Capítulo veintiuno.

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[JOEL]

—No bebas eso. —quité la copa de la mano de Erick en el momento en que la llevaba a su boca y la deje sobre la barra.

El chico se giró hacia mi con el ceño fruncido—. ¿Por qué?

—Porque no debes beber nada a menos que yo te lo dé. Es peligroso que lo hagas, no sabes lo que le pueden poner a la bebida sin que te des cuenta.

—Pero esa me la dio Richard. —replicó.

—Con más razón —dije—. Richard es un peligro en potencia, piccolo, no tengo idea de lo que le pidio al barman.

Erick miró de mi a la copa y nuevamente a mi, sus ojitos llenándose de preocupación—. ¿Crees que Richard quiere hacerme daño?

—No, pequeño —negué—. Él no quiere hacerte daño pero a veces hace cosas sin pensar, puede hacerlo sin darse cuenta.

Asintiendo el moreno se movio más cerca de mi, metiendose en el hueco de mi brazo mientras la gente seguia moviendose a nuestro alrededor. Habia tenido que espantar a cinco tiburones en la media hora que llevabamos allí. Erick era como una luz en la oscuridad y los malditos eran como bichos -bichos muy feos y desagradables- que seguían la luminosidad del niño. Eso era malo, estaba a punto de golpear a alguien.

—Tengo sed, Jowy. —Erick dijo contra mi cuello, elevando la voz para hacerse escuchar.

—Te conseguiré algo. —acepté mientras le hacia una seña al barman. Ed era nuestro nuevo barman, ya que habia tenido un par de roces con el anterior y lo habian tenido que sacar cortesmente. El pelirrojo se deslizó hasta nosotros en cuanto vio que le hacia señas y me sonrió.

—¿Que les sirvo?

—Un refresco. —pedí.

El fruncio el ceño—. ¿Solo eso? ¿No vas a pedir nada para ti?

Negué—. Hoy no, solo el refresco.

—Está bien. —se encogio de hombros y se movio detrás de la barra.

—No tienes que dejar de beber por mi —Erick levantó el rostro hacia mi—. Sé como cuidarme solo.

—Lo sé, piccolo, pero no quiero estar mareado luego —expliqué—. Debo manejar, ¿recuerdas?

Asintió suavemente en el momento en que Ed dejaba el refresco frente a él sobre la barra y volvia a sus clientes. No tenia ninguna intención de darle alcohol al chico, no queria tener problemas y además sabia que la primer borrachera era la peor y no iba a dejar que el niño la pasara dentro de un bar abarrotado de buitres esperando una presa facil.

Erick se pego a mi como una lapa en cuanto terminó su refresco y lo guié nuevamente a la pista. Ya ni siquiera bailabamos solo lo abrazaba y nos balanceabamos suavemente. Unos minutos despues, el moreno levantó la mirada hacia mi y sonrió.

—Debo ir al baño —anunció—. ¿Me seguiras allí tambien?

—Cariño, he estado esperando para que dijeras eso. —reí, logrando que rodara los ojos hacia mi.

Haciéndome camino por la masa de gente en la pista, guié al moreno hasta los servicios, los cuales se ubicaban a un lado de la barra. Metiendo la cabeza dentro de la habitación, me aseguré de que no hubiese nadie en medio de un acto impudico antes de dejar entrar a Erick quien hizo una mueca de fastidio en mi dirección antes de dirigirse a uno de los cubiculos y cerrar la puerta en mi cara.

—¿En serio, Erick? —chillé—. ¿Esperé todo este tiempo para ver la madera de la puerta?

—¡Es todo lo que conseguiras, Pimentel!—gritó desde adentro—. Disfruta de la vista.

—Sabes, siempre puedo ver sobre la puerta.

—Haces eso y le diré a Kaled.

—Ja. Suerte con eso. —me burle.

—Entonces le dire a Suri que le diga a Kaled. —mierda, ahí si estaba perdido.

Cruzando los brazos sobre mi pecho, me apoye en una de las paredes y me quede mirando los azulejos mientras esperaba a que el moreno saliese del cubiculo. Unos minutos despues, la puerta se abrió y el niño me sonrió mientras se dirigia al lavabo. Lo seguí como un perrito, abrazandolo por detrás mientras se lavaba las manos.

Su vista subio, nuestras miradas se unieron a través del espejo y sonreí. Nos veiamos bien juntos, tenia que aceptarlo.

—¿Qué haces? —preguntó Erick, frunciendo el ceño al espejo cuando comencé a mirar mis dientes.

—Reviso mis caries.

—Que asco —rio—. ¿Tienes que hacerlo aquí?

—¿Por que no? —me encogí de hombros. Estaba haciendolo por gusto, no tenia ninguna carie pero sabia que al chico le fastidiaria mi conducta.

—Porque no —me dio un codazo—. Deja de hacer eso.

Rei entre dientes, viendolo secarse las manos. Mi vista periférica vio un movimiento y todo mi cuerpo se puso alerta cuando escuché la cerradura de la puerta del baño cerrarse. Moviéndome lo más suave que pude, me coloque frente a Erick, tapandolo de la vista mientras me giraba hacia los dos tipos que habian entrado al baño detrás nuestro.

