Primer encuentro ( 1 )

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Había pasado exactamente una semana desde que decidí mudarme a Ciudad Z ignorando los ruegos de mi padre para que me quedara viviendo con él, pues a pesar de que ya tengo diecinueve años para Atomic Samurai  siempre seguiré siendo aquella pequeña de diez años que se encontró vagabundeando en las calles.

Era una mañana tranquila, los rayos de sol se colaban por las rendijas de la ventana y las aves cantaban dándome los buenos días, nah ¿a quién engaño? en realidad me despertó el sonido de mi móvil al recibir una llamada de mi queridísimo y sobreprotector padre.

Lancé un suspiro cansado y me senté en la cama tallando mis ojos antes de contestar.

_¿Hola?_dije a medio bostezar.

_Hola mi princesa ¿cómo te ha ido viviendo sola?

_Bien, creo habértelo dicho ayer a las 11:59 de la noche cuando llamaste.

_Me alegro mucho, dime ¿tienes comida suficiente? ¿se te quedó algo cuando te mudaste? ¿necesitas algo? ¿te has topado con monstruos? ¿tienes hambre? ¿Necestitas dinero? ¿tienes novio? ¿alguien te está acosando? ¿hay algún hombre que se te esté incinuando? ¿quieres que tu padre vaya y le parta la cara?

_¡Otosan! [ ¡Papá! ]_grité media mareada por tantas preguntas a la vez_¡Ayer me preguntaste lo mismo y te dije que no!_respiré profundo para calmarme_Si llego a tener algún problema te aviso ¿vale?

Sé que se solo se preocupa por mí pero es obstinante que llame todos los días a todas horas y siempre con las mismas preguntas.

_Ok querida. Te llamaré luego.

_Hai [ sí ]_respondí con una gotita de sudor estilo anime antes de colgar.

Dejé el celular encima de la mesita de dormir que tengo justo al lado de mi acolchonada cama.

Gracias a mi salario como héroe de clase S pude comprarme un apartamento completamente de mi preferencia con todo incluído, además de que mi padre me ayudó un poco con los gastos en inmuebles y esas cosas.

Luego de buscar en mi armario opté por un short negro a mitad de muslo acompañado por una blusa sin mangas color rojo y unos botines negros.

Tomé la ropa y fui directo a darme una refrescante ducha fría de al menos veinte minutos.Me vestí con rapidez, agarré mi bolso, en el cual guardé la cartera y las llaves para luego salir de compras en busca de ofertas en rebaja.

Caminaba tranquilamente por las calles poco concurridas de la ciudad, quizás porque sea temprano o porque este lugar tiene fama de ser más atacados por los monstruos, sea como sea me mudé aquí estando al corriente de ello pues ¡qué mejor lugar para poder usar mis poderes sin necesidad de contenerme! Además de que puedo entrenar cazando monstruos.

Perdida en mis pensamientos por fin llegué al supermercado, me paseé por cada estantería mirando diligentemente los productos hasta que di justo con lo que estaba buscando ¡carne! y solo quedaba una, me puse de puntitas para alcanzarla puesto que la estantería era bastante alta, di un pequeño saltito y la tomé ¿qué esperaban? ¿que alguien la tomara antes que yo? ¡pues claro que eso no iba a pasar!

De camino a casa me encontré con Saitama, un héroe de Clase B rango 33.Aunque a mí no me puede importar menos su ranking, la verdad es que este tipo me cae super bien, le conocí un día de casualidad mientras trataba de encontrar un buen descuento de verduras.

_Hola Fire_dijo con su típica cara de poker.

_Hola Saitama_correspondí a su saludo con una sonrisa_Asumo que acabas de terminar las compras_dije al mirar que cargaba con unas cuantas bolsas.

¡Eres todo lo que detesto! |Zombieman| [ FINALIZADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora