Capítulo XXII

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~ Por favor, no me hieras.~

-Creo que que estoy enamorado de ti.

Sus palabras sonaban como truenos en sus oídos, por cierto, algo que odiaba. Los escuchaba e inconscientemente llevaba sus manos hacia arriba para taparse las orejas, porqué no podía evitar sentir miedo ante esos fuertes sonidos que recorrían su cuerpo. Pero esto eran palabras. Eran simples estupideces que salían del mismo estúpido que tenía delante.

Mikasa abrió sus ojos enormemente. Cuándo dijo "te quiero" pensó que la apreciaba de forma simple, de humano a humana, pero después esa aclaración la había llevado a un estado de shock en el cuál no sabía ni quién era ni que hacer o responder. Ella también "quería" a Eren, pero, ¿estaba enamorada de él?

Analicemos, esas palabras podían significar cualquier cosa, ¿no? Total, el chico ya había pasado mucho tiempo con Historia y podrían haber tenido un intercambio de palabras así. Pero no tendría sentido. Entonces, podemos tomar otra cosa, Mikasa sin ser dueña de sus pasos, en aquel entonces se sintió irritada al ver ya cerca a esos jóvenes que incluso llegó a estar delante de ellos.

No, era imposible. Ella no era como la Reiss, una joven hermosa, ella tenía un color de pelo extraño, un cuerpo demasiado delgado en esos momentos, unos ojos rasgados a diferencia de otros, unas marcas en sus brazos, en su mismo cuerpo, por culpa de su madre y su padre. Nadie podía amar a alguien con esas características. Era demasiado irracional, tanto que quiso reír.

Pero se aguantó la risa.

"Pobrecito..." Pensó Mikasa. El manojo de nervios que en el que la cara de su contrario se estaba formando, eran de las pocas veces que lo veía actuar como un humano, otras simplemente era un robot, puede que cómo ella. Pudo apreciar el pequeño temblor en los labios de Eren y eso de alguna hizo que su pecho doliese, también observó sus bellos ojos de nuevo. Cielos, nunca sabría porqué eran tan bonitos, más aún acompañados de sus largas pestañas, aunque ahora se clavasen en los de ella, logrando lastimarla, seguía sin aprender como podría resistirse a esos. No debía permitirlo así que bajó sus pupilas evitando el contacto visual con el muchacho.

Bien, Eren se mataría ya mismo si la azabache no decía nada. Pero al intercambiar su vista con la de ella y ver cómo caía su mirada, supo la respuesta de Mikasa al instante.

- ¿Por qué?-murmuró llevando su rostro hasta la cabeza de la Ackerman, apoyando su frente en la de ella.

Las piernas de la fémina fallaban, sentía que iba a caerse en cualquier momento, sólo el agarre del chico la mantenía más o menos derecha, pero le costaba mucho asimilar esto, quería correr mas no tenía idea de cómo.

- Eres una mala persona...- rió con sus ojos llenos de tristeza mientras rogaba para que la chica le hiciese caso. No sabía que decir y la tensión le estaba comiendo por dentro, no solía decir cosas así, para él, sus actos eran los que mandaban.- Voy a terminar odiándote...

Ante esas palabras, el cuerpo de Mikasa se contrajo y abrió sus ojos sorprendida, rápidamente los guió hacia Eren, incapaz de creer esas palabras. Llegó a apretar la tela que cubría el brazo del Jeaguer, aún sabiendo que eso no la calmaría.

-Eren, eres una mala persona, ¿sabías?- repitió con sarcasmo pero sin mostrar ninguna debilidad al mirarlo fijamente. No pretendía perder por una simple confesión, en realidad había tenido un par, las cuáles, obviamente, fueron rechazadas. Sin embargo, no podía decirle algo así a Eren, sabiendo ella misma que la mayor parte de su cabeza en un principio pensaba en él.

Entiéndeme {EreMika}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora