17| Recuerdos de la infancia.

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Bruno.

Después de no haber dormido cuidando a mamá y pensando a que lugar llevaré a Greyson al final me decidí por el parque al cual me llevaban mis padres cuando era niño, de ahí tengo los mejores recuerdos de la infancia junto a Begoña, recuerdo cuando ambos nos caímos de los columpios y nuestros padres creyeron que nos habíamos hecho daño, todo el mundo se nos quedó mirando ya que después de asustarlos los dos comenzamos a reír y ellos también, apuesto que creyeron que estábamos locos si, totalmente locos. Extraño esos días donde era tan feliz y no lo sabia, en ese instante tenía a papá, tenia a mamá en perfecta salud y vivía mi vida sin preocupaciones, muchas veces me pongo a pensar en lo mucho que cambian las cosas a través de los años.

Estoy de pie frente a la casa de Greyson, hace 5 minutos le dije que ya estaba aquí afuera y ella aún no ha salido. Soy un hombre demasiado puntual y siempre que alguien tarda en aparecer me da ansiedad, detesto esperar por las personas. Suelto un suspiro de alivio al verla cerrar la puerta, lleva unos pantalones negros, una camiseta blanca y unos tenis blancos con rayas negras, su cabello está suelto detrás de su espalda, ella comienza a caminar a paso rápido hasta llegar hacia mi.

Extiende su mano y le doy una leve sacudida, sonríe sin mostrar los dientes, saco el pañuelo que está en mi bolsillo trasero y se lo muestro, ella alza una ceja confundida mientras se queda mirándolo fijamente, extiende sus manos hacia adelante como si fuese a arrestarla. 

—No se que delito cometí pero lléveme con usted señor oficial.—Ambos comenzamos a reír, ¿Por qué se ve tan linda cuando sonríe?

—No son para tus manos, son para tus ojos.

—¿Mis ojos? ¿Me llevarás a un lugar secreto o qué?

—Es una sorpresa, en el camino te iré dando pistas sobre el lugar a donde te llevaré.—Asomo mi cabeza sobre su hombro y veo a sus dos amigas salir riendo de su casa. ¿Vendrán con nosotras o que? Es una cita para dos, chicas.—¿Vendrán con nosotros?

—¿Qué? No, ya se van.—Sonrió aliviado en mis adentros, ¿Por qué no quieres que vengan con nosotros, Bruno? Pregunta mi subconsciente.

"Hay menos probabilidad de besarla si sus amigas están ahí."—Se responde a sí mismo.

Las chicas se acercan hasta llegar a nuestro lado, ambas me saludan con sus manos sin emitir ninguna palabra hacia mi, simplemente hablan con Greyson y yo, yo me limito a ver en cambio a no escuchar, no creo que lo que hablen sea de interés mío, ¿O si?

—¿Y como sigue tu madre?—Salgo de mi trance al escuchar la voz de una de ellas.—Bruno.

—Bien, esta mucho mejor, gracias por preocuparte.—Le respondo a la que parece ser Lea.—Bueno, es hora de irnos Grey.

—Si, cierto.—Responde Lea.—Tienen una cita así que si, márchense.—Toma la mano de la otra chica.

—Ya no les quitamos más tiempo, adiós.—Responde antes de comenzar a caminar en dirección a otro auto.

—Date la vuelta.—Le digo, ella lo duda unos segundos antes de girarse, paso el pañuelo sobre su cabeza y lo pongo sobre sus ojos, con cuidado hago un nudo no muy ajustado pero si que le imposibilite ver. Agarro ambos lados de su cuerpo y la giro lentamente.—¿Puedes ver algo?

—No, absolutamente nada.—Me responde sin borrar la sonrisa de su rostro, abro la puerta del auto.

—Vámonos.—Tomó su mano y con cuidado la ayudó a entrar en el auto. Cuando al fin está correctamente sentada tomo el cinturón de seguridad, me quedo unos segundos frente a ella mirando detenidamente sus carnosos labios, aunque su respiración esté justamente dándome en el rostro creo que tengo una excelente vista de ellos.—¿Sucede algo?—Pregunta sacándome de mi trance, muevo la cabeza de un lado a otro tratando de volver a la normalidad.

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