𝙎𝙝𝙝𝙝 ꒰HyunIn꒱

E x t r a 1| Changlix

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Mientras los días pasaban y las semanas transcurrían sin importar, cada rastro de esperanza en el corazón de Felix se iba como las hojas en otoño.
Habían intentado tanto, que la idea de poder formar una familia se volvía un deseo cada vez más lejano.

Intentaban e intentaban pero nada resultaba; se rindieron al pasar un año. Felix lloraba por las noches y ChangBin no sabía que hacer. Hace poco habían visitado uno de los mejores hospitales y la respuesta seguía siendo la misma: Felix no podía tener bebés. Culparon su falta de responsabilidad de hace años, el cuerpo del menor no podía gestar. La doctora les explicó que cuando Felix tuvo el embarazo, su frágil cuerpo no soporto tantos daños, además que su anatomía presentaba dificultades para poder gestar.

Felix quedó derrotado

Esperaban un milagro sin creer en alguien, seguían intentando con miles de opciones, pero nada resultaba. Fue un año duro, tanto así, que abrió una herida que hace mucho había cerrado. Los problemas, peleas y lágrimas llegaban como un gran tornado a su relación. Habían días en los que Felix no soportaba ver a sus amigos y simplemente los ignoraba, tanto así, que no iba a la universidad para no escuchar como hablaban de sus hijos.

Llegó el tiempo en donde parecía que su cuerpo y estabilidad emocional se habían destruido tanto que todo lo que pasaba a su alrededor no importaba. Felix se acostaba en el sillón y dejaba que las horas pasaban, ignorando los llamados de su madre o de ChangBin.

Y era lo que pasaba justo ahora. Felix estaba acostado con mantas cubriendo su cuerpo mientras veía una serie en la televisión la cual no le tomaba importancia alguna. Limpió su rostro con sus dedos al darse cuenta de las recientes lágrimas que había derramado.

Escuchó como la puerta de la casa que compartía con ChangBin se abría. No observó quien había entrado sabía que era ChangBin, escucho como las llaves eran dejadas en la pequeña repisa al costado de la puerta, también como unos tenis eran retirados y dejados en el suelo.

Sintió una mano acariciar su hombro como su pidiera permiso para poder tocarlo, pero no hizo nada, ni siquiera se movió.

—Felix... —ChangBin lo llamó— Estoy en casa, mi vida.

No quitó las sábanas de su cuerpo, se quedó ahí sin responder, dejando que las palabras del mayor volarán. Era irrespetuoso por no responder, pero no tenía ánimos de formular palabra alguna, aunque quisiera hacerlo no podía, su garganta estaba seca y no podía  pasar saliva; todo su cuerpo dolía.

ChangBin suspiró y se sentó a un lado del sillón, tomo la frágil mano que sobresalía de la sábana y la acarició sin ser muy invasivo con el espacio personal del menor.

—No preguntaré si estás bien, pero tan solo quiero que me digas si quieres hablar o no. Sabes que estoy aquí— suspiró nuevamente al no escuchar ninguna respuesta del menor—. Pase por el restaurante de la madre de Minho, traje pizza— alzó un poco la bolsa. Felix no levanto la mirada—. Iré a ducharme y cambiarme, espérame despierto, Lix— dejo un beso en su cabeza y subió a la habitación no sin antes dejar la bolsa de comida en la mesa de la cocina.

El menor escuchó como unos pasos apresurados subían por la escaleras y recién pudo destapar su rostro de las sábanas. Se sentó con cuidado en el sillón y retiró todas las sábanas que aún cubrían su cuerpo. Se paró y caminó como podía hacia el baño principal que se encontraba en el primer piso.

Vio su rostro en el espejo, su cabello rubio estaba desordenado; le faltaba un retoque a sus raíces, su rostro tenía rastros de lágrimas y sus ojos estaban levemente hinchados; era un desastre. Decidió darse una ducha lo más rápido posible antes de que ChangBin bajara y no lo encontrará.