Rosa

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Desperté gracias a la luz solar filtrándose por la ventana y dando de lleno en mi rostro, me senté sobre la cama y mire desconcertada el desastre que hay en la habitación... Ropa por aquí y por allá, además de que solo una sábana está cubriendo mi cuerpo y eso, por un momento, me aceleró el corazón pero después recordé lo ocurrido anoche... Con Alice... Ella y yo... juntas... En esta cama... ¡Carajo! ¿¡De verdad ocurrió!?

Me levanté de golpe de la cama envolviendo mi cuerpo en una bata blanca, fui casi corriendo hasta el baño donde procedí a ponerme histérica... ¿Lo hice? O más bien... ¿Lo hicimos? ¿Ella me dijo que me amaba? ¿Cierto o solo fue un sueño? ¡Dios! ¡Tengo que buscarla! Me lave el rostro con un poco de agua para poder despertar completamente, me mire al espejo y pude notar un brillo extraño que ayer no estaba ahí más opte por no profundizar mucho en el y mejor enfocarme en lo que debo, abrí la puerta del baño y me paralice al ver a Alice con una bata rosada sobre su cuerpo, su cabello un tanto desordenado, una preciosa sonrisa pintada en sus labios y una rosa blanca en sus manos.

Buenos días -se acercó a mí y depósito un beso efímero en mis labios-

Hola... -dije en un susurro apenas audible-

Esto es para ti -me tendió las flor que traía entre sus manos, yo tomé el obsequio y sonreí enternecida por el gesto-

Es muy bonita... -dije mientras acariciaba los pétalos blancos de la flor- gracias...

Tómalo como un agradecimiento... -tomo una de mis manos y beso el dorso-

¿Agradecimiento? -enarque una ceja confundida-

Por haberme confesado lo que sentías, por abrirme los ojos a lo que yo siento, por venir hasta acá conmigo apesar de que tenías trabajo que hacer... y por lo de anoche -sonrió con dulzura-

No tienes que agradecerme por las cosas que yo también estoy disfrutando... -afirme sonriente-

Puso sus manos en mi cintura y me acerco a ella para después besarme, de nuevo regresamos a ese beso lleno de dulzura y movimientos suaves con el que empezamos, pero eso lejos de molestarme, me parece sumamente tierno.

Te amo... -susurro cuando cortamos nuestro beso y unimos nuestras frentes-

Mi corazón se aceleró al escucharla decir eso y una enorme sonrisa apareció en mis labios, me sentí extasiada por escuchar esas palabras salir de sus labios... Saber que me corresponde es la mejor sensación del universo, por fin la tengo... Por fin... Pero apesar de que el sentimiento es mutuo, aún hay mucho camino por recorrer.

¿Que pasará apartir de ahora? -pregunte mientras la observaba-

Pues... ya no puedo casarme con Bastian ¿Cierto? -negue divertida- lo hablaré con el cuando regrese... Por ahora prefiero no perturbar su calma

Cancelaste la boda... Yo creo que eso perturbo su calma -asintió seria- ¿Estás bien?

Si, es solo que no me aparece justo para el... Me dedico tanto tiempo de su vida y al final solo va a ser una perdida de tiempo -suspiro pesadamente- ni siquiera sé como se supone que se lo voy a decir... ¿Cómo le digo que estoy enamorada de mi mejor amiga y no de el?

No lo sé... Tal vez solo debes decir lo que sientes, por qué no veo la forma de que puedas disfrazar la verdad para que se vea más rosa -susurre- las historias de amor reales no son como las de las películas... Algunas veces tienes que romper un corazón para no romper el tuyo

¿Estarás conmigo cuando todo esto exploté? -pregunto casi suplicante-

Por supuesto -bese su mejilla- yo siempre voy a estar a tu lado...

Gracias -sonrió de nuevo y me pude anotar un punto por hacerla sonreír- ¿Vamos a desayunar?

Claro, pero tú no puedes entrar a la cocina -dije divertida-

Eres cruel, pero justa -dijo con una seriedad que me hizo reír- ¿Y si mejor salimos? Es un día muy bonito y estamos en la playa, es ridículo estar aquí encerradas, ¿Verdad? -asentí dándole la razón-

¿A dónde propones ir? -pregunte mientras dejaba la rosa sobre la cama y me dirigía a sacar mi laptop para descargar los archivos que necesito-

Pues... aquí cerca hay un restaurante italiano -puse la laptop sobre la cama y la encendí-

Perfecto -le sonreí- pero primero debo tomar una ducha...

Puedes tomarla conmigo -la mire y ella sonrió con picardía-

Me encantaría -devolví la sonrisa- solo dejo descargando los archivos que necesito y te alcanzó ¿Si?

Claro -mando un beso al aire antes de entrar en el baño-

Busque los archivos que necesito, los dejé descargando y me dirigí a la ducha a acompañar a mi chica... Vaya... Mi chica.

Narra Zoe//

Ya te dije que no tengo idea de dónde está Alice -suspire exasperada-

Pues no pudo esfumarse en el aire, Zoe -afirmo- ni siquiera Tara sabe dónde está, y ni ella ni Giselle responden mis mensajes...

Pues tú la hiciste enojar, Bastián... -dije sería-

¡Oh, vamos! ¿De verdad creen que voy a aceptar ese cuento de que ella está enfadada por qué no le respondí el teléfono? -cuestiono molesto- 

Es lo que ella me dijo -afirme-

Hay otro motivo... Esta pasando algo más y voy a descubrirlo -suspiro- regresaré mañana después de dejar a alguien a cargo aquí, si hablas con Alice por favor avísale que voy a regresar -sin más termino la llamada-

¡Carajo! -entre a Messenger y me dispuse a enviarle un mensaje a las chicas-


Chicas, no quiero arruinar su momento pero Bastián me llamo.

Esta muy nervioso e incluso dijo que regresaría mañana.

Si pueden llámenme.

Necesitamos saber que haremos.

Me recargue en la silla de mi escritorio a esperar una respuesta.
Todo esto está muy mal, si Bastián regresa va a arruinar todo lo que le ha costado tanto trabajó construir a Giselle y no es justo, espero que para este momento Alice ya tenga claro lo que quiere... De lo contrario todo esto será un completo caos y Giselle será quien más herida salga de esto. 

Mi Querida DamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora