COMPLETADA
James Sirius Potter, el típico chico popular y engreído de la escuela que tiene a todas las chicas a sus pies y que tiene una vida perfecta.
Arianna Blair Marsh, la típica chica inteligente e impulsiva que siempre llama la atención aunqu...
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Narra Arianna:
Hoy era domingo, el día en el que descubriríamos más sobre la vida de Karen. Pero bueno, eso lo haremos a las 17:00 de la tarde, así que hoy voy a pasar toda la mañana con Theo, ya que hace mucho que no quedábamos.
Al ser domingo no teníamos que llevar uniforme, así que me puse un jersey gris azulado de lana con unos vaqueros negros de tiro alto. Además de eso puse unas botas marrones, un puff bufanda (un tipo de bufanda, si no sabéis lo que es buscadlo en google) de color azul claro y un abrigo.
Diréis que soy exagerada, pero es que estamos en mitad de diciembre y aún no me acostumbro a la temperatura de Inglaterra. También me peiné mi cabello azabache y lo dejé suelto. Antes de irme a desayunar agarré mi paquete de chicles de menta para después de desayunar, ya que los amaba con todo mi ser.
Fui a desayunar, y en vez de irme a la mesa de Gryffindor donde normalmente iba me fui a la de Slytherin para ir con mi mejor amigo.
La mayoría de los Slytherin me miraron con mucho desagrado, aunque no me importó. Theo se sorprendió de que estuviera allí y empezamos a hablar de cualquier cosa. También estaban el Bus y el Escorpión (Albus y Scorpius), así que hablamos también con ellos. Al terminar de desayunar nos despedimos de ellos y nos fuimos hacia el lago Negro. Me comí uno de mis chicles y le di uno a Theo, quien lo aceptó.
Nos sentamos en la sombra de un árbol y empezamos a hablar. Era muy agradable hablar con él, ya que nos entendíamos de maravilla. La verdad es que ese día nos conocimos mejor que antes.
Estuvimos horas y horas hablando, desde color favorito de cada uno hasta como robaríamos un banco sin ser descubiertos.
Al final estábamos los dos tumbados en la hierba. Él me tocaba mi cabello y me daba caricias mientras yo me reía de mis chistes malos. Pero sentí muchas mariposas en el estómago cada vez que tocaba mi fría piel. De repente él paró de tocarme mi cabello y se sentó en la hierba, a lo que le seguí. Y nos miramos a los ojos. Sus ojos azules grisáceos tan bonitos. Al final él agarró mi mano, haciendo que una corriente eléctrica erizara todos los vellos de mi cuerpo y me dijo:
— Ari, ¿vas a ir con alguien al baile de Navidad del club de las eminencias de Slughord?
— No... ¿por?
— Porque te quería preguntar si querías ir conmigo.
— Pues claro que quiero ir contigo, Theo— y cuando terminé de hablar le di un beso en la comisura de sus labios y le dije— venga serpiente, vamos al GC, que ya tengo hambre.
Narra Theo:
Dios, me ha dicho que sí. No me lo esperaba la verdad. Lo que la verdad ella no sabía es que en realidad todo el tiempo en el cual le acariciaba la observaba detenidamente.