~ Quizás... Debas prepararte
para vivir sin el
amor de esa persona~En su mente seguía aquel espantoso sonido. El como la camilla dónde llevaban a su madre chirriaba y la forma en que la luz parpadeaba mientras los médicos atravesaban aquel largo pasillo a toda prisa, su deber era salvar la vida de esa mujer, que al parecer todo apuntaba a un ataque cardíaco, no siempre se sale vivo se ahí.
La cabellera del joven caía y algunos mechones se encontraban atrapados entre sus dedos. Apoyaba su cabeza en sus manos mirando abajo. Llevaba un par de horas y los médicos no salían a darle alguna noticia del estado de su madre. Estaba solo, su padre llegaría en unos minutos pero por el momento debía consolarse él mismo. Era algo triste de ver.
Es increíble ver cómo la gente piensa que sus seres queridos saldrán bien, lo único que se pierde es la esperanza, ¿no? Pues ahí estaba Eren pensando en positivo. Su vista fijada en el suelo mientras susurraba palabras de calma para si mismo. No estaba preparado para otra pérdida, si Carla se iba él tendría que quedarse con su padre, ya era mayor de edad, sin embargo no tenía otro lugar dónde quedarse si su madre fallecía. No obstante, no debía pensar en eso, tenía que mentalizarse en que Carla estaría mañana como siempre preparándose para ir a su trabajo.
Desearía tener amigos en este momento. Darse ánimos solo era algo difícil.
—Eren...— se escuchó como respiraba con dificultad. Había corrido una maratón para llegar a ver el estado de su esposa.— No hay noticias hasta ahora.— habló el castaño con dejes de tristeza provocando el rostro desganado de su padre.
— ¿Qué había pasado?— interrogó al muchacho tomándolo de los hombros al mismo tiempo que lo obligaba a levantarse de dónde estaba sentado. Grisha estaba muy nervioso, tampoco quería perder a esa mujer, no ahora, después de haberse reconciliado.
— No me toques.— espetó con furia apartándose de su padre.— Estaba en el suelo sin respirar. No sé cuánto tiempo.
— Joder...
— Pero ya estás aquí.— clavó sus ojos verdes en los de su mayor. Portaba el ceño fruncido y un semblante enojado.— Sálvala.
Chocó su hombro con el de su padre mientras se dignaba a marcharse del hospital. No le apetecía estar ahí, era muy incómodo y su orgullo era demasiado grande, no soportaría estar mucho tiempo con Grisha.
Daría una vuelta, había avisado a su único "amigo" y para su suerte se encontraba cerca. Estar cerca de alguien como Connie animaría su estado un poco, o al menos lo distraería algo.
~
Cuándo pudo entrar en su hogar cerró sus ojos apretándolos. Fue algo como por instinto.
Había estado en el portal de su casa unos minutos pero se atrevió a entrar con todo su cuerpo temblando. Se abrazaba a si misma. No quería entrar. Podría haberse ido a casa de Sasha y no pasaría nada, o incluso con Annie, pero no. También quería enfrentar ese terrible terror que despertó ayer. No podía ver a su padre. Estaba desesperada, deseaba no encontrarse a ese hombre, de verdad no quería verlo de nuevo en toda su vida. Nadie en su sano juicio vende a su hija a unos hombres para hacer lo que quieran con ella. Mikasa lo sabía y entendió que nadie la quería en ese mundo, no era importante para nadie.
Visualizó por fin su casa. Había un completo silencio que la ayudó a calmarse pero que ella misma rompió mientras apretaba las mangas de la caqueta que portaba, era algo grande para ella.
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Entiéndeme {EreMika}
FanfictionElla era la única para él. Él era el único para ella. Los personajes no me pertenecen a mi mas la historia es mía. ❌ NO adaptaciones ni copias, me veré obligada a DENUNCIAR en caso de que ocurra.