16| Disculpas aceptadas.

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Greyson.

Este ha sido el viernes por la noche más aburrido de toda mi vida, estoy en la sala de estar con las chicas y Owen tratando de ver una película de terror, sigo tratando porque en verdad estos tres no saben estar sin hablar ni un maldito segundo. Mi padre y Baylee están en su cita de viernes, todos los viernes tienen una cita diferente en algún patético restaurante diferente, si amor técnicamente me da asco.

Me gustaría estar follando en estos instantes, debería estar teniendo el pene de Cotton dentro de mi, mientras él me ahorca haciendo que casi pierda el conocimiento pero no, en vez de eso el muy idiots tiene que descansar para su partido de Baseball del domingo, ¿Pueden creerlo? Prefiere dormir y estar todo el fin de semana haciendo absolutamente nada en casa en vez de venir a follarme por casi dos horas. En vez de eso estoy en mi casa con mis amigas y mi posible...Mi posible hermanastro, ¿Owen y yo hermanastros? Aunque me gustaría que fuese una broma no lo es, al parecer la boda si va en serio.

Por otro lado hace casi una semana no se absolutamente nada de Bruno, el no ha decidido a buscarme y yo aún no me decido en escribirle. ¿Es tan difícil olvidar a Taylor? Soy más hermosa que ella, más inteligente, más capaz, más independiente pero no, el muy tarado se estanca en ella porque según el esta enamorado y según el la ama. ¿Qué tanto puede amarse a una persona? Siento que lo que sucedió la última vez hizo que mi venganza retrocediera más de lo que esperaba, ¿Y si no vuelve a buscarme? Me aterra no lograr esto, me aterra no quitárselo a Taylor y poder lograr mi venganza.

Después de haber logrado crear el consejo estudiantil Taylor ha estado bastante tranquila, siempre que me ve ignora mi presencia y no les negaré que lo hace bastante bien pero no mejor que yo; Dianne por otro lado ha intentado hablarle a Cotton pero no se atreve, es como que las tres zorras están tratando de declararme la guerra pero ninguna tiene el valor de hacerlo.

El timbre suena, los chicos y yo nos miramos entre sí unos segundos sin emitir ninguna palabra, el timbre vuelve a sonar nuevamente y dejo mi mirada fija en Owen, el mueve los ojos a ambos lados antes de colocarse de pie y caminar hacia la puerta, sonrió al darme cuenta que si entendió lo que quise dejar dicho. Si pelirrojo, debías levantarte y abrir la puerta, eres el hombre así que debes cuidar de nosotras.

—Te buscan Grey.—Alzo una ceja, detrás de Owen aparece Bruno, ¿Qué está haciendo aquí? Lleva una chaqueta negra y una camiseta del mismo color, al parecer está totalmente vestido de negro y se cortó el cabello, diablos, que sexy se ve.—Un tal Ben.

—Bruno.—Corrige, miró a las chicas las cuales están igual de confundidas y sorprendidas que yo, me levanto del sofá y camino hacia donde está el. Owen vuelve a colocarse a donde estaba hace segundos atrás.—¿Podemos hablar?—Mira a las chicas, me giro y si, definitivamente los 3 tienen su mirada fija en nosotros.—A solas.

—Si, seguro.—Lamo mi labio inferior.—Ven, sígueme.

Comienzo a caminar en dirección a la puerta trasera para hablar tranquilamente en el jardín, el sonido de sus botas chocando el suelo me da a entender que está detrás de mi, me siento pequeña incluso estando detrás de él. Al llegar al patio trasero lo guió hasta la esquina de la piscina, lo que más me gusta de mi casa es el jardín, mamá hizo algo asombroso con el dos años antes de irse a suiza ya que al conectar con el bosque se veía un poco macabro, incluso parecía sacado de una película de terror.

Bruno examina detalladamente todo el jardín, tiene cara de sorpresa, sus manos están dentro de los bolsillos de su chaqueta. Ambos nos quedamos en silencio mirando a todos lados pero sin mirarnos entre sí, aún estoy sorprendida porque el esta aquí, frente a mi, después de casi una semana sin saber uno del otro aquí está y seguramente vino a remediar su error o algo por el estilo.

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