[ERICK]
—Erick, psst. —una bolita de papel impacto en mi cabeza e hice una mueca de fastidio mientras me giraba a mirar a Sebas—. ¿Me pasas la cuatro?
Rodando los ojos, volví a mi hoja mientras giraba el lapiz entre mis dedos e intentaba recordar algo de lo que habiamos dado en clase. Me habia pasado la noche entera hablando con Joel sobre trivialidades, lo que habia derribado en que despertara tarde y perdiera mi oportunidad de estudiar para el examen de filosofía que tenia a primera hora.
Habia sido una verdadera tortura sacar a Joel de mi cama en la mañana. El chico se negaba rotundamente a moverse de debajo de las sabanas, alegando que tenia sueño y que el olor de mis sabanas era mucho mejor que el de su propia cama. Luego de media hora de jalones y ruegos, mezclados con besos rápidos que el chico me robaba, logré hacer que se levantara y lo empuje hacia la ventana.
La goma del lapiz de Sebas se clavo en la mitad de mi espalda nuevamente—. ¿Eso quiere decir que no me pasaras la cuatro?
Respirando profundamente, conté hasta diez y me repeti que Sebas no valia la cadena perpetua que me darian por ahorcarlo. Golpeando la punta de mi lapiz contra la hoja, dibuje una carita sonriente sobre el titulo antes de hacer un sorteo en mi mente y marcar la primer respuesta con opciones multiples sin siquiera leerla. No recordaba nada, ni siquiera valia la pena forzar a mi cerebro a que lo intentara.
Las luces de la pantalla de mi celular, reflejandose dentro del pequeño bolsillo de mi mochila, logro que mirara en esa dirección. Mis ojos se deslizaron hacia la profesora, la cual estaba sumida en los papeles sobre su escritorio, asegurandome de que no estaba prestando atención antes de inclinarme y tomar el aparato, escondiendolo rápidamente detrás del escritorio.
"No te asustes cuando suene la campana".
Fruncí el ceño hacia la pantalla, mirando a mi alrededor una vez más antes de escribir una respuesta.
"De que rayos hablas?"
"Y por que estas agendado como 'MiJoelin'?"
La respuesta no tardo en llegar y me dejo aun más confundido.
"Hablo de la alarma de incendios, cuando la escuches no te asustes" "Me tenias agendado como Mr. Gigolo, tenia que hacer algo!"
Rodando los ojos, solté un suspiro tecleando una respuesta en el momento justo que la alarma de incendios resonó en todo el lugar. Mi ceño se fruncio mientras miraba de mi telefono a la pequeña bocina sobre nuestras cabezas que producia un sonido ensordecedor.
Mr. Parker se levanto de prisa cuando todo la clase comenzo a inquietarse ante el sonido. La delgada mujer de brillante cabello blanco y rostro cansado, grito una orden sobre las voces de los alumnos antes de obligarnos a hacer una fila y dirigirnos hacia la puerta. Saliendo del salón de clases, observé como todas las demás clases seguian el mismo procedimiento antes de que comenzaran a guiarnos hacia la salida.
Estaba tan distraido intentando comprender lo que sucedia que casi me da un infarto cuando al pasar frente a los baños, alguien tomo mi brazo y me jaló dentro de la habitación. Una mano cubrio mi boca mientras sentia un cuerpo más grande pegarse en mi espalda. Intente chillar y retorcerme pero el fuerte perfume almizclado llego a mis sentidos, logrando que me detuviera.
Mirando sobre mi hombro, me encontré con la brillante sonrisa de Joel.
—Hola, piccolo. —saludo con una gran sonrisa.
Aleje su mano, mirandolo con confusión—. ¿Joel? ¿Que rayos haces aquí? ¿Como entraste? Mierda, no me importa, debemos salir de aquí, la alarma de incendios sonó y... —recordé el mensaje de golpe y me giré a mirarlo—. ¿Que hiciste?
—¿Yo? Yo no hice nada. —me sonrió todo inocente.