—¿En serio? —eleve una ceja—. ¿A caso Holmes no se cansa?

Uno de los tipos, un rubio de ojos negros me miró con una mueca—. Sal del camino —gruño—. Nos llevaremos al pequeño.
—Sobre mi cadaver. —gruñí.

—¿Joel qué sucede? —la voz de Erick se habia hecho algo pequeña mientras observaba sobre mi hombro.

—Nada, piccolo. —aseguré. Moviendome con rapidez, empujé a Erick dentro de un cubiculo y cerré la puerta—. ¡Quedate ahí hasta que yo...!

No logré terminar la frase cuando un puñetazo impacto con mis costillas. Volteandome arrojé una patada hacia el rubio, intentando alejarlo de Erick. Debía hacer tiempo, seguramente Kaled se daria cuenta de nuestra falta y vendria por nosotros.

El tipo se tambaleó hacia atras pero no tardo en recuperarse. Su compañero, un moreno de casi dos metros de estatura ataco al mismo tiempo y supe que no podria con ambos. Solo esperaba que se entretuvieran golpeándome y no llegaran hasta Erick.

Los golpes comenzaron a ir y venir e hice hasta lo imposible por alejarlos del cubiculo. Era una mierda que no hubiese nadie en el baño cuando ellos entraron y que la maldita musica cubriera los ruidos de la pelea. Una de las puertas de los cubiculos se hizo trizas cuando uno de los tipos tastabillo y la golpeo. Lo escuché caer dentro pero no logré ponerle demasiada atención ya que el otro me dio un puñetazo que me llevo al suelo, la patada en mi estomago no tardo en llegar.

La puerta del cubículo se abrio de repente y grité cuando Erick salió corriendo hacia mi. ¿El niño era tonto o que? Logró darle un puñetazo al tipo que me estaba pegando pero eso no logro nada ya que lo atraparon entre ambos antes de que pudiese hacer nada.

Mi cuerpo entero se quejo cuando me puse de pie pero no iba a dejar que se llevasen a mi pequeño sin más. Erick aun seguia peleando con el tipo que lo habia atrapado, gritando y pateando mientras lloraba mi nombre. Eso logro que me arrojara sobre el que quedaba solo y lo golpeara.

La puerta principal fue arrancada de sus visagras y nunca estuve más contento de ver a Richard y Dacel. Mi mirada se dirigio rapidamente a Erick y no pude evitar que algunas lágrimas se me escaparan cuando el niño escapo de los brazos de su atacante cuando Dacel lo golpeó y corrió hacia mi. Lo apreté en un abrazo, importandome poco mis heridas.

—Jo..el—lloriqueo—. Ellos... ellos...

—Shh, pequeño —pasé mi mano por su espalda mientras lo guiaba a la puerta. Kaled y Luis aparecieron por el pasillo y pasaron a mi lado cuando vieron mis heridas, dirigiendose directamente al baño, sabia que ellos podian encargarse de la situación por lo que no me moleste en mirar—. Todo esta bien ahora, Er.

—Ellos casi me llevan —gimoteo, su cuerpo entero temblando en mis brazos—. Ellos querian llevarme.

—Yo no iba a permitir que lo hicieran —aseguré.

Me miró entre lagrimas, sus mejillas humedas y sonrojadas—. Te lastimaron mucho.

—No es nada, piccolo —esa era la mentira del año, estaba seguro de que tenia varias costillas rotas pero no iba decirle eso—. No duele.

Se abrazo a mi, escondiendo su rostro en mi pecho—. No me dejes solo, tengo miedo.

Acaricie su cabello, murmurando palabras consoladoras en su oido. No tenia mucho que decir, no podia admitir que yo tambien tenia miedo. Eso habia estado demasiado cerca y si Richard y Dacel no se hubiesen dado cuenta de lo que sucedia seguramente se hubiesen llevado a Erick.

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Por si no os acordáis de quién es "Holmes" (al cual Joel menciona en este capítulo), en el capítulo 12 la banda lo nombra por primera vez:

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"Jerry Holmes era el dueño de The Boss, el bar que quedaba a unas seis cuadras del nuestro. El lugar era un burdel o al menos así era como me gustaba catalogarlo. El servicio era malo y el barman ni siquiera sabia hacer un trago, sin contar con el hecho de que el local apestaba. Aun así, antes de que The Shelter abriera sus puertas, era el bar más concurrido."

Debido a esto, Holmes procede a hacerles la vida imposible a la banda, acabando muchas veces en peleas callejeras o asaltos entre las dos bandas (como los que hemos visto en el capítulo de hoy)

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y ahora sí, se terminó por hoy.

me fastidia haberos dejado con un capítulo que no deja muy buen sabor de boca... pero bueno, mejores momentos vendrán para erick y joel... ¿o igual no? 🤔🧐

¡jajaja! lo sabréis en el próximo capítulo que espero actualizar mañana!

Ale

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𝖒𝖎 𝖕𝖊𝖖𝖚𝖊ñ𝖔 - joerick (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora