Capítulo 19

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¡Advertencia! Este capítulo contiene escenas explícitas y trata un tema complicado por lo que se recomienda discreción.

Junio 23

Ha pasado casi una semana desde que hablamos de eso. Seguimos jugando, pero ya no me ha pedido hacer algo más fuera de un beso o un abrazo. Lo veo más tranquilo y menos distante. Intento ser cariñoso con él, pero cuido mi forma de ser en varios sentidos. Lo llamo amor, cariño, bebé, Minnie... y lo tomo de la mano o lo abrazo cuando me lo pide, pero procuro mantener mi distancia para no incomodarlo.

Ahora todo tiene tanto sentido que es hasta es enfermizo. No he podido dormir bien desde lo que me dijo. No mencionó quién ni cómo fue, pero lo agradezco, pues si supiera su nombre no podría contenerme... la verdad, tengo miedo de lo que sería capaz de hacer.

Son casi las 3 de la madrugada y sigo sin poder conciliar el sueño. No he dejado de mirar al techo desde que me acosté.

- ¿Jungkook? ¿Estás despierto?

- Sí, Minnie. Dime.

Enseguida se baja de su cama y se acuesta a lado mío.

- No puedo dormir - acurruca su cabeza sobre mi pecho y me rodea con sus brazos. - Creo que no debí decirte.

- Sí debiste.

- No. No quería preocuparte y ahora ni siquiera tú puedes dormir.

- Estaba a punto de hacerlo.

- No mientas.

- Bien, pero eso no importa, Minnie.

Me miró sonriendo.

- ¿Sabes? Me he sentido mejor desde que te lo dije - comenzó a hacerme leves caricias en mi abdomen - como si me hubiese quitado un peso de encima.

- Me da gusto, bebé - me mira sorprendido. - Lo siento, olvidé decir la palabra.

- Acción.

- Esa.

- No, me refiero a que quiero jugar, ¿tú quieres?

- Claro, ¿por qué no?

Se acomoda mejor y vuelve a acariciar mi abdomen trazando círculos más grandes cada vez.

- Tengo que confesar algo... - continuó.

- ¿Tienes o quieres?

- Quiero... de hecho es algo que he querido decirte hace mucho tiempo.

- Entonces dilo...

- Ok, pero no vayas a sacarte de onda o algo por el estilo.

- Está bien.

- ¿Lo prometes?

- Sí, lo prometo.

Me mira, mordiéndose el labio. Se nota nervioso.

- Creo que soy... bisexual.

Lo miré, no sé ni qué expresaban mis ojos pero no podía dejar de verlo.

- Prometiste que no te sacarías de onda.

- ¿Estás hablando en serio o sólo es parte del juego?

No dijo nada.

- Ok, no sé cómo tomar eso - dije en automático.

- Es enserio. - Lo miré de nuevo.

- ¿Por qué me dices esto? - Lo miré, intentando no incomodarlo.

- Porque sé lo que sientes por mí y quería que lo supieras.

- Entiendo - "¿Cómo te diste cuenta?" Quería preguntarle pero sentí que no era el momento.

Diario de un chico perdido (Kookmin, jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora