Mi Querida Dama

Para Olvidarla

Dicen que cuando te enamorás verdaderamente de alguien ese sentimiento tarda mucho en desaparecer... Yo creo que eso solo es real en ciertos casos por qué el amor puede llegar a ser muy complicado. Hay personas que olvidan rápidamente apesar de que su amor si fue intenso, otras que tardan mucho en olvidar, otras simplemente no quieren dejar ir ese sentimiento y hay otras que simplemente jamás olvidan... Estas últimas solo aprenden a vivir con ese constante dolor en el pecho y poco a poco este se vuelve uno mismo con ellos, ese sentimiento si permite que vivas tu vida, pero aún así no deja de estar ahí presente como un constante pensamiento de lo que fuiste con esa persona que se volvió el universo ante tus ojos y de lo que ya jamás podrás volver a ser.

¿Segura que vas a estar bien? -pregunto Zoe por décima vez- puedo quedarme contigo... No me molesta

No, estoy bien... Creo que necesitó estar sola para poder pensar y desahogarme... -apenas sonreí-

Está bien -suspiro- pero promete que me vas a llamar si algo ocurre, Giselle

Te lo prometo -me abrazo con fuerza y luego se fue detrás de Agnes y Noah que ya habían salido del departamento-

Yo también me voy -afirmo Catherine poniéndose dónde estuvo Zoe-

Si, gracias por traerme -recibi un beso en la mejilla que me hizo sonreír momentáneamente-

No fue nada, me alegra haber estado contigo en ese momento... -tomo una de mis manos- tal vez no confías en mí, pero igual sabes que puedes contar conmigo

Si -ella me sonrió- nos veremos pronto...

Claro, no pienso dejar que te hundas en tu depresión por siempre... Pero te dare un par de días, ¿De acuerdo? -asenti ligeramente- bien... Te veré después -dijo antes de irse también-

Cerré la puerta de mí hogar y el silencio me recibió en ese lugar que hace tan poco tiempo presenció mí confesión de amor para Alice. Sin duda lo que hice se siente como lo correcto, se siente como algo que debía pasar y como algo que yo siempre supe que pasaría... Algo que trate de evitar y de negar, pero que siempre estuvo ahí tan claro ante mis ojos y sin que yo quisiera aceptarlo, pero el hecho de que fuera algo que tarde o temprano iba a pasar no quita el hecho de que me duele infinitamente que haya ocurrido, más aún después de que por unos breves instantes pude probar la dulzura de los labios de Alice, el sonido de su voz al decir que me amaba y esa dulce mirada enamorada que me obsequio... Es más difícil renunciar a la infinita felicidad cuando ya la probaste y supiste lo especial que hay en ella. Sin duda hace un tiempo lo que estoy haciendo no sería una opción... Yo hubiera dado todo lo que soy y lo que tengo por qué las cosas entre nosotras hubieran sido diferentes, por qué ella me amara tanto como yo la amo y por qué no hubiera una tercera persona interfiriendo en esta historia... Me hubiera encantado casarme con ella, formar un hogar, verla crecer en su carrera y que ella se volviera la musa de mis fotografías, pero ahora ya comprendí que no puedo aferrarme a ella... No puedo seguir rompiendome el corazón con la esperanza de que algún día Alice se de cuenta de todo lo que he hecho y por fin me deje ser alguien realmente importante en su vida, estoy agotada mentalmente y lo cierto es que ya no puedo seguir con lo mismo.

Me fui a encerrar en mí habitación, entre a la ducha y rápidamente me desnude para entrar en la regadera; en cierto momento el agua cálida se volvió una con las incesante gotas saladas que bajaban por mis mejillas sin dar tregua sintiéndose muy amargas e hirientes en mí pecho; cuando termine de ducharme me seque las lágrimas y decidí qué esa sería la última vez que lloraría... O al menos ya no lo haría por ella, por qué sin duda la amo, pero llorar por ella ya no es algo que pueda permitirme, ambas tomamos nuestras decisiones y ahora solo queda seguir con ellas hasta el final, apesar de que nuestro amor jamás se nos vaya a olvidar.

Narra Alice//

Estoy conduciendo a mí casa mientras trato de ya no llorar más, no tengo por qué seguir llorando... Ya todo acabo y aunque me duela, ya no hay nada más que hacer... Se terminó no solo el efímero romance que sostuve con Giselle, sino que también se terminó esa larga amistad que nos unió durante todos esos años, y me duele, es tan difícil asimilar que todo esto es por qué no pude tomar una decisión, y es doloroso pensar que no solo perdí a una persona, yo lo perdí todo... Perdí al amor de mí vida, a mí confidente, a mí primer amor y más que nada perdí a mí mejor amiga en todo el universo... Eso duele de una forma tan intensa que ni siquiera podría describirlo con palabras.

Llegue a mí casa y de inmediato me di cuenta de que el auto de Bastián está estacionado aquí, me adentre en la enorme casa propiedad de mis padres y el castaño apareció en la sala de la casa.

¿Que haces aquí, Bastián? -pregunte con la voz rasposa por llorar tanto-

Te llamé a tú teléfono y jamás respondiste, pensé que había pasado algo -respondio serio- y... por tu semblante puedo darme cuenta de que si paso algo

No tienes que preocuparte por mí... -susurre poniendo la mirada en el piso blanquecino- no creo que me lo merezca...

No sé trata de eso, si así fuera créeme que ya no me preocuparía por ti, pero mí amor por ti es más fuerte que mí furia... -lo sentí acercarse a mi- ¿Quieres contarme que ocurre? -negue con la cabeza- es... ¿Sobre esa otra persona? -asenti lentamente- puedes contarme...

No es justo que lo haga -de pronto sus manos tomaron mí rostro y me hicieron observarlo-

Cuéntame... -sonrio ligeramente-

Mí indecisión está lastimando más de lo que creía... Te herí y también a el... -solloce- y lo peor es que no es que no sepa lo que siento por qué eso está muy claro, pero me entristece tener que herir a alguien...

Debes de pensar en ti misma, Alice... -suspiro- debes ponerte por encima de los demás cuando se trata de un asunto del corazón, por qué nadie más va a vivir con tus decisiones... Puedes fingir si eliges a alguien a quien no amas, pero no puedes fingir contigo misma -acaricio ligeramente mí mejilla- haz lo que te haga feliz...

Tal vez ya es muy tarde... -dije tratando de hacerme pensar que ese «Tal vez» es cierto-

O tal vez no... -afirmo mirándome con una sonrisa-

Pero en el fondo yo sé que ya es muy tarde para quedarme con quién realmente amo... Ella se fue y no me queda más que aprender a vivir con su ausencia.