Epílogo.

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Pues...si hubo epílogo :)

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En el transcurso de los días procuré pasar todo el tiempo posible con Holly, apenas la había recuperado y ya me estaba yendo, no quería que se sintiera mal por eso, así que la había compensado estando con ella desde que llego. Aunque bueno si aparecía Nick ella me dejaba en el olvido.

Jonathan, Rose y yo nos habíamos puesto de acuerdo en que ellos pagarían mi universidad, pero evitando mentir, un acuerdo no sería acuerdo si te obligarán ¿No? Por muchas veces en las que había insistido que no tenían que hacerlo, ellos eran más persuasivos y había terminando cediendo.

Habían dicho que era lo menos que podían hacer después de...bueno los acontecimientos dos meses atrás. La sorpresa era que la hermana de Jonathan iba a ser mi madre allá, como si fuera su hija real.

Aunque no dudaba que solo fuera eso, ellos tenían algo entre manos. Bueno o no, no estaría sola en Europa.

Mi corazón no dejaba de palpitar con impaciencia cada vez que veía el reloj, por primera vez en meses tenía que ir a la mansión. Tenia ese sentimiento incomodidad de solamente pisar la casa y salir en cuanto mas pronto fuera. 

Solo tenía que recoger unas cosas y partiría directo al aeropuerto, trataba de no pensar en nada, que mi mente quedará en blanco, pero me era imposible a tan solo estar a minutos de atravesar esa puerta, todo había pasado muy rápido, y eso me ayudaba.

Di vuelta en una esquina por la que daba a la llegada de la casa, más enfrente estaba la enorme mansión, mis preguntas aún eran las mismas ¿Cómo pagaban todo? Pero creo que era una de las muchas cosas que se quedarían en secreto.

Deje de lado mi mochila y procedí a abrir la puerta trasera, en los asientos de atrás de encontraba Bella, esa pequeña gata que primero era un demonio en persona que ahora era un apapachable bola de pelos. Ella al parecer estaba muy cómoda en su caja transportadora. Al tomar la manija de la caja sentí todo el peso de ella, pesaba mucho.

Con cuidado tome mi mochila para así tomar cosas de mi habitación, me encamine hacia la puerta y tiré de la perilla, la casa se encontraba como la había conocido la primera vez, reluciente, pero está vez no había ni un solo ruido. Al llegar a la sala abrí la rejilla de Bella y en cuanto lo hice salió disparada hacia afuera, por lo que me hizo reír levemente.

Mire con extrañeza esas paredes, había pasado tiempo sin estar ahí, y quizás lo había hecho a propósito.

Fui hasta la cocina, esperé que Rose se encontrará ahí pero no había nada, caminé por casi toda la planta baja y nada, me preguntaba si estaba en el invernadero.

Salí en busca de ella, al encontrarla sonreí internamente. Se veía tierna con ese delantal amarillo y una planta en la mano, con sumo silencio me acerque a ella en cuanto me vio dio un pequeño brinco.

— Disculpa, no era mi intención asustarte.

Se limpio las manos en el delantal hasta que quedaron limpias de tierra.

— Oh, no te preocupes, cariño. Solo es que no te esperaba hoy.

Elevé los hombros—. Tenía que pasar por unas cosas.

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