11| ¿Flequillo?

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Bruno.

El doctor le inyecta la anestesia a Grey, ella hace un gemido de dolor mientras aprieta fuerte mi mano, con la otra que me queda libre doy leves masajes en su pierna, ella aprieta levemente los ojos y muerde su labio inferior, al parecer le duele mucho. Hace pocos minutos llegamos al hospital, de camino aquí fue sencillo aunque se quejaba de un fuerte dolor en la cabeza imagino que fue por el impacto de la sartén en su frente y los posibles efectos de la marihuana en su sistema, si tan solo me hubiese hecho caso y no comido más de uno esto pudo haberse evitado.

—¿Puede contarme cómo sucedió esto señorita Reeves?—Pregunta mientras comienza a suturar su frente.

—¿Tiene algún espejo? Es que soy muy hermosa y tengo miedo a que me quede una fea cicatriz.

—Quedará cicatriz pero será mínima.—Ella suelta un enorme grito.—¿Qué? ¿Qué sucede?—Pregunta el doctor preocupado.

—¿Cicatriz?—Responde con un hilo de voz.—Winnie acaba de dañar mi hermoso rostro.

—¿Winnie?—Pregunta confundido.

—Winnie The Pooh, ¿Acaso nunca vio caricaturas?—Dice molesta, el doctor y yo cruzamos miradas.

—¿Y como una caricatura le hizo eso?

—Pues estábamos festejando que le ganamos a los unicornios del reino enemigo así que lo lance al aire pero cuando cayó se convirtió en un sartén y golpeó mi frente.—El doctor vuelve a mírame esta vez confundido.

—¿Ella tiene alguna enfermedad mental?—Niego varias veces con la cabeza tratando de no reír.—Señorita, ¿Consumió  alguna droga?

—Comimos Brownies.—El alza ambas cejas.—Happy Brownies para ser más especifico.—Respondo casi en un susurro.—El consumo mínimo no es ilegal.—Le digo antes de que pueda comentar algo al respecto.

Irónico, ¿No? Le pido a Greyson no decir nada y al final lo digo yo.

—Ah.—Responde.—Bueno, no tendrá que venir a retirarse las puntadas ya que se adhieren a la piel.

—Detesto las cosas que se adhieren.—Responde en un puchero.—¿Puedo irme a casa?

—Desde que lleguen los resultados de los estudios que le hicimos en la cabeza podrá marcharse.—El toma la pequeña bandeja y se levanta de la cama.—Trate de recostarse un poco.

Cierra la cortina antes de salir, tomo la manda y cubro el cuerpo de Greyson, ella recuestas la cabeza de la almohada y se queda mirándome fijamente, llevo mi mano a su cabeza dándole algunas caricias, ella cierra lentamente los ojos al sentir mi tacto.

—¿Te sientes mejor?—Ella asiente varias veces.—Te quedará una marca como Harry Potter.—Golpea mi mano con ma suya y comienzo a reír.—Es una broma.

—Yo no quiero ser Harry Potter.—Dice con cara de pocos amigos.—No puedo creer que tendré una fea cicatriz en la frente.—Vuelve a quejarse.

—Mmm, ¿Y si te hacemos un flequillo?

—¿Un flequillo?—Se incorpora en la cama, asiento varias veces con la cabeza.—De seguro me vería bastante horrible.

—Claro que no, eres hermosa pequeña.—Sonríe sin mostrar los dientes.—Veré si aquí hay unas tijeras.

Me levanto de la silla, comienzo a abrir cada gaveta que veo hasta que encuentro unas tijeras, vuelvo a sentarme en mi lugar, Greyson me mira dudosa y la segundos, alza levemente su ceja derecha como si no estuviese segura de dejarse cortar el cabello de mi. Sostengo bien la tijera mientras le quito la capucha de la chaqueta, ella echa la cabeza un poco hacia atrás y ruedo los ojos, vamos, es solo un pequeño corte de pelo.

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