→ Capítulo 22.

97 56 0
                                    


Viendo al ¿Pasado?

A mí lado, Cameron estaba sentado admirando el mapa que habíamos hecho Nick y yo, los chicos también daban sus opiniones.

Nick estaba sentado entre Liam y Chase, se le veía incómodo. Pero no lo culpaba, si yo fuera un lobo y estuviera rodeada de vampiros estuviera muy incómoda. La única idea que apuntaba a dos lugares, en los que era probable que Holly estuviera ahi, eran en las Vegas, uno llamado Bellagio y MGM. Ambos tenían buenas marcas, y de gran impresión. Por lo que logramos deducir que podía estar en uno de esos dos.

— ¿Por qué quisiera ocultar a una chica en un casino?— pregunto Thomas.

— Pues mira... La atención se centra en las personas, y juegos dentro del lugar,— contestó Chase— por lo que si hay algo inusual no lo notaría nadie.

Thomas siguió sin entender—. Aún no entiendo nada.

Chase bufó con exasperación. Y soltó—: Hay demasiada gente que no te darías cuenta.

— ¿Pero...y los guardias?— la intriga y confusión de Thomas empezaba a exasperar aún más a Chase.

— Ellos también están involucrados, puede que sean cazadores a cargo de Mason,— Está vez fue Liam quien contestó—. Katherine..— dijo su nombre como si fuera a causar algo en Cameron al escucharlo. Pero solo se movió incómodo en su lugar.— ella puede ser muy persuasiva, así que en cualquier lugar dónde se encuentre Holly, ella estará presente.

— ¿Entonces que esperamos para ir?— pregunté entusiasmada.

— No controlas bien tus habilidades,— habló Jonathan que venía entrando con una carpeta de manila— la vez que llegaste te examiné, y veo que estás pasando por una fase de debilidad.

Ninguno de los chicos pareció entender, a excepción de Thomas. Me miraba fijamente, estuvo haciéndolo hasta que volvió a hablar Jonathan. Aunque daba una que otra mirada despistada dirigida a mi.

— No lo comprendo, pero a la vez si,— frunció el ceño— es como si un vampiro no hubiera ingerido sangre por años.

— Debe ser por la posesión.— dijo Thomas. Con la mirada clavada en mi, rodé los ojos.

— ¿La qué?— pregunto Cameron.

Empecé a mover mis manos con nerviosismo, sabía que estaba sudando. No planeaba decirles sobre las posesiones, era un tema que no quería tocar en ningún instante. Todos me observaban en busca de una respuesta.

— Tienen que conseguir un cuerpo, sino comienzan a parecerse más a un humano, pero de manera dolorosa.— Morgan. Debía suponerlo, lo más interesante era, ¿Cómo sabía? — ¿Cierto?

Asentí.

Carraspee, y sonreí nerviosa—. Si no lo hago muero lentamente.

Al parecer en el momento justo en el que lo había dicho, los ojos de Adam comenzaron a nublarse. Jonathan parecía sentir pena.  Por detrás de mi Cameron me tomo de los hombros.

— ¿Te importaría hacerte unos análisis?— sabía que a Jonathan no le parecía cómodo preguntar por eso.

Me condujo hasta un tercer piso, en él estaba su consultorio/oficina. Las puertas eran de un cristal en el que no se veía del otro lado. Tome asiento en una camilla que estaba por ahí, mientras que movía un par de cosas en su escritorio. En esta casa parecía que había de todo, demasiadas habitaciones, o simplemente no la conocía del todo. Temí que escucharán mi conversación con Jonathan.

InmortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora