[ERICK]
—¿Puede uno de ustedes llevarme a casa? —susurré, pasando mi peso de un pie a otro mientras intentaba no ser consciente de que todos los presentes estaban mirandome con curiosidad.Richard fue el primero en reaccionar, sus ojos estrechados—. ¿Dónde esta Joel?
—Durmiendo —hice un gesto sobre mi hombro, indicando las escaleras—. No quise despertarlo, parece cansado y yo, de verdad, necesito ir a mi casa ahora.
—¿Sucedió algo? —Kaled estaba de pie cerca de la cafetera, con la cadera apoyada en la isla y una taza de café en la mano. Ninguno de ellos llevaba su clasica ropa negra, más bien parecian haberse caido de la cama, lo que tenia sentido ya que eran cerca de las 8am.
Negué suavemente mientras miraba la punta de mis zapatos con atención. ¿Como podia explicarles a los malos y duros motociclistas que estaba teniendo problemas para asimilar lo que habia sucedido la noche anterior? Solo quería ir a mi casa, acurrucarme debajo de las sabanas y olvidar que el mundo existia. No había podido dormir mucho durante la noche, Joel se habia quejado en más de un momento que mis movimientos incesantes estaban comenzando a dejar moratones en su cuerpo.
El rizado basicamente se habia encargado de arreglar todo, llegando tan lejos como para llamar a mi casa e inventar una excusa para que pudiese quedarme con él y no tuviera que enfrentar a mi familia. Pero mi inquietud no iba a desaparecer en un corto tiempo, necesitaba meterme en algun hueco, donde pudiese hacerme una bola y ordenar mis pensamientos antes de que me volviese loco.
—Ya veo —la voz de Kaled me sacó de mis divagaciones y levanté la mirada justo a tiempo para verlo dejar su taza dentro del fregadero—. Dejame ir por mi chaqueta y te llevo.
—Gracias.
—No es nada —aseguró, pasando a mi lado y alborotandome el cabello como si fuese un niño—. ¿Seguro de que no quieres hablar con Joel antes de irte?
—No, lo llamaré luego. —negué—. Solo... necesito ir a mi casa.
Kaled me observo por un segundo, como si estuviese buscando algo antes de asentir—. Está bien.
Pasando a mi lado, escuché sus pasos subiendo las escaleras antes de girarme hacia el resto de las personas allí. Suri era el único que no estaba presente y los demás ya habian dejado de prestarme atención para volver a hacer lo que estuviesen haciendo cuando entré. Era un extraño escenario, habia que admitirlo.
Ninguno de ellos se parecia al siguiente, eran tan distintos, no solo fisicamente sino que sus personalidades eran como el día y la noche pero se las arreglaban para funcionar como una familia. Una extraña familia.
Algo volo en mi dirección y por reflejo levante la mano y lo atrape, dándome cuenta de que era una manzana. Miré en la dirección de la que habia venido y me encontré con la mirada de Dacel.
—Ayer no quisiste cenar, al menos desayuna. —dijo con un tinte de autoridad en su voz mientras se acercaba a la mesa y se sentaba con los demás.
Richard aparto la silla frente a él con la punta de su pie por debajo de la mesa y me hizo un gesto para que me sentara. Mientras eliminaba los cortos pasos que me separaban de ellos, mi mente revivió la imagen del rubio con el arma en la mano luego de haberle disparado a Holmes. Sabia que el tipo se lo merecia pero jamás habia visto una escena así, es más, antes de esa noche nunca habia visto un arma en mi vida. Y eso parecía estar picando en mi mente de forma inscesante.
El cojin acolchonado de la silla hizo un bajo sonido cuando me deje caer sobre ella. Richard me dio una sonrisa torcida antes de girarse para prestarle atención a lo que Luis estaba platicando animadamente. Dacel por su parte, había tomado el periódico y estaba ojeandolo mientras dejaba caer algunos comentarios en la historia de Luis, quien al parecer estaba jactándose de haber arrojado fuegos artificiales a la casa de un tipo que habia osado hacer un comentario homofóbico frente a él. Dacel al parecer habia tenido que ver en ello, al menos como complice, por los comentarios que soltaba.
Girando mi mirada hacia la manzana, revalue todo lo que estaba sucediendo. ¿Valia la pena volver a pasar lo de la noche anterior? ¿Era tan valiente como para poner mi vida en la linea por estas personas?
¿Realmente queria formar parte de todo esto cuando sabia que a estos chicos no les temblaban las manos para levantar un arma en dirección a otro ser humano? ¡Lo habia visto con mis propios ojos! ¿Era esto lo que queria?
Mi mente hizo un remolino hacia todos los momentos con Joel. Las palabras susurradas, las caricias y las promesas hasta detenerse en un escena en particular. Había estado un tanto en shock mientras volviamos a la casa de los Fire Spirit pero aún recordaba el dialogo:
"—Hey, todo esta bien ahora. —Joel me apretó más fuerte contra su pecho mientras la camioneta se alejaba de la casa de Holmes—. Estás a salvo ahora, te lo prometo.
Asentí suavemente pero no aparte mi vista del cristal. Las luces de la casa pasaban como un borrón, el auto iba a una velocidada vertiginosa pero ni siquiera eso me importó. Mi mente estaba demasiado aturdida como para reunir las palabras suficientes y decirle a el loco-demente-fuera-de-si de Richard que bajara la velocidad. Así que solo me quede allí, quieto, mi mirada intentando encontrar otra cosa que pudiese enviar a mi mente en una dirección distinta.
Los dedos de Joel apretaron mi mandibula suavemente, obligandolo a mirarlo. Parpadeando suavemente, enfoque su rostro bajo las tenues luces que se asomban a través del cristal.
—Estarás bien. —susurró dejando un suave beso en la comisura de mis labios. Y la presa se rompió.
Lagrimas calientes bajaron por mis mejillas aunque intenté detenerlas cerrando los ojos. Hipe, antes de espetar:— ¿Cómo puedes prometer eso? Él puede venir por mi nuevamente, ¿entonces qué pasara?
—Te protegeremos. —Richard me miró a través del espejo retrovisor—. He estado jugando con un par de localizadores, podria poner uno en tu celular y en esa bonita medallita en tu cuello. Si te pierdes nuevamente sabremos donde buscar más rápido.
—Eso no me ayuda mucho. —negué.
—Es lo mejor que te puedo ofrecer, Erick —suspiró—. Esta es nuestra vida. La jodimos muchas veces en el pasado y lo estamos pagando ahora. Tenemos enemigos, gente que realmente quiere vernos muertos.
¿Todas esas historias que has escuchado de nosotros? La mayoria son reales.
—Richard. —advirtio Joel.
—Debe saberlo, J.—insistió—. Debe comprender que el peligro siempre va a estar en la puerta principal esperando a atraparlo desprevenido. Tu sabes perfectamente que es de esta manera.
—Estaré muerto en una semana. —gimotee.
—No, no lo estarás —contradijo Suri mientras a mi lado—. Nosotros estaremos contigo, nadie más te volverá a lastimar.
—Te enseñaremos a defenderte, jamás volverás a estar indefenso nuevamente. —aseguró Kaled desde el asiento del acompañante.
—¿Por qué? —susurré—. ¿Por qué tomarse tantas molestias?
—Porque eres parte de nuestra familia ahora, Erick —Kaled me observó entre los asientos delanteros—. Y nosotros cuidamos a nuestra familia con uñas y dientes.
—Y armas y balas. —agregó Richard."
Levantando la mirada, observé a mi alrededor con una nueva perspectiva. Estos no eran los matones que había creado mi imaginación durante la noche, no, estos eran los chicos que se habia arriesgado a morir para poder salvar mi tonto culo.
Esta tambien eran mi familia ahora.
—¿Apuestas, Erick? —la voz de Luis me sacó de mis pensamientos, sacudiendo la cabeza para aclararme lo miré con confusión. Él solo sonrió antes de hacer un gesto hacia Richard—. La rubia aquí dice que puede comerse el bote entero de mayonesa sin vomitar. Yo digo que no, Dacel que si, ¿que dices?
Miré a Richard quien ahora estaba concentrado intentando quitarle la tapa al frasco. Dios, que raros eran y yo que me quejaba de Sebas. Me encogi de hombros hacia Luis—. Digo que no llega ni a la mitad.
—¡Te haré comer esas palabras! —aseguró el rubio mirándome con el ceño fruncido—. ¿Como osaís dudar de mi talento?
—¿Osais? —Dacel elevó una ceja hacia él—. ¿Otra vez estuviste viendo esas tontas series medievales?
—No te metas con mis gustos televisivos, pedazo de idiota. —Richard empujó la silla de Dacel con el pie, enviándolo de espaldas al suelo.
La cosa hizo un sonido estrepitoso cuando toco las baldosas, seguido por un silbido extraño cuando el aire abandono los pulmones del castaño. Dacel murmuró una maldición mientras intentaba levantarse del suelo sin engancharse en la silla.
Miré hacia Richard—. ¿Tu que vas a hacer si pierdes?
—¿Que quieres que haga?
Inclinando la cabeza, pensé en ello un momento antes de soltar—. ¿Correr desnudo por la cuadra?
Cuando escuché los gemidos gemelos de dolor de Luis y Dacel me di cuenta de que habia sido un error decirlo. Richard me sonrió con entusiasmo antes de asentir—. Hecho, aunque no creo que nuestros vecinos se asombren. No van a ver nada nuevo.
Estaba a punto de preguntar a que se refería pero unos brazos rodeándome y levantándome de la silla me detuvieron. Joel se sentó en la misma antes de acomodarme sobre su regazo, dejando un suave beso en mi nuca—. ¿Por qué no me despertaste?
—Parecias cansado —me recoste contra su pecho—. No quería molestarte.
—Tu jamás me molestarias, piccolo. —incliné mi cabeza hacia un lado para poder mirarlo, recibiendo un suave beso en mis labios.
—Hey, que suerte que despertaste, culo perezoso —Kaled entró nuevamente a la habitación llevando su chaqueta en la mano, Joel le enseño el dedo medio causando que el mayor riera entre dientes antes de dedicarme una sonrisa—. ¿Aún quieres irte?
Miré a mi alrededor, acomodándome sobre el regazo de Joel mientras negaba con la cabeza—. No, ya no, perdón por molestarte.
—No lo hiciste.
Suspirando, miré como Richard comenzaba a comer la maldita mayonesa con una mueca de asco. Era increible que pudiese comer una cuchara sin hacer ahorcadas, eso era realmente impresionante y asqueroso a la misma vez.
Kaled colocó dos tazas de café frente a nosotros antes de sentarse a nuestro lado—. Debemos comenzaron con tus clases de defensa cuanto antes, Erick. —comentó.
—¿Quién me va a enseñar? —incliné mi cabeza hacia un lado.
Él miró a mi alrededor, evaluando a los demás pero fue Joel quien hablo—. Creo que Richard podria enseñarte a usar un arma y yo a pelear.
—¿Por qué no puedes enseñarme ambas cosas?
—Porque es una mierda disparando —se burló Richard, su rostro embarrado en mayonesa—. No podría pegarle a un elefante ni aunque estuviese desmayado, a un metro de distancia y tuviese mira infrarroja.
—No soy tan malo. —se defendió el moreno.
Richard lo miró un segundo, antes de encogerse de hombros—. Si te hace feliz pensar que no, adelante.
—¿Como aprendiste a usar un arma, Richard? —pregunté con curiosidad. El silencio le siguió a mi pregunta y supe que habia dicho algo incorrecto.
