→ Capítulo 9.

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El bosque


Era una noche hermosa, llena de estrellas, estaba soñando, era el bosque, había tanta tranquilidad a excepción de mi respiración. Camine por un sendero de arbustos, del lado izquierdo estaba la autopista desolada. No había ni un alma, pero conforme avanzaba lentamente se hacía la presencia de otra persona cerca de mi.
Alarmada volte, nada, solo había montones de árboles, estaba rodeada por ellos.
Pasos se escuchaban tras de mi, volví a voltear, está vez había una silueta pequeña. Era él, lo mire desconcertada desde el tramo de árboles que nos separaba, me fui acercando lentamente, conforme avanzaba lograba definir a detalle. Traía unas prendas color beige y estaba lleno de sangre, rápidamente me acerque a el, no era un niño, tenía aproximadamente diecisiete, la sangre venía de su cuerpo, estaba sangrando de el torso. Rápidamente lo sostuve de la herida, el me miró desconcertado, no me importo yo trataba de detener el sangrado, asombrada ví que se cerraba sola, de una manera imposible para un humano. Ya era un vampiro. Aleje mi mano de la zona afectada cuando susurró:

- Soy un monstruo- dijo con la cabeza mirando al suelo- mi madre no estará a salvó de mi.

El recuerdo de su madre y la mujer que se suicidaba era casi el mismo, eran la misma persona.

- Soy un peligro para ella- dijo ahora mirándome- no quiero dejarla, no como mi padre.

Antes de que pudiera decirle lo contrario y que todo estaría bien, se esfumó.

Desperté desconcertada pero tranquila, no sabía porque tenía esos sueños, si es que lo eran.
Escuché a Holly dando pasos ligeros por la cocina.

Levanté mi cuerpo para irme a dar un baño.
Cuando salí de la bañera a cambiarme, tome lo primero que estaba a la mano. Unos pantalones color azul celeste, y una sudadera color aqua con mis converse negros.
Holly estaba sentada hablando cómodamente por teléfono, la voz de Nick era casi inaudible, parecía que discutía.
Tome la caja de cereales que estaba en la alacena a lado de mis pastillas. No las había tomado en días, desde el incidente de mis ojos, seguian verdes y las gafas perdidas.

- ¿Te encuentras bien?- pregunto Holly detrás de mi.

- Si, ¿y tu?- se le notaban unas ojeras color púrpura muy bien difuminadas debajo del maquillaje.

- Solo no pude dormir, ¿Sabías que haces ruidos de noche?- fruncí el ceño- Anoche, tú decías cosas muy extrañas, pedías que no te dejará.

- ¿Pero que?- dije para mí misma.

- Es lo que escuché, no quise despertarte, no es muy conveniente hacerlo- gruñí.
- Por cierto Nick me dijo que tenía algo que darte- fruncí el ceño nuevamente.

El sonido de la puerta saco de dudas a Holly de que podía Nick darme, podía percibir sus celos.

- ¿Listas?- asentí efusivamente.

Me mantuve callada todo el camino, tenía tantas dudas sin responder. Podía sentir que mi cabeza explotaría de tantos pensamientos.

- ¿Grace?- me llamó Nick desde el asiento delantero, asentí para que continuara- Charlie me dijo que te diera esto.

En su mano estaban mis gafas, Holly tenía pensamientos pervertidos que me hicieron soltar una risa.

- Gracias- ahora de buen humor me puse las gafas.

- Por cierto, hoy hay una fiesta en el bosque, le dije a Charlie que talvez no...- se vio interrumpido por Holly.

- Claro que iremos, es nuestra primera fiesta aquí en Forks deberíamos ir.

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