t w e n t y n i n e

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La semana en la hospital había sido difícil. Las pequeñas complicaciones con el bebé y una infección repentina en JeongIn, hicieron que todo se vuelva un caos. Estuvieron rodeados de enfermeras que atendían el estado de los dos, tuvieron que coser de nuevo la herida en el abdomen bajo de Jeongin porque algunos puntos se habían desprendido causando una leve infección.

Hyunjin juraba que el bebé era un pequeño angelito que no causaría muchos problemas, sin embargo, se dieron cuenta de las potentes cuerdas vocales del pequeño bebé. Jeongin no podía cargarlo gracias a su nueva incisión en el abdomen, y Hyunjin tenía que hacerse cargo del bebé cuando la enfermera no lo llevaba a darle de comer o a darle un baño. Fue un caos, a veces recibía ayuda de la misma enfermera que lo regañaba por dormir en la camilla con Jeongin o también el novio de su padre, que al parecer el bebé se llevaba muy bien con él.

Cuando no recibía ayuda, tan solo le quedaba implorar a cualquier dios para que el mocoso durmiera. Jeongin se reía de el todo el tiempo, no podía reírse a carcajadas porque su abdomen dolía, pero cuando no aguantaba la risa reía sin parar.

A Hyunjin le importaba Jeongin, tanto que no había una sola noche que no la pasará junto a él. Se había preocupado en desmedida cuando a Jeongin le dio fiebre a causa de la infección, nunca lo había visto tan enfermo. No admitiría que lloro por un momento en el baño.

Llevaba sus libros a su habitación designada y estudiaba mientras Jeno dormía. Jeongin lo escuchaba como si comprendiera y asentía cada que Hyunjin le daba su opinión con respecto a un tema legal.

Pasaron una semana más de lo previsto en el hospital y a la segunda semana, salieron con un bebé en sus brazos.

Abrieron la puerta del departamento donde —desde ahora—comenzarían a vivir. Era el departamento que el padre de Jeongin le había ofrecido a su hijo para poder vivir. El padre de Hyunjin se encargó de amueblarlo y arreglarlo esas dos ultimas semanas que estaban en el hospital, trasladando las pertenencias de Hyunjin y Jeongin al departamento, además de todas las pertenencias del bebé que tenían en casa de Jeongin.

—Quedo muy lindo, hyung— Jeongin caminó con cuidado al pequeño sofá en medio de la sala con Jeno en sus brazos. Aún le era difícil movilizarse, pero podía dar pasos sin desestabilizarse.

Hyunjin llegó atrás de él junto con su padre—Woo...—dijo sorprendido—, ¿papá cuánto te costó todo esto?— Hyunjin miro todo el departamento.

—Toda tu universidad—su padre dejo el maletín del bebé en una mesa. Hyunjin lo miró con horror haciendo que el mayor riera—. Ahora tendrás que trabajar para mí por el resto de tu vida, mocoso engreído.

Hyunjin estaba apunto de responder mal, pero llego Ten con una pequeña pañoleta roja en la cabeza desde la cocina, saltando y riendo al ver a Jeongin junto al bebé en brazos.

—¡Jeongin!—gritó el mayor sentándose a su costado con la mirada puesta en el menor y el bebé— Mira que lindo que está el departamento ¿No es así? Yo mismo elegí los colores y muebles.

Jeongin dirigió su vista por todo el departamento —Muchas gracias, hyung. Quedó muy lindo.

—Dejé algunas cosas en la cocina, y arreglé la habitación del bebé, dejé muchos peluches en ella. Espero que te gusten.

—Estoy seguro que me encantarán, no sé cómo agradecerles todo esto— sonrió, Ten acarició con delicadeza la pequeña mejilla del bebé y sonrió.

—Me gusta ayudar, y más si es por ustedes. Johnny quiere mucho a su hijo y a ti, y sé que también ama mucho a Jeno, se parece mucho a Hyunjin— rió bajito, tratando de que los dos que estaban conversando frente a la puerta no los escucharan—. Cualquier cosa que necesiten no dudes en llamarnos ¿sí?

𝙎𝙝𝙝𝙝 ꒰HyunIn꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora