34| Te quiero a ti.

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Bruno.

El chef toca la campana, rindiéndome cuelgo el teléfono y lo guardo en el bolsillo de mi delantal, tengo desde la tarde tratando de localizar a Greyson pero ella no contesta mis llamadas. Necesitamos hablar, necesito verla porque la verdad siento que tanto ella como yo estamos dando vueltas en círculos en un intento de "algo" que ni siquiera avanza, siento que estamos estancados en el mismo lugar que cuando nos besamos la primera vez y eso, y eso me tiene estresado.

Paso ambas manos por mi cabello, tomo mi pluma y la pequeña librera, salgo de la cocina, a paso rápido me acerco al mostrador, desde lejos puedo visualizar a Greyson, abro los ojos sorprendido al verla en este restaurante con su madre, ¿Qué hacen ambas aquí? Suelto un suspiro antes de acercarme rápidamente a ellas. Greyson me mira sorprendida mientras que su madre de forma confundida, vaya.

—Hola Grey.—Ella lame su labio inferior, me da una leve mirada y después mira a su madre.—Te he estado llamando toda la tarde.

—Mi teléfono está en casa.—Responde de forma cortante.

—Bruno, que gusto verte nuevamente.—Su madre extiende su mano y la sacudo.—¿Por qué no me dijiste que tu novio trabajaba aquí?

—No es mi novio y no sabia que hoy le tocaba trabajar.—Responde casi en un susurro.

—Mmm si, los miércoles mi horario sigue siendo igual.—Le respondo.—¿Qué van a ordenar?

—Greyson no tiene hambre y bueno, me gustaría un café amar...—Su teléfono suena interrumpiéndole continuar, Greyson y yo nos miramos fijamente, se que se siente incómoda con mi mirada sobre ella.—Si, si estaré allí en 20 minutos, lo había olvidado lo siento, también te amo.—Cuelga el teléfono, Greyson despega nuestras miradas y la fija en su madre.—Cariño olvide que tengo una cena con Zachary y sus socios, te dejaré dinero para que pidas un Uber y en la semana nos volveremos a juntar para seguir planeando lo del baile.

—Mi turno acaba en 10 minutos, yo puedo llevarla.—Ella me mira unos segundos y asiente, Lexie toma su bolso, deja un corto beso en su frente, se acerca a mi besando mi mejilla y sale con rapidez del restaurante.

—No tenías que hacerlo.—Me encojo de hombros.—Llamaré a Lea para que venga por mi.

—Creí que no tenías tu celular.—Pasa ambas manos por su rostro y sonrió sin mostrar los dientes.—Iré por mi chaqueta y mis llaves.

—Creí que aún quedaban diez minutos.—Dice confundida.

—Por ti me iré antes.—Le guiño el ojo antes de girarme y volver a entrar a la cocina, me quito el delantal dejándolo sobre una de las mesas, me acerco a mi pequeño casillero tomando mis llaves y mi chaqueta.

—¿Ya te vas?—Me sobresalto, al girar veo a Ryan mirándome fijamente.

—Mmm si, tengo cosas que hacer.—Le respondo cerrando el casillero.

—Imagino que Greyson te acompañará a hacer esas cosas.—Alzo una ceja.

—¿Como sabes que está aquí?

—Tengo un sexto sentido.—Se encoge de hombros, sin prestarle atención me alejo de él con intención de salir de la cocina.—Un sexto sentido que en avisa cuando ella está cerca.—Me paro en seco, giro mi cabeza hasta mirarlo fijamente, me guiña el ojo antes de tomar nuevamente su espátula y acercarse a la estufa.

¿Un sexto sentido?

Tratando de olvidar sus palabras salgo del mostrador, abro los ojos sorprendido cuando no veo a Greyson sentada en su mesa, dirijo mi mirada hacia la puerta y la veo caminar con rapidez fuera del estacionamiento del restaurante, suelto un suspiro antes de salir con rapidez por la puerta y acercarme a mi auto. Al llegar entró a él y enciendo el motor colocando el auto en marcha a una velocidad mínima, puedo ver como Greyson camina a un costado de la calle abrazándose a sí misma cubriéndose del frío, bajo el cristal y me acerco conduciendo justamente a su lado, me mira de reojo y sigue caminando.

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