—Papá no estaba bien de la azotea —Richard se encogió de hombros—. Le gustaba cazar y quiso inculcarnos lo mismo desde que nacimos. Tuve mi primer escopeta con seis años y tambien recibí mi primer paliza por no atreverme a matar a un conejo con ella. El hijo de puta me golpeó con una fusta hasta que no logré levantarme, luego hizo de mi vida un infierno hasta que aprendí a disparar —hizo un gesto pensativo—. Me sorprende que no me haya disparado cuando le solté en medio de la cena que era gay, ¡Se ahogo con la sopa el hijo de perra! Dios, cómo lo disfrute.
Parpadee, intentando asimilar lo que estaba diciéndome y llegue a una conclusión. Richard estaba jodidamente loco y me alegraba mucho estar en su bando, no queria a un tipo como él intentando lastimarme. Algo me decia que Richard podia ser muy destructivo si se lo proponia.
—¿Estás de acuerdo en enseñarme? —dije luego de un momento, no queria que el chico reviviera malos momentos o alguna mierda de esa.
El rubio me guiñó un ojo—. Seguro, no hay ningun problema. —sonrió—. Solo espero que seas mejor que Joel, la primera vez que lo intento se disparo a si mismo en una pierna.
—¿Coumo rayos hizo...? —la mano del rizado en mi boca me detuvo.
—No preguntes, sólo no lo hagas.
El lugar estallo en carcajadas ante el tono de sufrimiento del moreno. Sonreí detrás de su mano antes de besar la palma, ganandome un nuevo beso en la mejilla.
—Hay algo que deberían saber —dije cuando todos se calmaron. Había estado dandole vueltas en mi cabeza toda la noche y sabia que debía decirselo en algún momento, ahora que los tenia a todos a mi alrededor parecia perfecto.
—¿Qué sucede?
—Cuando Holmes me llevó, me ató y me dejo encerrado en su despacho —hice un gesto vago con mi mano
—. Mientras estaba allí él entro, asi fue como supe que tenia planeado matarme.
—¿Qué hay con eso?
—Había otro tipo con él —miré alrededor de la mesa antes de caer en Kaled—. Él hablo de ustedes como si los conociera, fue extraño a decir verdad.
—¿Que quieres decir? —preguntó Joel.
—No sé —sacudí la cabeza sin saber como explicarlo—. Dijo algo como que ustedes eran insensibles, que nunca pensó que cambiarian. No lo sé, se escuchaba como si los conociese.
—¿Cómo se llamaba este tipo? —Kaled intervinó—. ¿Dijeron algun nombre mientras estuviste allí?
—Sí —asentí frunciendo el ceño mientras intentaba recordar—. Facir... Far... ¡Farid, ese era su nombre! Todo el color desapareció del rostro de Kaled mientras me miraba—. ¿E-estás seguro?
Asentí enfaticamente—. Sip, Holmes lo llamo así, estoy cien por ciento seguro.
Kaled se puso de pie, maldiciendo en voz baja. Joel lo miró con curiosidad—. ¿Qué sucede? ¿Quien es Farid?
Miré el intercambio de los hermanos con interés, todos estaban mirándolos con expectación. Kaled parecía estar debatiendo algo consigo mismo porque tardo bastante en responder y cuando lo hizo, sentí como el ambiente cambiaba drasticamente.
—Farid es el nombre de nuestro padre, Joel.»»»»
la historia de richard me dejó 🥺🥺🥺.
mañana subo el último capítulo y el domingo el epílogo, esto va llegando a su fin 😩
ale.
««««
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𝖒𝖎 𝖕𝖊𝖖𝖚𝖊ñ𝖔 - joerick (adaptación)
FanficFire Spirit es la banda de motociclistas más peligrosa de todo México. Compuesto por cinco miembros, Joel es el segundo al mando. Cuando los enemigos de Joel amenazan la vida de Erick, nuestro motociclista tendrá que elegir entre seguir con su fach...