—Aja —rodé los ojos—. Ahora cuentame uno de vaqueros, ¿quieres?
El idiota comenzo a reirse como perro retrasado antes de tomar aire y encogerse de hombros—. ¿Quién iba a decir que fumar bajo uno de los detectores de humo activaria las alarmas?
—¿Estuviste fumando? —chille—. Espera, dejame reformular, ¿por qué rayos estabas fumando aquí?
—Tu no contestabas mis mensajes —hizo un puchero—. Me sentí ignorado así que invente una forma de sacarte de clase para poder secuestrarte y que me prestes atención.
—Estuvimos toda la noche juntos, ¿no te basto?
En el momento en que las palabras salieron de mi boca supe que me habia dicho algo equivocado. Joel sonrió como si se hubiese ganado la loteria antes de avanzar en mi dirección, retrocedi hasta chocar contra la puerta y su cuerpo se pego al mío al instante. Sus labios encontraron el hueco de mi cuello al instante, besando y mordisqueando la suave piel.
—Yo jamás tendré demasiado de ti —lamió mi cuello mientras sus manos se colaban bajo mi camiseta—. Siempre querré más y más.
—En algun momento te vas a aburrir —jadee—. Siempre sucede y entonces pasarás al siguiente.
—No hay siguiente —solté un gemido bajito cuando sus dedos se apretaron en mi cadera, sabiendo que seguramente quedarian marcados en mi piel—. La fila se termina en ti.
—¿Por qué?
—No lo sé. —acepto, apartandose para poder mirarme a los ojos—. Solo sé que eres lo que habia estado esperando y que no habrá nadie despues de ti.
—Eso es una afirmación apresurada —musité—. Nos conocemos hace solo un par de semanas.
—¿Que puedo decir? Soy un hombre decidido.
—No puedes asegurar que yo soy el útlimo para ti. Eres un mujeriego, Joel. —insistí.
—Lo era... entonces llegaste tu.
Aferrandome a sus hombros, intenté mantenerme firme en mi decisión pero era dificil hacerlo cuando sus labios estaban pegados a mi cuello como su fuera un jodido vampiro.
—¿Que pasa si encuentras a alguien mejor? —susurré—. ¿Y si uno de nosotros se enamora?
Chille cuando sus dientes se cerraron en la piel de mi hombro, sentí mi cuerpo entero estallar con dolor y una extraña sensación de electricidad pasar por todas mis extremidades—. Tu sei mio, piccolo, solo mio. — gruño contra mi piel en un perfecto italiano.
—Esta bien. —me aferre a sus hombros, sintiendo mis piernas debiles.
Mi respiración se sentía agitada y estaba cubierto en sudor de un momento a otro. Los dedos de Joel dejaron de clavarse en mi cadera para rodearme. Su mano llego al cuello de mi camiseta y lo jalo, pasando los dedos por la marca que habia dejado.
—Mierda, lo siento, Erick —susurró—. Joder, no debi ser tan rudo contigo.
—No —lo detuve—. Está bien, yo... creo que eso me gusto.
—¿Qué?
—Yo... —escondi mi rostro en su cuello, intentando ocultar mi verguenza—. Me corrí en los pantalones cuando me mordiste.
—¿Que?
—¿Puedes dejar de decir "Qué"? —pedí—Ya estoy muy avergonzado.
—¿Tu... te corriste?
—Aggh —asentí contra su cuello, mis mejillas tan calientes que parecian a punto de incendiarse.
—Tu sei perfetto per me, bello. —musitó en mi oido mientras acariciaba suavemente mi espalda y dejaba un beso en mi mejilla sonrojada—. Deberiamos escapar de aquí entonces, a menos que quieras tener clases en tu estado pegajoso actual.
Negué con la cabeza recibiendo otro beso de su parte antes de que abriera la puerta y sacara la cabeza, revisando el lugar antes de jalarme al pasillo. Por algun milagro de la vida, la puerta trasera estaba despejada por lo que pudimos salir corriendo por ella directo al estacionamiento donde Joel tenia estacionado su auto. Una vez dentro, el moreno encendio el motor y apreto el acelerador, alejandonos del instituto.
—Eres una mala influencia, Pimentel. —comenté—. Acabas de ser responsable de mi primer escapada.
—De nada —rió—. Quedate cerca de mi y habrá más violaciones a la autoridad en tu futuro.
Negué con la cabeza, intentando simular desaprobacion cuando en verdad queria reirme. Joel condujo por las calles de México por un largo rato antes de estacionar frente a una enorme casa de dos pisos que parecia ocupar la mayor parte de la manzana.
—¿Vives aquí? —pregunté, mirando el lugar por mi ventana.
—Sip —asintió—. No te dejes engañar por ella, sigo siendo un topo humilde.
—Tu no tienes un hueso humilde en ningun lugar de tu cuerpo.
—Hey, me ofendes —rió antes de mirar por la ventana—. La casa pertencio a mi madre, cuando murió nos la dejo a Kaled y a mi. Al principio pensamos en venderla, ya que es demasiado grande para solo dos personas pero luego Dacel se quedo sin casa y lo invitamos, Richard y Luis le siguieron poco despues. Suri fue nuestro már reciente integrante.
Asentí lentamente—. ¿Por qué viven todos aquí? ¿Que paso con sus familias?
Se encogio de hombros—. El padre de Dacel aposto todo su dinero en los caballos y los dejo en la calle, Dacel se vino a vivir con nosotros cuando el tipo desaparecio. A Richard su familia lo hecho fuera cuando supieron que era gay y Luis, él ni siquiera tiene un verdadera familia, es huerfano.
—¿Y Suri?
—El hijo de puta de su padre lo golpeaba —me miró directamente, la ira hirviendo en sus ojos—. Nos aseguramos que no volviera a hacerle daño a nadie más antes de sacar a Suri de allí y traerlo a vivir con nosotros.
—¿Y tu y Kaled? —incliné la cabeza—. ¿Donde esta su familia?
—Papá se fue cuando tenia cuatro. Mi abuela murio cuando tenia seis. Nuestra madre era la unica familia que teniamos —hizo un gesto ausente con la mano—. Murio cuando tenia dieciseis y Kaled se hizo cargo de mi.
Se arrojó fuera del vehiculo antes de rodearlo corriendo, abriendome la puerta y ayudandome a salir.
—Todas las personas importantes en mi vida se alejaron de mi tarde o temprano —musito—. Por eso soy tan posesivo con mis cosas, no me gusta que digas que lo nuestro no es real. Puede que solo dure una semana o lo que resta de nuestras vidas, no lo sé, pero quiero disfrutarlo todo el tiempo que me sea posible.
Lo miré por un segundo antes de asentir—. Creo que puedo entender eso.
—Gracias.—besó mi cabello—. Sabia que tu me entenderias, piccolo.
—¿Por que hablas italiano? ¿Tony te enseño?
—Mi madre era italiana —rió—. Tony solo fue una coincidencia extraña.
—Oh —asentí—. L'amore puó durare piú a lungo con voi cuore batte. Solo io amo e ti amo alo stesso modo, il mio amore.*
—É una promessa, piccolo. —sonrió brillantemente y por una vez agradeci mi insistencia en aprender idiomas.
••••••Traducción de lo que dice Erick al final:
*El amor puede durar tanto como tu corazón lata. Solo ámame y te amaré del mismo modo, mi amor.
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𝖒𝖎 𝖕𝖊𝖖𝖚𝖊ñ𝖔 - joerick (adaptación)
Fiksi PenggemarFire Spirit es la banda de motociclistas más peligrosa de todo México. Compuesto por cinco miembros, Joel es el segundo al mando. Cuando los enemigos de Joel amenazan la vida de Erick, nuestro motociclista tendrá que elegir entre seguir con su fach...