[ERICK]
—Si no me sueltas, no podré llegar a mi casa. —reí entre dientes.
Aferrándose a mi cintura con sus brazos, Joel pegó su cuerpo al mío totalmente y comenzó a caminar por la calle. Su rostro estaba enterrado en mi cuello, besandolo sin descanzo, lo que me tenía preocupado ya que al estar caminando de espaldas no podia ver el camino y el castaño oscuro estaba demasiado ocupado para prestarle atención la mismo.
Tomando un mechón de su oscuro cabello en un puño, le di un tirón para que se alejase. Una idea terrible ya que eso solo me ganó un rugido y que el chico me mordiera el cuello suavemente. Había descubierto que a Joel le encantaba morderme, como si al dejar una huella en mi piel pudiese marcarme o algo parecido. No me molestaba, no realmente, sus mordidas no eran dolorosas. Y además, siempre que sus dientes aparecían, seguidamente aparecias sus suaves labios y eso era increible.
—Joel, alguien podría... ahh —gemí—. ¡No hagas eso!
—¿Lo que? —preguntó inocentemente antes de volver a morder la piel detrás de mi oreja, un escalofrio recorrió mi cuerpo con la sensación—. Punto caliente, ¿eh?
—El unico caliente aquí eres tu —reí—, sueltame que alguien podria vernos y nos meteriamos en un lío.
—Si se atreven a meterse contigo, rodaran cabezas.
Suspiré cuando sus labios se movieron a mi mejilla, llegando finalmente a mi boca. Sus manos se movieron a mi culo, apretandolo mientras me levantaba y me obligaba a rodear su cintura con mis piernas. Estabamos haciendo un espectáculo público y el chico no parecia tener ningun inconveniente en ello. Dios, me arrepentiría de eso luego. Cuando saliese de casa y todos mis vecinos se me quedaran mirando como si hubiese tenido sexo loco en sus jardines delanteros.
Me separé de su boca, intentando detenerle pero sus labios me siguieron, comenzando un segundo beso. Bien, un par de besitos no le harian mal a nadie. No era nada de otro mundo, la nieta de nuestra vecina se enrollaba con su novio en el el jardin trasero de su casa, que nosotros nos besaramos en la calle no era peor que eso, ¿verdad?
El sonido de un motor acercandose logró que abriera los ojos de golpe. El atisbo de color azul hizo que mis alarmas se encendieran como las luces de un faro. Usando mi destreza de bailarin, me zafé de los brazos de Joel y caí al suelo sobre la punta de mis pies, escondiendo mi rostro en su camiseta en el momento justo en que la camioneta azul de la vigilancia comunal llegaba a nuestro lado.
—Jovenes. —reconocí la voz como la del señor Marqués, quien vivia al final de la cuadra y era amigo de mi abuela. Mierda, joder, maldición, esto era malo—. Les voy a pedir que dejen las demostraciones de afecto para un lugar más privado, los niños podrian verlos.
Ugh. ¡Que vergonzoso! Dios, alguien que me pegue un tiro, porfavor. -pensé sintiendo mi rostro en llamas.
—Señor Marqués —la voz de Joel ya no era tan dulce—. Siempre es un placer verlo, Tony le manda saludos.
La forma en la que dijo la última palabra logró que levantara la mirada. El rostro del hombre se habia puesto tan pálido que podía personificar al fantasma de la opera sin necesidad de maquillaje. Asintiendo enfáticamente, el hombre mayor le hizo un gesto al conductor, quien tambien parecia ser uno de los vecinos, y se marcharon por la cuadra.
Me quede mirando como la camioneta doblaba la siguiente cuadra y desaparecia por ella antes de girarme hacia Joel, quien sonreia inocentemente.
Fruncí el ceño.
—¿Qué fue eso?
—Nada —me guiñó un ojo—. Solo digamos que ser un Spirit Fire tiene sus ventajas.
—Presiento que tú abusas de esas ventajas, ¿me equivoco?
—Solo aprovecho la fama que me he creado —se encogió de hombros antes de pasar un brazo sobre mis hombros y comenzar a caminar en dirección a mi casa—. Si la vida te da limones, haz limonada. Si la vida te da una mala fama, aprovechala.
Rode los ojos, escuchándolo reir.
En el momento en que mi casa quedo a la vista, me giré hacia Joel. Este miró la casa con una mirada de decepcionada antes de volver a mirarme.
—No quiero dejarte todavia —confesó, besando mi nariz de forma tierna—. ¿Puedo entrar a hurtadillas?
—Mh-hm —negué—. Nos meteremos en problemas si te atrapan.
—Diré que estaba buscando a mi perrito perdido.
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𝖒𝖎 𝖕𝖊𝖖𝖚𝖊ñ𝖔 - joerick (adaptación)
FanfictionFire Spirit es la banda de motociclistas más peligrosa de todo México. Compuesto por cinco miembros, Joel es el segundo al mando. Cuando los enemigos de Joel amenazan la vida de Erick, nuestro motociclista tendrá que elegir entre seguir con su fach...