado mío y me miraba con algo de tristeza en sus ojos.

- Buenos días - dije, sereno.

- Hola... ¿podemos hablar?