27| M I E R D A.

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Greyson.

Después del desastroso desayuno volvimos a casa varios minutos después de que salí del restaurante, según me contó Owen mamá se puso a llorar y parecía ser sincera aunque no le creo nada a ella, suele ser muy buena actriz la mayor parte del tiempo. Desde que llegue a casa dormí casi todo el día, estaba un poco cansada y algo estresada, no les negaré que explote en el desayuno por la enorme mentira de Lexie, ¿Qué le costaba decir la verdad? Estuve dispuesta a ayudarla con su teatro pero ella metió la pata al decir que vino y no quise verla, ¡Esa perra se fue y no volvió hasta el día de hoy!

Tuve que despertar súper temprano ya qué hay que acomodar las cosas para la actividad, para nuestra suerte mi padre no interferirá con el vestuario que elegimos para la actividad, así que podremos usar los trajes de baño con suma tranquilidad. Después de buscar mangueras, llenar cubetas con agua y jabón, buscar esponjas y cosas para secar los autos se podría decir que estamos casi listos. Me acerco a Owen el cual está pintando un cartel para llamar la atención de los demás y así vengan a lavar su auto. Una de las ventajas de que el instituto esté en la ciudad es esta, que estamos a la vista de todos así que todos podrán venir a lavar sus autos.

Aunque mi padre no haya tenido problema decidimos ponernos camisetas blancas sobre los trajes de baño ya que así el morbo será más grande. Siento unos brazos rodear mi cintura y rápidamente un corto beso en mi cuello, me giro con algo de rapidez ya que se claramente quien es.

—¿Te asusté?—Me pregunta, niego varias veces con la cabeza.—Ese bikini te queda hermoso, nena.—Susurra, le sonrió en forma de agradecimiento.

Los trajes de baño de Taylor y sus amigas son rojos, las tres decidieron combinarse y si, se ven bien pero no mejor que nosotras. El mío es rojo con blanco, el de Lea es azul con blanco y el de Venus es amarillo con blanco, lo que nos convierte en el trío perfecto.

Por otro lado los chicos del equipo de baseball decidieron usar trajes de baño iguales con temática de baseball, todos esos músculos y esos perfectos cuerpos ponen a cualquiera caliente y principalmente el de Cotton, ese se ve jodidamente bien.

—A sus estaciones, ya abriremos.—Owen toma el cartel y se acerca a la entrada llamando la atención.

La música comienza a sonar y los chicos se dirigen a sus lugares, para mi suerte Cotton no está en mi equipo ya que si Bruno viene no me gustaría que lo vea cerca de mi, en verdad no me gustaría que ninguno de los dos me viera cerca de alguno. Los autos comienzan a llegar, para mi sorpresa son una cantidad enorme lo que me da a entender que tendremos un larguísimo día.

—Me estoy preparando mentalmente para no asesinarla a mis amigos cuando comiencen a devorarte con la mirada.—Me sobresalto al escuchar la voz de Cotton.

—Exageras.—Le respondo acomodándome en mi lugar, un hermoso auto se coloca a mi lado y baja el cristal.

—Hola preciosa, extra jabonoso.—Me guiña el ojo, que apuesto es este chico, le doy media sonrisa asintiendo.

—Deberías irte a tu equipo.—Cotton asiente, me toma del trasero dándome un beso un poco profundo, mira al chico nuevamente y después se marcha a su equipo.

—Mmm, creo que a tu novio le enojo que te llamara preciosa.—Me responde apagando el motor del auto.—¿Como te llamas?

—Greyson.—Le respondo.—Chicas, nuestro primer auto.—Mis amigas se acercan con las cubetas y las esponjas.—Deberías subir el cristal, precioso.—Le respondo, sonríe antes de subir el cristal y acomodarse dentro de su auto.

Tomo una de las cubetas, le introduzco la esponja y después comienzo a lavar el auto con ayuda de las chicas, ambas me miran acercándose a mi nuevamente.

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