2. Noche Ajetreada

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—Empiezo a creer que tienes seis años.

Jungkook se relame los labios y vuelve a abrir la boca, Yoongi toma la comida con la cuchara y al dirige hacia el Omega que está medio echado en su nido. No puede exigirle que haga nada, pues será totalmente inútil y más desastroso que hacerlo el mismo. Da una pequeña risilla al verlo con las mejillas llenas y algo sucias. Toma una servilleta, lo sujeta del rostro y limpia. Jungkook mantiene los ojos cerrados durante esto. Al terminar parpadea y vuelve a abrir la boca.

—Es tierno de todos modos. —Admite, sin poder quejarse como quisiera solo por fastidiar. Aunque da un resquicio de consciencia en esa cabeza. Es divertido torturarlo o avergonzarlo. No obstante, en momentos así le cuesta.

Es su niño y dentro de lo que cabe, quisiera evitarse el hacerlo sentir mal.

Toma el último plato, con trozos a medio cocinar de carne de diferentes partes y animales. A veces le da un poco de asco que Jungkook pueda comer eso hasta crudo. No obstante, es necesario en su dieta natural. Es una desgracia que la doctora se lo afirmara como un bien. A final de cuentas, Jungkook no deja de ser más carnívoro que omnívoro.

— ¿Solo falto yo?

—Creo que sí—responde mientras Jungkook mastica un trozo de corazón—. Hoseok no se ha asomado por el balcón en varios días y tengo clarísimo que Jimin hace ya tiempo está. Que celo más largo. Debería terminar en poco o ni siquiera esos dos van a poder con los kilos menos.

Le causa gracia que Namjoon y Jin bajan de peso si pasan un celo. Mucho ejercicio.

Lastimosamente ahora también le pasa a él. Tiene menos barriga desde que Jungkook anda con sus hormonas alborotadas... casi siempre.

— ¿Y si nos dejan? —pregunta asustado—. Y si- —Mastica lo que Yoongi le da.

—No nos van a dejar. Tengo los boletos de todos porque solo yo tengo para imprimir aquí—afirma relajado con el tema—. Si bien es mejor que te apures, cálmate, a tu ritmo y como siempre. Quien importa eres tú.

Hace un puchero y mantiene las mejillas llenas de comida. Yoongi deja los platos vacíos a un lado y espera a que termine de masticar. Jungkook se angustia por cualquier cosa. Tan tonto está que incluso lo preocupa la mancha en una de sus plumas. Así de ridículo. Yoongi tiene su enorme disgusto de ver el nido. Su ropa sudada, pelaje que suelta hecho pequeñas bolas de pelusa en el sitio para brindar mayor aroma.

Encuentra casi ridículo los nidos, pero bien, incluso los Vamp Omega lo hacen.

Pasan un par de días más hasta que se despierta a mitad de tarde escuchando ululeos frustrados. Baja del techo y avanza rascando su barriga mientras bosteza. Al asomarse en la puerta encuentra a Jungkook acurrucado con sus plumas hinchadas como si estuviese recién bañado, intentando quitarse la ropa como está.

—La vas a romper. —reprende con cuidado. Jungkook solloza y aprieta las piernas, con las manos entre estas.

—Yooooooooongiiiiiiii... Yoongi, Yoongi—gimotea a medida que se acerca y lo sienta—. Yoongi.

Le quita poco a poco las prendas de vestir. La parte inferior está húmeda a rabiar y es que Jungkook se lubrica en exceso. No se va a quejar. Es un buen punto. Sobre todo cuando de repente al Omega le entra la gana de subirse sobre el Alpha, queriendo penetrarse a sí mismo sin conseguirlo por las barreras de tela en medio. Yoongi le acaricia la cintura y besa en el cuello, erizándole toda la piel y arrancando tiernos gemidos junto a ululeos de su nombre.

Las caricias de su parte van en aumento, con sus alas haciendo tenues rasguños a la espalda y brazos de Jungkook, este recuesta la mejilla en la cabeza de Yoongi, lloriqueando y gimiendo por sentir los dientes en esa zona tan sensible, luego en su clavícula e instalándose de forma breve en su pecho.

Aurora || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora