Mi Querida Dama

Mi Novia

Tengamos una cita -dijo la morena con esa actitud deslumbrante de siempre-

¿Que crees que hacemos? -enarque una ceja-

No es una cita, ver películas aquí sentadas es lo que hacemos siempre -afirmo- quiero hacer algo nuevo contigo... Ir al cine, salir a cenar o ir de fiesta

Eso también lo hacemos siempre -dije confundida-

¡No seas tonta, Elle! -me golpeó con una almohada- trato de decirte que quiero que salgamos como novias, sin más excusas y sin escondernos...

¿De verdad estás lista para eso? -pregunte- no quiero que te sientas presionada... Yo solo no quiero que te beses con un chico y luego vengas a besarte conmigo, eso es todo

Pues ya no haré eso -afirmo- y creo que si estoy lista, después de todo ya decidí decirles a mis padres y lo demás es lo de menos

Bueno, tú mandas -bese sus labios efimeramente- salgamos a una cita, solo pon el día y la hora

Hoy, ahora mismo -se levantó de su asiento y me miro-

Estamos entusiasmadas, ¿Eh? -me levanté yo también-

Si, tener una novia es nuevo y que mi mejor amiga sea mi novia es todavía más nuevo -rio ligeramente- además quiero salir contigo antes de que tenga que regresar a trabajar el lunes -admiti-

Esta bien, entonces saldremos a tener una cita normal y sin escondernos -bese sus labios- solo déjame ir a retocarme el maquillaje, ¿Si?

Claro -sonrio-

Me fui directo a mi habitación con una enorme sonrisa en los labios, pero la verdad es que no podría estar de otra forma cuando todo lo que siempre quise se hizo realidad en cuestión de tan poco tiempo, por qué puede parecer que ha pasado una eternidad, pero la verdad es que apenas han pasado algunas semanas desde que Alice llegó a decirme que se había comprometido con Bastian y han pasado demasiadas cosas en este corto período de tiempo... ¿Quién diría que Alice estaría enamorada de mi y justo ahora estuviéramos apunto de salir en una cita? ¡Es maravilloso! Y sin duda aún nos falta mucho camino que recorrer antes de ser felices, apenas ayer resolvimos todo, pero sé que estaremos bien.

Retoque mi maquillaje, tome mi bolso con todas mis cosas y luego salí al encuentro de mi preciosa novia... Mi novia...

¿Por que sonríes? -pregunto con curiosidad mientras se acercaba a mi-

Cosas... -tome su mano y así nos encaminamos hacia la puerta de mi departamento-

¿Que clase de cosas? -salimos del departamento y segundos después subimos al ascensor-

No seas tan preguntona -rei-

Algún día tendrás que decirme -afirmo dándose por vencida por el momento-

Pude decirle la razón de mi sonrisa, pude decirle que pensar en ella como mi novia fue suficiente para enternecerme y hacerme sonreír a más no poder, no es un pensamiento malo, pero sin duda aún no estoy del todo lista para que sepa con cuánta intensidad la amo... Sé que ella y todos los que saben de mi amor por ella saben que mi amor es grande, pero no creo que de verdas tengan una idea de lo inmenso y fuerte que puede ser... Por qué si, por un momento no fue mas fuerte que mi miedo o mi orgullo, pero es lo suficientemente fuerte como para romper con esas dos cosas con tan solo una explicación.

Subimos a su auto y nos pusimos en marcha a dónde sea que piensa llevarme.

Mañana es la fiesta de mis papás -dijo nerviosa-

¿Ah, si? -enarque una ceja- no pensé que fuera tan pronto...

Necesito decirles lo más pronto posible... Ya estoy harta de ocultar que encontré al amor de mi vida y es una mujer maravillosa -quise llorar al escucharla decir eso-

Pues está bien, mañana será entonces -sonrei-

Admito que saber que mañana saldré oficialmente del clóset es bastante aterrador, antes jamás había tenido la intención de hacerlo "público" mas que nada por miedo a que Alice se diera cuenta de mis sentimientos, prefería mantener mi sexualidad como un secreto muy bien escondido hasta que tuviera la fuerza para confesarme con la morena, pero ahora que la bomba explotó y nosotras terminamos juntas lo más normal sería decir que lo estamos, por qué ella tiene razón... Yo también estoy harta de esconder lo que siento, ya no quiero hacerlo y aunque revelarlo sea algo aterrador, lo cierto es que nada puede ser tan malo si al final del día puedo tener un beso de sus labios.

Al final terminamos en un restaurante bastante elegante, es un lugar bastante normal para una cita.

Vendré cuando estén listas para ordenar -dijo el mesero con una sonrisa amable para luego alejarse-

Me centre en el menú viendo todas las opciones, la verdad no conozco muchos de los platillos por qué no acostumbró venir a lugares como este, pero supongo que puedo ordenar algo que ya sepa que es para poder comer en paz.

Hey... Gisi... -susurro la morena, aparte la vista del menú y la mire- ¿Dónde están las hamburguesas? -rei ligeramente por su comentario tan infantil-

Es un misterio, mi amor -ella me miró divertida-

¿Tampoco sabes que ordenar? -negue- ¿No que?

No, no sé que ordenar -admiti-

¿Vamos a Mcdonalds? -susurro-

Claro -me levanté de la mesa y luego ella lo hizo conmigo-

Salimos del restaurante tan rápido como nos decidimos a no comer ahí, una vez afuera estallamos en risas.

De verdad quería traerte a un lugar elegante y digno de una reina, pero no acostumbró venir a estos lugares -me tomo de la mano y empezamos a caminar por la acera-

No tienes que esforzarte tanto, Ali -afirme- no necesito venir a restaurantes caros, yo soy feliz viéndote comer esas hamburguesas que tanto amas

Solo quiero... -se detuvo y se quedó callada-

¿Que cosa? -pregunte-

¿Has visto el capítulo en The Big Bang Theory donde Leonard le dice a Penny que no quiere ser el pan integral que ella se come por qué es bueno para ella, sino que quiere ser la dona de chocolate que ella come por qué le encanta y la disfruta? -pregunto con total seriedad-

Ah... Claro, si lo he visto -sonrei por su referencia-

Pues es justo lo que yo quiero, no quiero que te quedes conmigo solo por qué soy buena o por qué piensas que luchaste mucho por mi como para rendirte... Yo quiero que te quedes por qué me amas, por qué disfrutas estar conmigo y quieres más tiempo a mi lado -tomo mis manos entre la suyas- quiero enamorarte todos los días... Que te sientas amada y protegida, que cuando te sientas triste pienses en venir a mi y que un abrazo mío sea tu refugio... Quiero amarte sin medida, Giselle...

Pero si ya eres todo eso para mí, Ali -me inclines besarla sutilmente-

No respondió nada, su sonrisa lo hizo por ella. Ese día fuimos por una hamburguesa y luego regresamos a mi departamento a dormir abrazadas.