Capítulo XIX

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~ No permitas separarte
de mi, pues sé que aquí
estás bien~

— Vaya, y ¿esa canción?

Los ojos del Jeaguer buscaron a la propietaria de esa voz y cuándo la encontró sonrió ligeramente a la chica.

Habían pasado ya unos días, en los cuáles, Eren comenzaba a acostumbrarse a la compañía de Historia. Incluso llegaron a pasar todos los almuerzos juntos, cerca de las escaleras que habían entre los grandes jardines. No podía negar que la joven le hacía sentir bien y a veces extraño, pero no encontraba alguna razón por la cuál alejarla, menos cuándo no veía momentos con los que estar con Mikasa, le irritaba pensar que ella realmente no buscaba nada con nadie, sin embargo, él no tenía derecho a juzgarla, debido a que sus pensamientos eran algo similares.

— No sé, no logró componer y el maldito trabajo de artes me tiene harto.— regañó entre dientes viendo cómo la rubia se sentaba a su lado.

— Bueno, todo es una mierda.— sonrió al castaño. Ella tampoco veía ninguna escusa para alejarse de él, tampoco pensaba hacerlo, sobretodo por la forma en que amaba verlo mirarla.— Por cierto, ¿De qué trataba ese trabajo?

— Eh... Tenía que hacerlo de una chica de clase.— llevó su mano a la nuca algo nervioso, no le gustaba hablar de Mikasa en esos momentos, se molestaba fácilmente.— Pero ella es muy complicada, a parte, mi obra a quedado suspendida por ahora, aún tengo un par de semanas.

Mmph...— asintió la rubia.— ¿Qué ibas a hacer?

— Una pintura, creo.— respondió dudoso.— Ya lo he empezado y me gustaría acabar, aunque ahora no pueda avanzar.— comentó logrando abrir un silencio entre los dos mirando como su contraria rebuscaba algo entre su mochila.— ¿Vas a hacer algo con Reiner?

— No. Ha dejado claro que no le importa una mierda que esté embarazada, por mi mejor, ni siquiera es el padre.— aquellas palabras dejaron de piedra al muchacho, e Historia miró su rostro paralizado y rió con ganas al verlo de así.— ¿No lo dije? Bueno, sucedió algo y aquí estoy. El año que viene íbamos a ir a la universidad y yo me encargaré de cambiar pañales, suena extraño.

— ¿Alguien te ha dicho eso?— murmuró Eren dándose cuenta del tono de voz de la rubia al arrastrar amargamente sus palabras.

— Marcel es muy pesado con estas cosas.— contestó logrando despertar algo en su acompañante. A decir el nombre del otro chico se llenó de rabia al recordar cómo se acercaba a Mikasa y como ella no hacía mucha cosa al respecto.

A unos metros de los dos estudiantes se encontraban otras dos chicas, justo pasando por ahí cerca.

Annie pudo escapar de las palabras de Berthold con la ayuda de Mikasa, quién estaba ahí cerca. Después caminaron cerca de los árboles de ahí mientras la rubia se disculpaba con la otra joven, ya que su pareja le había insultado cuándo trató de defender a Annie. Le parecía raro que no estuviese Armin cerca de su mejor amiga, así que Mikasa sintió que debía actuar.

— Esto me pasa por ayudar a la gente.— murmuró la Ackerman para ella misma. Desde que comenzó a relacionarse con más gente, a excepción de Sasha, había logrado tener más aliados pero seguía siendo mierda para ese instituto.

La asiática seguía llevando grandes sudaderas y capuchas para tapar su rostro. Al final iba a ser normal que su madre la golpease. No entendía qué le sucedía pero le echaba la culpa de que su padre hubiese desaparecido, pero no había escuchado la versión de su hija, la cuál era la que estaba sufriendo y no le importaba una mierda lo que le sucediese a su progenitor.

Entiéndeme {EreMika}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora