Mi Querida Dama

La Fiesta

Para la comunidad LGBT hay muchas cosas que son complicadas... Casarte no es legal en todas partes, formar una familia aún es un derecho que nos es negado y salir a la calle no siempre es seguro para nosotros... Ser uno mismo no debería ser tan complicado, pero lo es por culpa de mucha gente que ni entiende que no estamos enfermos y no somos malos. Salir de el clóset es una de esas cosas difíciles para nosotros, es aterrador tengas la edad que tengas... Jamás es fácil abrirte de esa forma con alguien que no sabes que tan bien o que tan mal va a tomarlo, es muy complicado encontrar las palabras correctas para decirlo, por qué apesar de que sepas que no haces nada malo, la realidad es que la sociedad está tan jodida que te da miedo decir que amas a alguien de tu mismo sexo.

¿Estás bien? -pregunto la morena mientras conduce a casa de sus padres-

Si, estoy emocionada -sonrei-

Yo también, pero no puedo negar que estoy nerviosa... -admitio- ¿Puedo pedirte algo?

Por supuesto -la mire curiosa-

Pase lo que pase... Promete que vas a tomarlo con calma y que vas a quedarte a mi lado -susurro casi entristecida- solo quiero estar segura de que... estaremos juntas...

No te preocupes, yo voy a estar contigo pase lo que pase ¿Okey? -asintio-

Admito que me tomo desprevenida su petición... ¿Ella piensa que sus padres van a odiar nuestra relación? ¿Solo está asustada o ella sabe algo que yo ignoró? La verdad es que su comentario solo hace que me ponga más nerviosa, pero en este momento ambas tenemos que mantenernos calmadas, nuestra salida del clóset será fuerte y bastante extraña tomando en consideración que todos nos ven como las mejores amigas que no son novias, no se besan y... esas cosas.

Alice estacionó el auto afuera de la casa de sus padres, se quitó el cinturón de seguridad y luego me miró.

¿Lista? -negue- me alegra saberlo por qué yo tampoco lo estoy... -se inclinó ligeramente en su asiento y yo hice lo mismo haciendo que quedáramos más cerca una de la otra- te amo...

Te amo también -bese efimeramente sus labios-

Ahora sí me siento lista -afirmo- ¡Vamos por todo! ¡Les demostraremos que somos la mejor pareja de todo el inútil universo!

No pude evitar reírme de sus boberías, ambas salimos de el auto, no supe si debería tomar su mano de una vez así que opte por no hacerlo, pero su plan era diferente pues sin pensarlo me tomo de la mano con una sonrisa plasmada en sus labios. Entramos a la casa y fuimos directamente al jardín de dónde sale música a un volumen algo bajo y se escuchan los murmullos de la gente, cuando salimos al jardín como por arte de magia todo se quedó callado y tranquilo mientras nosotras caminábamos hacia la gente, mis deseos de llorar se hicieron presentes hasta que note algo... La gente nos mira con curiosidad claramente, pero más que nada creo que nos miran con ternura como si estuvieran felices de vernos juntas, ¿Que debería pensar de eso?

Giselle -dijo la madre de Alice saliendo de algún lado con su esposo detrás de ella- ¡Ay! ¡Que lindo verte, nena! -me abrazo con fuerza-

¡Mamá! -gritoneo la morena-

A mí también me alegra verla -afirme-

Buenas tardes, Giselle -dijo el padre de la morena- un gusto verte

Igualmente -sonrei- pero pensé que llegarían conforme avanzará la fiesta... -mire a Alice y ella solo sonrió tensa mientras su madre la mira emocionada por alguna razón-

Alice me llevó a conocer a la mitad de los invitados que no conocía presentándome solo como «Ella es Giselle», al rato llegaron Zoe, Noah y Agnes... No entendí la presencia de está última ya que Alice la odia, pero supongo que debe haber pasado algo de lo que no me enteré entre ellas mientras estaba separada de la morena. La fiesta empezó a transcurrir con calma, no vi en Alice la intención de mencionar que somos novias, tampoco es que nuestra entrada haya dejado mucho a la imaginación, pero pensé que sería algo más... explícito.

¿Y Alice? -dije en cuanto regrese del tocador-

No sé, olvide mi GPS, Elle -dijo Zoe con diversión-

Vi que se fue con sus padres -dijo Agnes-

Ah... -me límite a solo responder eso mientras buscaba a la morena con la mirada-

La vi en uno de los extremos del lugar junto a sus padres y a su hermana, ella me miró y me regaló una sonrisa.

Hola... ¿Me pueden regalar un minuto de su atención? -dijo la morena en voz alta-

Todos la miraron mientras el lugar se sumía en un silencio muy profundo.

A todos les debió parecer extrañó que hace apenas unas cuantas semanas yo estaba próxima a casarme con alguien y hoy llegué de la mano de alguien completamente diferente, ya todos conocen a Giselle... Mi mejor amiga -sonrei- pero ella ya no es solo mi mejor amiga... -me hizo una señal para que fuera con ella y yo solo negué-

¡Ve con ella! -dijo Zoe dándome un empujón para que avanzará-

No me quedo más remedio que caminar hasta la morena, ella me tomo de la mano y sonrió con tranquilidad.

Yo... no tenía idea de lo que quería, estaba confundida y no me siento orgullosa de los el hice cegada por mis miedos -pronuncio mientras me miraba- pero ahora estoy segura de lo que quiero... Quiero a esta chica en mi vida, como mi mejor amiga y como la mujer que amo -un par de lágrimas bajaron por mi mejilla- por eso hice está fiesta en su honor -la mire sorprendida-

Lo siguente me pareció sacado de una película, la morena saco de algún lado una caja de terciopelo rojo y al abrirla me mostró un brillante anillo.

No puedo arrodillarme -sonrio- pero... Giselle... Preciosa... ¿Te gustaría no ser la dama de honor y mejor ser la otra novia? -se mordió el labio ligeramente- ¿Te casarías conmigo?

Mi corazón latió como si no hubiera un mañana y las lágrimas bajaban por mis mejillas con intensidad mientras ella esperaba una respuesta a su petición de pasar toda una vida juntas...