58| Me mentiste.

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Greyson.

La mirada de todos está sobre mi y como no estarlo si aún tengo el cabello mojado y no me he duchado desde ayer, claro si contamos el baño que me di en la piscina al hacer el amor toda la madrugada con Bruno hasta que ambos nos tuvimos que ir, por suerte llevaba una ropa interior en mi mochila.

Sin perder el tiempo y sin saludar a mis amigas abro mi casillero, a mis pies nuevamente trae otra carta y un presentimiento de culpa, miedo y angustia se apodera de mi, al agacharme una electricidad recorre mi cuerpo desde la punta de mis pies hasta mi espalda. Al tomarla entre mis manos vuelvo a incorporarme, le doy una carta mirada a las chicas y ellas me miran de la misma manera. Suelto un leve suspiro antes de romper el sobre, unas fotos caen rápidamente al suelo y abro los ojos sorprendida al ver que somos Bruno y yo anoche en la piscina.

Sin darme tiempo a reaccionar Venus se agacha tomando todas las polaroids entre sus manos y viéndolas una a una, con prisa abro la carta y comienzo a leer.

Hola mi Diosa del Olimpo.

Anoche te seguí desde que saliste de la escuela, necesitaba y me urgía saber que ibas a hacer el día de ayer. Para mi no muy grata sorpresa saliste con Bruno, allanaste la escuela y tuvieron sexo en la piscina, una parte de mi quería acercarse y asesinarlos por ilusionar a dos personas que creen que ustedes los aman pero decidí hacer algo mejor, les tome fotos besándose, haciendo el amor, revolcándose en la piscina uno con el otro. Las entre en un sobre y lo dejé en los casilleros de Taylor y Cotton, solo podrás evitar que uno vea las fotos, te toca decidir quién seguirá sin saber que te revuelcas con Bruno Pereira.

Tic tac, tic tac, tic tac, el tiempo corre mi diosa.

Formó una enorme pelota con la carta y la lanzo al casillero cerrándolo con fuerza, las chicas me miran algo asustadas.

—¿Dónde está Taylor?—Les pregunto con rapidez.

—Imagino que en química, es la clase que tenemos ahora.—Dejándolas solas comienzo a correr hacia ese salón del segundo piso.—¡Greyson espera!

Como alma que lleva el diablo subo las escaleras que conducen a esa aula, para mi mala suerte la campana aún no suena así que todos los estudiantes están en los pasillos haciéndome imposible pasar entre ellos. Ya llegando a la segunda planta siento como un pequeño dolor punzante aparece en mi pierna, ignorándolo entro al aula donde esta Taylor sentada con Pearl, ella tiene el sobre en la mano y lo mira detenidamente.

—¡No, espera!—Me coloco con rapidez frente a ella, Taylor me mira con cara de pocos amigos y deja de intentar abrir el sobre.—Dame eso.

—¿Disculpa? Lo dejaste en mi casillero para mi, ¿Que tramas Greyson?—Ruedo los ojos, intento quitarle la carta pero lanza el brazo hacia atrás impidiéndome hacerlo.

—Fue un error, entrégamela.—Le pido de buena manera, ella me mira alzando una ceja.

—¿Qué tiene esta carta?—Pregunta curiosa nuevamente, ya un poco harta me lanzo sobre la mesa, la tomo del pelo haciendo que eche el cuerpo hacia adelante, con mi mano libre tomo la carta y la suelto alejándome de ella.—¿Qué mierda fue eso? ¡Maestro!—Lo llama tomando su pelo.

—¡Greyson a la oficina del director!—Ruedo los ojos y salgo del aula, bajando un poco más despacio las escaleras abro la carta y saco las polaroids, examinándolas una por una veo las mismas fotos que estaban en mi sobre.

Introduzco eso en mi cartera y comienzo a caminar hacia los vestidores de los chicos donde posiblemente esté Cotton ya que los días como hoy tienen prácticas temprano. No puedo creer que el hijo de perra de Lucifer me haya espiado teniendo sexo con Bruno pero tampoco puedo creer que haya tenido el atrevimiento de enviarle esas fotos a Cotton y a Taylor.

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