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"¿Por qué alguna vez llegarías a besarme?, ni siquiera soy la mitad de bonito." Heather; Conan Gray.


Gerard

— ¿Y cómo piensas decirle a Taylor que realmente no somos novios? —le pregunté a Frank, él estaba en ropa interior cocinando algo para ambos mientras que yo lo miraba desde el comedor.

— No se lo diré —giró su rostro para mirarme, yo reí— Tal vez podríamos decir que tuvimos una discusión y decidimos terminar.

— Suena convincente —mi torso desnudo era demasiado pálido para mi gusto, quería ir a la playa para poder broncearme solo un poco.

— Lo sé, pero todo debe ser bien planeado... podemos decir que terminamos debido a lo poco que nos conocíamos —dijo triunfante.

— Me gusta la idea —sonreí, él giró para sacar un par de platos y servir el desayuno— ¿Necesitas ayuda?

— No, solo ponte cómodo —su sonrisa me iluminó por completo.

Hice lo que Frank me pidió, mi mirada estaba enfocada en él. Me gustaba admirar su cuerpo repleto de tatuajes de diferentes tamaños, formas y colores, era increíble.

— Espero que te guste —puso el plato frente a mí para después sentarse a mi lado.

— Gracias, Frankie —él rió ante aquel apodo, hacía años que no lo decía.

— Joder, aún recuerdo nuestro intento de relación cuando íbamos en último año —dijo mientras miraba nostálgico a la nada.

— Quién diría que unos años más tarde terminaríamos siendo novios falsos —él me dedicó una sonrisa sin muchas ganas, por mi parte solo hice una mueca ligera.


[...]


— Mira lo bien que me veo —observaba mi reflejo en el espejo ubicado en la habitación de Frank, llevaba puesto un suéter suyo, me quedaba enorme.

Te queda mejor a ti que a mí —me sonrió, esa sonrisa cálida que me hacía sentir como si todo estuviera bien.

— ¿Lo crees en verdad? —lo miré fijo, sus ojos tenían un brillo diferente.

— Vaya que sí —suspiró, en ese momento me di cuenta de lo mucho que Frank me gustaba.

— ¿Puedo hacer una pregunta? —mi labio inferior amenazaba con temblar por los nervios.

— Ya lo estás haciendo —me sentí avergonzado mientras él reía suavemente.

— Tonto —bufé— ¿Por qué decidiste dejar a Jamia?

— Pues, nuestra relación comenzaba a ser demasiado monótona —bajó la mirada— Y, tenía otros planes que quería hacer con alguien más.

— ¿Arruiné tus planes con la otra persona? Diablos, Frank, si lo hice en verdad lo lamento tanto —alzó su mentón con una sonrisa llena de diversión.

— No lo hiciste —con su mano derecha acarició mi rostro, con delicadeza y lentitud— Tú jamás arruinarías nada.

Su mano viajó hasta mi cuello, una vez ahí su miraba viajó a mis labios y comenzó a acercarse, yo me quedé esperando el contacto que llegó a los pocos segundos. Sus labios encajaban a la perfección con los míos, como nunca nadie había encajado conmigo; era como su estuviésemos hechos el uno para el otro.

El oxígeno se acabó cuando nuestros labios se separaron, pero no parecía ser necesario cuando estaba con aquel chico.

— No besas nada mal —dije, Frank se dejó caer sobre el suelo alfombrado.

bipolar || FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora