43| Molly's.

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Greyson.

La cabeza me da un montón de vueltas mientras trato de incorporarme en la cama, paso ambas manos por mi rostro, estiro un poco mi cuerpo y veo todo el desorden qué hay en el suelo. Al recordar lo que me dio Smoky anoche me levanto con rapidez de la cama, para mi sorpresa aún tengo el mismo vestido de anoche, suelto un suspiro y saco la pequeña bolsita de mis pechos, la dejo unos segundos sobre mi mesita de noche y comienzo a desvestirme hasta quedar completamente desnuda frente a mi espejo, me acerco a él examinando mi cara, tengo ojeras y la cara bastante maltratada.

Creo que esas píldoras tienen un efecto muy fuerte.

Son pocas las cosas que recuerdo de anoche, solo se que la fiesta era en casa de Smoky y no se cómo diablos llegue a casa. Vuelvo a tomar la bolsita y me adentro en el baño, con uno de los cepillos trato de arreglar un poco mi cabello, saco una de las píldoras, echo un poco de agua en uno de los vasos y me la tomo, si me quitaste la energía debes dármela nuevamente.

Guardo la bolsita debajo de las toallas en la gaveta de baño, entro en la ducha abriendo la regadera y dejándome llevar del agua fría, siento que una estampida de rinocerontes pasó una y otra vez sobre mi pequeño cuerpo, también recuerdo todo lo sucedido antes del baile, como Bruno terminó lo "nuestro" si así se le puede llamar, ¿Y ahora que sigue? Estos meses he estado centrada en la venganza y ahora que no hay venganza no se que haré, no sé qué sucederá.

Después de durar un largo rato bajo la regadera salgo de la ducha, envuelvo mi cuerpo en una de las toallas y vuelvo a detenerme frente al espejo del baño, me coloco algo de base, corrector de ojeras un poco de polvo y un brillo labial ya que mis labios están bastante resecos.

"Como nueva" susurro en mis adentros, vuelvo a peinar mi cabello quitando de el cada pequeño nudo que se formo, saliendo del baño me acerco a mi armario, me coloco unas bragas, un suéter ajustado color azul marino y unos jeans negros, no se que me depara el día de hoy pero no será quedarme en casa.

La puerta de mi habitación se abre, mi padre se queda sorprendido al verme.—Buenos días cariño, ¿Como dormiste?

—De maravilla.—Le sonrió.

—Cotton durmió aquí, contigo.—Hace una mueca.—Lo permití porque te trajo anoche, en serio estabas muy ebria. ¿Quieres algo para la resaca?

—No tengo resaca, solo estaba cansada.—Asiente.—Creo que iré a ver a mamá, ¿Las llaves siguen donde la dejo?

—Mmm cariño, tú madre se fue en la madrugada.—Formó una O con mis labios.

—Sin despedirse.—Susurro, el intenta acercarse a mi pero retrocedo un poco.—Estoy bien, papá.—Le sonrió débilmente.

—¿Segura?—Asiento.—Cotton esta abajo desayunando, ¿Bajarás?

—Si, voy en un segundo.—Se retira dejando la puerta abierta.

¿En serio? Ella se fue sin decirme adiós, sin despedirse, siento que todo lo bueno que hizo en los días que estuvo aquí se destruyó por no decir ese simple adiós, ni siquiera un auto llena el vacío de no haber tenido una despedida por parte suya. Poco a poco siento como la pastilla va haciendo efecto en mi, pongo mi mejor cara, me pongo unas vans y bajo feliz las escaleras.

Es difícil describir la manera en la que la pastilla me hace sentir, siento que ninguno de mis problemas existen, que no me hace falta Bruno, ni mi madre, que lo único que quiero es darle amor y mucho amor a Cotton, creo que podría acostumbrarme a ella, quiero que podría acostumbrarme a esto.

Al llegar a la cocina abrazo fuerte a Cotton por la espalda, el esta recostado de la mesa de la cocina mientras se desayuna, lleva la misma camisa que tenía puesta anoche, bueno, llega la misma ropa en general. El se gira lentamente abrazándome, cierro los ojos disfrutándolo un poco, me pongo de puntillas para acercar sus labios a los míos y darle un tierno y corto beso.

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