20| El baúl de los recuerdos. 1/2

88 7 0
                                    

Greyson.

Mi padre, Owen y Baylee fueron a visitar los padres de Baylee mientras que yo me quede en sola en casa, dijeron que posiblemente vuelvan hoy en horas de la madrugada o mañana a primera hora. Preferiría que vuelvan mañana ya que una parte de mi quiere permanecer sola en casa, por primera vez en años mi cabeza está haciendo muchísimo ruido y no puedo controlarla, no puedo controlar lo que pienso, lo que quiero o lo que necesito, es algo molesto para mi ya que siempre tengo todo bajo control, manejo todo a mi antojo y ahora no poder hacerlo me enoja mucho, me desconcentra y me limita a seguir siendo yo.

La idea de tener una familia o bueno, de que las personas que vivamos aquí nos convirtamos en una me aterra y asquea a la misma vez, es sorprendente el giro que dio mi vida desde que Owen se mudó aquí con su madre y no, no me mal interpreten, Owen es un buen amigo, consejero y es técnicamente un yo, me apoya y cubre casi en todo lo que hago, es como el hermano que nunca tuve ya que mamá dijo que dañe su cuerpo de veinteañera y que no quería que otro bebé lo hiciera, así que no tuvo más hijos.

Tratando de silenciar un poco mi cerebro desbloqueo mi celular, busco el Instagram de Bruno y comienzo a ver sus fotos, alzo una ceja al ver la nueva foto que publico con Taylor hace un día. Vaya, por eso no me has mensajeado, al parecer estás en un momento importante de tu relación.

Como si fuese por arte de magia un mensaje de Bruno ilumina mi pantalla, sonrió involuntariamente. ¿Por qué sonríes Greyson? ¿Qué diablos sucede contigo?

Bruno.Pereira

¿Estás ocupada?
Visto.

No, para nada. ¿Qué sucede?
Visto
Estoy estacionado frente a tu casa, ¿Crees que podamos hablar?
Visto

Solo si me llevas a alguno de tus lugares especiales.
Visto

Si, eso tenía planeado.  Te espero aquí abajo.
Visto 

Dejo el teléfono sobre la cama y me acerco al armario para buscar algo que ponerme, suelto un leve suspiro al no encontrar nada que me guste y es sorprendente ya que tengo muchísima ropa hermosa que he comprado con las mesadas de papá y el dinero que algunas veces me envía mamá. Recordando que Bruno dijo que quería hablar conmigo imagino que me dirá que no podremos seguir viéndonos ya que la relación con Taylor va de maravilla, ¿Se imaginan que me diga algo así? Creo que se me caería la cara de la vergüenza ante su confesión ya que la elegiría a ella por encima de mi y eso no lo puedo permitir.

Escojo unos jeans negros, una camiseta amarilla y unas vans del mismo color que mi pantalón, sin perder el tiempo me desnudó para vestirme rápidamente, mi querido Bruno no puede esperar. Acercándome a mi mesita de noche me echo un poco de perfume y coloco algo de brillo labial en mis labios, paso ambas manos por mi cabeza y me dispongo a salir de la habitación. 

Bajo las escaleras con algo de prisa, tomo la llave que está en el cenicero y abro la puerta principal, el hermoso Cadillac está estacionado frente a mi casa, muerdo mi labio inferior saliendo de la casa, cierro la puerta detrás de mi y comienzo a caminar en dirección al auto, al llegar abro la puerta y me introduzco rápidamente en el.

La mirada de Bruno choca repentinamente con la mía, me regala una corta sonrisa y hago lo mismo, enciende el auto, vuelvo a examinarlo de arriba hacia abajo, tiene una camiseta gris, su chaqueta y el mismo par de pantalones gastados que utiliza casi siempre que nos vemos. Decido no preguntar nada ni buscar tema de conversación ya que prefiero que me sorprenda la noche.

HABITUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora