63| Nude.

76 6 5
                                    

Greyson.

Después de haber estado todo el fin de semana en casa de mis abuelos puedo decirles que estoy de vuelta en la ciudad. No, no tuvimos sexo a mitad de la carretera como la última vez ya que según Bruno debo disfrutar el sexo y no desestresarme con el. O sea, el sexo debe servir para varias cosas no solo para sentir placer pero el dice que no, que el sexo se disfruta y nada más.

Por otro lado, mi padre está de Luna de miel fuera del país, estará en una isla en otro continente durante el resto de la semana lo que significa que Owen y yo estamos en casa y no, no estamos solos, mi tía Gigi se ofreció a quedarse en casa con nosotros hasta que ambos vuelvan, no lo vi mal, de hecho seria bueno algo de compañía familiar en casa.

Llegue algo tarde al instituto ya que me tocó conducir, no abrí mi casillero, no busqué mis libros y no entré a las dos primeras clases, siento que me estoy tomando muy enserio esto de olvidarme de los 3 créditos que cursaba en este último año.

Estoy en la cafetería, a mi lado esta Ethan, Owen y Venus mientras  que frente a mi esta Cotton y Nick. Sorprendentemente no es ni un poco incómodo estar aquí aunque no puedo confirmar nada porque llegue hace pocos minutos, le di un corto beso a Cotton y me senté frente a él.

—¿Y como te fue en tus prácticas?—Le pregunto tratando de romper el hielo.

—¿Se sentará siempre con nosotros?—Me pregunta mientras señala a Ethan.

—Si te molesto es mejor que me vaya.—Se intenta levantar pero coloco mi mano en su pierna impidiéndoselo.

—Tú no irás a ningún lado.—Lo miro, el alza una ceja y vuelve a sentarse.—Si Cotton, es mi amigo y se sentará siempre aquí, si te molesta puedes volver a la mesa donde siempre te sientas.—El levanta sus brazos en forma de rendición y vuelve a beber de su soda.

—Me fue bien.—Cambia el tema de conversación, quito mi mano de la pierna de Ethan.—La universidad es fabulosa, sin duda disfrutaré mi estadía allí.

—Me alegra.—Sonrió sin mostrar los dientes.—¿Y tu Nick?

—Yo iré a Princeton.—Susurra, lo miro alzando una ceja.—¿Lo habías olvidado?

—En lo absoluto.—Le digo, Lea entra a la cafetería y camina con rapidez hacia nosotros, la notó algo tensa, como si hubiese visto un fantasma. Al llegar a nuestra mesa notó que tiene una carta en su mano, ella respira con rapidez intentando volverla a la normalidad.—¿Qué sucede? ¿Por qué tienes eso?

—Me llegó...Me llegó un mensaje de texto.—Responde con la respiración agitada.—Ábrela.—Me la extiende, miro a Cotton, a Owen y a Nick los cuales están totalmente confundidos.—¡Ahora!—Me asusto tomándola entre mis manos, rompo el sobre sacando la carta y abriéndola.

Mi diosa del Olimpo, ¿Cómo estuvo la boda de tu padre? Lamentablemente no asistí porque no sabía la ubicación con exactitud, en fin, imagino que te pusiste un vestido hermoso y fuiste la chica más hermosa de la noche, aunque supe que fuiste con Bruno, pobre Taylor, pobre Cotton.

Pero ellos no son la razón por la cual te escribo, anoche estuve frente a tu ventana, entré a la casa de los abuelitos que viven frente a ella. Tranquila que no les hice nada, no fue necesario ya que toman unos fuertes medicamentos para dormir así que fue fácil para mi, igual de fácil para ti que te desvestiste tiernamente para mi, llevabas una hermosa ropa interior azul celeste y me pusiste a babear mi Diosa, a admirarte más, a desearte más.

Te tome un par de fotos sexys y me sentí muy egoísta al tenerlas solamente para mi así que se las enviaré a todos tus compañeros del instituto para que vean ese majestuoso cuerpo en ropa interior.

HABITUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora