"Tengo que despertar, volver a la vida." Devil in me; Halsey.
Gerard
Después de mi llanto, Frank seguía atónito. Toda la información iba a tardar tiempo en ser procesada, pero el problema era ese. Yo no sabía si tendría el tiempo de resolver sus dudas, no sabía si tendría que volver a terapia o si él se alejaría.— ¿Cómo funciona esto de la bipolaridad? —jugaba con sus dedos ansioso— Joder, he visto películas de personas con problemas... pero no sé si estás feliz un momento y después lloras... no sé
— ¿Qué? —me di un poco de tiempo para reír— Vaya idiotez que dices.
— Tienes que explicarme todo —su pequeño labio inferior se transformó en un puchero, resaltando el aro que lo adornaba.
— ¿Qué es lo que quieres saber? —me relajé.
— Todo —estaba impaciente— ¿Está asociado con la esquizofrenia o solo es...?
— Solo es bipolaridad —bufé molesto, esa pregunta me había dolido.
— ¿Tus cambios de humor soy muy, am... notorios? —arqueó su ceja derecha.
— ¿No crees que es algo obvio? —encogí los hombros.
— ¿Tu humor cambia por cualquier cosa, y cómo sabes que estás sufriendo un... ataque? —se removió en su lugar incómodo.
— No —arrugué mi nariz— La manía me provoca tomar decisiones impulsivas o... me molesto muchísimo, aunque muy rara la vez suelo sentirme eufórico —suspiré— Y, la depresión... es obvio... he tenido un par de intentos de suicidio, solía hacerme daño.
— ¿Te has lastimado mucho? —él se acercó un poco más hacia mi, con discreción.
— Fue hace algunos años —alcé un poco las mangas de mi suéter, dejando expuestos mis brazos escuálidos que tenían bastantes marcas de quemaduras y cortes viejos.
— ¿Lo hacías con mucha frecuencia? —escuché como tragaba con dureza— ¿Solo... te cortabas?
— No —su ceño fruncido me hacía sentir un poco torpe— Solía quemarme con cigarrillos, y algunas veces me hacía vomitar...
— No puedo creer esto —sus manos cayeron sobre su regazo— ¿Has tenido ataques muy fuertes?
— Sí —dije apenas audible— Solía tomar terapia hace un par de meses.
— Joder, qué fuerte —Frank me golpeó sin fuerzas en el hombro.
— No es tan jodido como crees —hice una mueca notoria— Por eso suelo ausentarme días o semanas sin motivo alguno... me es difícil seguir como si nada.
— ¿Cómo terminaste así? —la realidad pareció ser ausente en ese momento, por unos segundos, todo el ruido a mi alrededor cesó— ¿Gerard?
— Estaba destinado a ser —traté de evitar mirar sus ojos— Se supone que desde pequeño tenía un problema con mi conducta, hasta hace poco creían que era depresión.
— ¿Extrañas tu vida de...antes? —estaba harto de sus preguntas, a pesar de que me había ofrecido a responder cada una de ellas.
— Frank, no quiero más preguntas por hoy —él comprendió.
— Oh, lo siento, no quise incomodarte —se acercó más hacia mi, su aliento chocaba con el mío.
En ese instante fui capaz de apreciar sus bellos ojos, además de todas las lindas facciones que adornaban su rostro pequeño. Las ojeras de cansancio eran un símbolo de vida, aunque probablemente no dormir bien no era sano yo me alegraba ver aquellos círculos violetas.