84| Tu ayuda.

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Ethan.

Estoy desde el día de San Valentín intentando hablar con Begoña pero ella solo recurre a ignorarme. Se que es duro que la persona que te guste te rechace pero no puedo ser forzado a sentir cosas por ella, no siento cosas por ella a pesar de ser una chica hermosa y con un lindo corazón.

Tristemente estoy enamorado de la novia de tu hermano, la bese y no, no se lo dire a nadie, decidí guardarme el sentimiento para mi mismo y olvidarla, me guiaré de lo que me dijo Venus, la quiero para mi, sus labios se sintieron como si estuviese sobre el cielo y tuviese las nubes entre mis manos, así que comencé a imaginarme qué tal sería hacerle el amor.

¿Se sentiría igual o mejor? Definitivamente mejor, sentirla desnuda, nuestros cuerpos juntos y desnudos se sentiría mucho mejor que él cielo, eso puedo confírmalo.

Ignorando mis pensamientos comienzo a caminar con rapidez cuando veo a Begoña sacando cosas de su casillero. Al llegar a su lado con cuidado cierro la pequeña puerta, ella suelta un pequeño grito de susto, segundos después se percata de que soy yo, rueda los ojos, intenta alejarse de mi pero la tomo del brazo impidiéndolo.

—¿Por qué le contaste a Bruno lo que sucedió con Greyson en el salón de biología?—Le preguntó, ella rueda los ojos nuevamente, hace un movimiento brusco intentando soltarse pero la sostengo con fuerza.—Respóndeme.

—Porque se supone que ella es la nueva novia de mi hermano, ¿Qué hace besándose contigo?—Pregunta molesta.

—¿Segura que le dijiste por eso?—Ella guarda silencio.—Porque puedo jurar que lo hiciste por lo que te dije.

—No, ya suéltame.—Niego varias veces con la cabeza.

—No me besé con Greyson y ese día, no pasó nada.

—Lo sé, yo los interrumpí.—Responde de mala gana.

—Tampoco nos íbamos a besar, ella estaba llorando, triste y cansada de estar al lado de Cotton.

—Esos no son mis problemas.

—Cuidaba a Bruno.—Ella me mira confundida.—¿No sabias esa parte?

—¿De que lo cuidaba?—Poco a poco suelto mi agarre en su brazo.

—Mejor dicho de quien.—Le digo.—La persona que intenta destruir a Greyson le dijo que sino volvía con Cotton iba a causarle daño a Bruno. Esa misma persona me dejó inconsciente el otro día y la apunto a ella con un arma en la cabeza.

—¿Qué?—Asiento varias veces.—O sea que...

—Greyson ama a Bruno con toda su vida, Begoña.—Le respondo.—No haría nada para cambiar eso, créeme ella no haría nada para arruinar lo que tienen.

—Joder, creo que le debo unas disculpas.—Susurra.

—Deberías, casi terminan su relación.—Ella asiente varias veces.

—Gracias por decirme y discúlpame.—Hace una mueca.

—No te preocupes.—Me alejo de ella.—Adiós Begoña.

—Adiós.—Suelto un suspiro y comienzo a caminar en dirección contraria.

Listo Grey, problema solucionado.

Ahora si puedes ser feliz junto a la persona que elegiste o mejor dicho que tu corazón eligió para ti.

Cotton.

Visualizo como Greyson está sentada con los ojos en su celular, está sola en uno de los salones de clases, en menos de 10 minutos sonará la campana así que debo aprovechar que está sola y hacerle la pregunta que ha estado rondando mi mente desde hace días.

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