Aurora || BOOK 4#

17. Alphas desorientados

— ¿Estás seguro de que salir de esta manera es buena idea? Se que-

—Hay que ir. Es todo.

Haberse espabilado debido a un tumbo en el vínculo es la peor cosa que puede pasarle a nadie. Imaginan que Yoongi debe estar en un estado similar. Si bien la lluvia es un problema, para quienes están haciendo tanto jaleo es irrelevante. Ellos no saben nada de Jimin, deben creer que se quedaron escondidos por miedo y ya, no porque el pavorreal está incapacitado para salir con semejante lluvia.

No merma, pero no aumenta y eso ya es suficiente. Por fortuna pudieron rodear –casi atascándose-, el árbol que se cayó afuera del motel. Van con lentitud y es que hay demasiados baches en la vía como para arriesgarse a que la prisa y las ansias los lleven. Jin ve a Namjoon de reojo, que sigue crispado y rasguñándose de vez en cuando el labio con uno de sus colmillos.

Casi rompe la cama debido al sobresalto. Saben que Jimin está cerca. Son capaces de sentirlo. El problema es que está muy nervioso y asustado. Incluso adolorido ¿Qué pasa exactamente? Es un misterio. No tienen un vínculo lo suficientemente fuerte para lograr saber con exactitud.

Si fuese entre Yoongi y Jungkook lo más seguro es que si lo supiera. Tuviera una manifestación en sí mismo como se vio en el aeropuerto.

Brota sus brazos, con un frío casi extremo de repente. Se hunde más en el asiento y mir por la ventana a la lluvia copiosa. Hace líneas en el vidrio empañado y vuelve hacia Namjoon, tomando aire y apretando los labios.

— ¿Crees que estén bien?

—No.

Necesitaba que le mintiera diciendo que sí. Y no, Namjoon es tan jodidamente sincero que ni siquiera para hacerlo sentir bien ahora puede hacerlo. No toma la cuenta del tiempo que demoraron en llegar a la casa a mitad de la nada con un pequeño terreno. La lluvia ha disminuido de manera considerable. Les da mala espina que la puerta esté abierta, sin cerradura y algunas luces encendidas.

—Jimin estuvo aquí. Eso por seguro. —concluyen al sentir el hedor concentrado. Huele a lluvia, cualquiera podría confundir una cosa con la otra. No obstante, teniendo ya tanto tiempo viviendo con él y estar vinculados los hace saber la diferencia.

Jimin huele un poco a bebé.

A pichón.

Y bien, en sus términos, él es su pichón.

—tal vez arriba.

—Oye no-

Jin se apresura a subir las escaleras, con sus alas siendo tan grandes tumban algunos cuadros en las paredes. Entra en la habitación abierta y un chirrido horrible se escapa de su boca, retrocediendo. Namjoon intenta subir las escaleras sin mucho éxito. El espacio es muy estrecho y debe apretujarse para intentar cruzar. Al llegar Jin lo choca para querer salir. Logra ver por encima de él. Arruga la expresión.

Huele a sangre, hay dos cuerpos tirados en el piso, uno femenino con cortes horribles en la espalda. Seguramente tenía alas. Logra ver muchas plumas blancas.

—Vámonos. No están aquí. —asiente, con la misma dificultad que subió baja y no toca nada más. Suben al auto, estando un poco mojados y aun la sensación de congelarse. Namjoon tose un poco antes de recostar la cabeza del volante.

—Si no están aquí ¿Dónde están ahora? No podemos empezar a conducir como tontos sin siquiera saber a qué dirección.

—Bueno...—La lluvia es apenas una llovizna leve—. Debieron huir por el bosque. Quizá están ahí.

—andar a ciegas. Me fascina el plan. —bufa sarcástico y Jin se encoge de hombros.

— ¿Qué más podemos hacer? No tenemos pistas y esta zona apenas tiene señal, no me imagino como será ahí dentro—rasca su cabeza incómodo—. Tenemos que intentarlo al menos. Vamos a sentir que nos acercamos en todo caso, así que será como usarnos de GPS.

Namjoon rueda los ojos y es que realmente no hay muchas opciones que elegir. Arranca y busca un lugar donde la presencia de Jimin se le haga más fuerte. Que el tirón afloje consecuencia de la cercanía. Es una forma un tanto complicada, pues pueden pasarlo por alto o bien, perderse de todos modos.

. . .

— ¿Puedes caminar?

—Sí, sí puedo, solo dame un minuto...

Nunca había sentido sus pulmones tan apretados. Intenta caminar, pero a los pocos pasos se cansa y debe detenerse a descansar para tomar aire. La cabeza le duele, los ojos le lloran y arden. Jungkook se rinde con ello, subiéndolo a su espalda y caminando con este a cuestas. No van a avanzar si sigue esperándolo.

Tal vez tampoco vaya a mucha velocidad así, pero peor es nada. Jimin se aferra a él, mareado y con dificultades para respirar. Aún está muy mojado y marrón por la tierra que usaron para cubrirse. Trina sin sentido, muy bajo y apenas armonioso. Jungkook logra distinguir la carretera y se precipita hacia ella. Los seguirán buscando en el bosque y en los árboles, no al lado inverso de la carretera.

—Namjoon...

Se detiene un instante, sorprendido de que lo nombre en el desvarío. Mira a los lados ¿Estarán cerca? Tal vez por eso l está nombrando. Continúa andando, esta vez más lento. Quizá si fueron por ellos ya hora están de camino. Respinga por una bocina. Vale, no se dio cuenta de que estaba tan en medio de la carretera.

—Namjoon...

—Debe estar por aquí, tranquilo.

Puede sentir la piel caliente. Está enfermo. Huele a ello. Tal vez haya algo de camino donde pedir medicina. Así sea lo más simple para aliviarlo un poco. Lo arregla de mejor manera antes de bostezar. Tiene sueño. Deben ser las ocho de la mañana y bien, con tanto ajetreo se siente muy cansado.

Podrá dormir después, se convence de ello. Cuando no tuviera ropa húmeda y lodosa encima, sus plumas embarradas y el mismo sabor a metal en el paladar. Jimin lo abraza para no caerse, siendo un momento muy apropiado para ello. Pues el menor no quiero otra cosa para alejar los pensamientos tormentosos.