Diario de un chico perdido (Kookmin, jikook)

Capítulo 28

Busan, 17 de julio de 2015.

Querido Jungkook:

Espero que todo esté bien en Seúl, que tu familia se encuentre bien y por supuesto, que tú también te encuentres bien con ellos. En realidad este correo es sólo para hablarte un poco de cómo han estado las cosas por aquí, esperando que con ello puedas sentirte más tranquilo y motivado.

Mel sigue esforzándose en sus estudios, como siempre. Me da mucho orgullo ver lo bien que lo hace en la escuela. Dice que está pensando en estudiar alguna ingeniería, aunque para eso aún faltan un par de años.

Respecto a lo que te conté, les he contado todo a ambas y mi mamá, en cuanto lo supo, dejó su empleo para encontrar algo que le permitiera tener más disponibilidad de tiempo y así poder estar más al pendiente de Mel y de mi. No dejo de sentirme como un egoísta por eso, pero lo agradezco, porque reconozco que lo necesitaba.. La semana que viene comenzaré a tomar terapia psicológica, deséame suerte.

Joonie y yo hemos estado bien. Aunque a él no he querido contarle esa parte de mi historia, siento que me apoya mucho sin que se de cuenta. Vemos películas y salimos a caminar por la playa. Ambos estamos de acuerdo en ir despacio. Tengo esperanzas de que nuestra relación dure un largo tiempo.

Y bueno, creo que eso sería todo por mi parte. Como ves las cosas están yendo bien, así que quiero que dejes de preocuparte. Te prometo que voy a seguir cuidando de mí y espero de verdad que tú también cuides de ti, Kook.

Esto será lo último que sepas de mí. No necesitas enviar una carta ni nada porque eso sólo dificultaría las cosas para ambos. Sabes lo mucho que te amo, y aunque te extraño, creo que lo mejor es seguir cada quien por su cuenta. Recuerda las promesas que hiciste.

Por favor, cuida de tí y sé feliz.

Con cariño, Park Jimin.

Julio 2, 2016

Ha pasado más de un año desde que volví a casa. Jimin y yo nos distanciamos definitivamente. Sólo me escribió ese correo, dos semanas después de que me fuera, para decirme cómo estaba yendo todo. Me dio gusto recibir esa carta, no la esperaba. Aunque no dejo de pensar que había algo raro en ella. La releí como unas cien veces hasta que yo mismo me dije que debía dejarlo ser y la borré.

Por mi parte también seguí esforzándome. Admito que los primeros meses fue muy complicado pero en cuanto comencé a ir con el psicólogo sentí un cambio en mí. La depresión poco a poco fue desvaneciéndose y mi rendimiento fue mejorando a la par. Nunca olvidé las promesas que le hice a Jimin, así que en cuanto tuve la motivación y la energía que necesitaba para cumplir lo que prometí, me dediqué por entero a ello. 

Entré a clases de viola de nuevo, y seis meses después hice la audición a la orquesta que quería. No me aceptaron, pero no me rendí e hice una audición para una orquesta más pequeña al otro lado de la ciudad, donde sí pude entrar. Me quedaré para ganar experiencia e intentaré entrar a la orquesta que quiero el siguiente año.

También me mudé cerca de la sala de ensayos de la orquesta a la que entré e hice amigos tan pronto como pude. Uno se llama Taehyung y el otro se llama Hoseok. Los tres somos un poco nerds así que solemos divertirnos de las maneras menos convencionales, pero la pasamos bien juntos.

Debo decir que he intentado cumplir la última promesa que le hice a Jimin sobre que intentaría conocer a alguien, pero no he podido. Resulta que no he conocido a nadie que sea mejor que él. Sí, he salido con muchos chicos. Demasiados, en realidad. Pero nunca he podido tener algo serio con ninguno. Como que Taehyung me agrada y creo que le gusto pero la verdad no intentaría nada con él. Es demasiado inocente y no quiero lastimarlo. Me recuerda un poco a mi yo de antes.

Hoy nuestra orquesta tocará en una nueva sala que se va a inaugurar en la ciudad, y justo voy de camino hacia allá por el suburbano cuando de pronto creo ver a Mel a un par de vagones y sin pensarlo voy detrás de ella.

Se baja del vagón para luego salir del suburbano y yo hago lo mismo. Ni siquiera estoy seguro de que sea ella pero no me importa. Sigo corriendo hasta verla de cerca y entonces lo confirmo. Sí, es Mel. ¿Qué hace aquí? ¿Jimin habrá venido con ella?

- ¡Mel! - grito con desespero - ¡Mel, voltea! ¡Soy Jungkook!

Me mira al otro lado de la calle y me saluda. Le hago señas para que espere ahí y trato de cruzar la calle tan rápido como me es posible, cuando de pronto una moto pasa rápido a un lado mío y al chocarme, caigo y pierdo la conciencia.

Despierto y me encuentro en la sala de urgencias de un hospital. Mel está sentada a un lado mío abrazando con fuerza el estuche de mi viola.

- Por Dios, creí que no despertarías.

- Mel, ¿qué pasó?

- Una moto te chocó pero por suerte nada grave. Sólo te hiciste un par de raspones y como verás te desmayaste. Tu viola está bien, por cierto.

- ¿Y Jimin? ¿Está en la ciudad? ¿Viniste sola?

- Wow, wow, tranquilo - sus manitas haciendo seña de que me calme - Nos mudamos a la ciudad. Creí que te había dicho.

- No. En realidad, hace un año que no hablamos.

- ¿Qué? Pero si él decía que hablaban todo el tiempo - se veía realmente sorprendida.

- Bueno, en realidad sí hablamos...

- No intentes mentirme. Eres malísimo con eso - rasqué mi cabeza en respuesta.

- Lo siento.

- ¿Por qué habrá mentido?

- No lo sé. ¿Tal vez no quería preocuparlas? ¿Dónde está él, Mel?

- Si no hablaban, entonces tampoco sabes lo que le pasó. Ya decía yo que era raro que no vinieras a verlo.

- ¿Qué le pasó? - pregunté alterado.

Mel me llevó un par de pisos arriba luego de que el doctor me diera el alta. Nos paramos frente al cuarto número 346 y yo me temía lo peor. En cuanto entré lo vi y mi corazón volvió a latir como si estallara dentro de mi cuerpo.

Jimin estaba recostado mirando por la ventana, tan inmerso en sus pensamientos que ni siquiera notó que llegamos.

- ¿Hermano?

Mel - dijo, sin dejar de mirar por la ventana - el color del cielo está muy bonito, ¿no crees?

- Supongo, sigue siendo el mismo de siempre, azul - dije, intentando ser gracioso y entonces giró su rostro, bastante sorprendido de verme.