55| ¿Qué tramas, Baylee?

87 7 8
                                    

Greyson.

Muevo mi cabeza de un lado a otro al sentir el sol chocar contra mi rostro, quito la almohada que esta sobre mi rostro y de reojo veo a Baylee abrir mis ventanas, su enorme vientre de embarazada no le permite moverse mucho que digamos, siendo totalmente honesta no se cuantos meses tiene de embarazo y obviamente no me interesa saber. Hace dos días me dieron el alta del hospital, Cotton viene casi todos los días y mis amigas por igual así que Bruno no ha tenido la oportunidad de venir a verme algo que me tiene enojada y algo triste, así que les pedí a mis amigas entretener a Cotton por unas cuantas horas hasta que pueda hablar con Bruno, hasta que pueda verlo y abrazarlo.

—¿Qué haces?—Le pregunto, ella se cruza de brazos por encima de su panza y me mira fijamente.—¿Qué haces en mi habitación? ¿No vez que estoy dormida?

—Son las 2 de la tarde.—Me responde.—Pareces un costal de papas abandonado a un lado del camino.

—¿Las 2? Aún es muy temprano.—Le respondo.—Aún no me respondes qué haces en mi habitación.

—Vine a traerte algo de comer.—Señala la cama, me siento sobre la misma y veo una bandeja con fruta y algunas otras cosas.

—Mmm, gracias.—Le respondo en un susurro, quito las almohadas que están sobre mi y todo la bandeja comenzando a comer, Baylee se sienta en la silla que está frente a mi y se queda mirándome fijamente.—¿Qué tramas, Baylee? ¿Esta comida está envenenada o algo?

—Por amor a Dios, Greyson.—Rueda los ojos.—No soy capaz de hacer eso y además las frutas no se envenenan.—Miro el vaso de jugo de naranja que está sobre la bandeja.—Esto no puede ser cierto.—La veo, pasa ambas manos por su rostro tratando de desestresarse.

—¿Qué quieres?—Me cruzo de brazos.

—Me gustaría hablar contigo, tengo muchas cosas que contarte.

—Yo realmente no creo que debas contarme nada.—Le sonrió sin mostrar los dientes.—Así que puedes salir, tengo como 50 grapas en mi muslo, lo único que quiero es comer y dormir todo el día.

—Me gustaría complacerte y salir de tu habitación pero no, no lo haré.—Muerdo mi labio inferior.—Y tienes 50 grapas en tu muslo así que no creo que puedas sacarme de aquí.—Ruedo los ojos.—Quiero contarte como termine aquí, ¿No te da curiosidad saber?

—No.

—Greyson, yo no soy tu enemiga.—Suelta un suspiro.—Soy la futura esposa de tu padre, la madre de tu hermano o hermana, la mamá de Owen, la mujer que lleva 5 meses bajo el mismo techo, solo conóceme, solo dame la oportunidad de demostrarte que yo no soy lo que crees que soy.

—Para mi eres una casa fortunas.—Me encojo de hombros.—No se porque me caes tan gordo.

—Porqué aún no me conoces.—Muerdo el interior de mi mejilla.—Conocí a tu padre el día que tú madre me envió con un notario a entregarle los papeles de divorcio, el se desplomó a mis pies porque no podía creer que la mujer con la cual llevaba 14 años casado lo quería abandonar junto a su hija.—Ruedo los ojos.—Tu madre se fue y le entregó la custodia completa, ni siquiera mostró interés en tenerte con ella y cuando te vi me pregunte como alguien podría dejar sola a una adolescente tan linda y aunque detestabas todo a tu alrededor para mi seguías siendo una tierna niña abandonada por su cruel madre.

—No hables así de ella.—La defiendo.

—Sabes que tengo razón, incluso se fue sin despedirse de ti, tenía meses sin llamarte y después aparece aquí al lado de un hombre completamente desconocido y te dice que vino a acompañar a su marido y aprovechó para verte, tenía 3 años sin verte.—Un nudo se forma en mi garganta.—Encontré a tu padre en un supermercado en febrero del año pasado, le pregunté cómo estaba, cómo estabas, me invitó a una copa, tuvimos una relación, terminamos en abril, volvimos en Mayo y en junio ya estaba embarazada.—Frunzo el ceño.—El salía con chicas que podían ser sus hijas pero llegue yo a darle estabilidad y una familia aunque tú no la estés poniendo fácil.—Paso ambas manos por mi rostro.—Amo a tú padre porque es todo lo que busco en un hombre, porque es todo lo que mi ex esposo no fue, el padre de Owen no lo ama, no lo quiere cerca y tan solo ver como tu padre día a día se gana a mi hijo, ver como día a día se convierte en su padre me hace feliz.

HABITUALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora