COMPLETADA
James Sirius Potter, el típico chico popular y engreído de la escuela que tiene a todas las chicas a sus pies y que tiene una vida perfecta.
Arianna Blair Marsh, la típica chica inteligente e impulsiva que siempre llama la atención aunqu...
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Narra James:
En cuanto empecé a despertarme supe exactamente donde estaba: en el hospital. Sin siquiera abrir los ojos sabía diferenciarlo de cualquier otro lugar en el mundo. El olor a medicina siempre inundaba las salas, y por alguna razón siempre te despertaban gente que estaba en la camilla de al lado.
Y esta vez no era excepción y cuando al fin abrí los ojos me encontré entre las sábanas típicas de hospital y los típicos cables donde te medían el pulso y más cosas que no tenía ni idea de que medían. Nunca fue de mi interés la medicina.
— ¡James! ¡Cariño! ¡Ya se ha despertado!— exclamaba mi madre mientras la mayoría de familiares y amigos venían hacia mí. Miles de abrazos y besos llegaron a mí, y los acepté sin mucha alegría. No me acordaba de cómo llegué ahí, solo recordaba una luz verde impactando mi pecho y la figura de Arianna en un lugar negro.
— ¿Estás bien hijo?— me preguntó mi padre con preocupación en el rostro.
— Sí papá, me siento perfectamente— le contesté intentando realizar una sonrisa, pero solo me salió una mueca.
Estaba agobiado de que hubiera tanta gente a mi alrededor. Lo veréis algo extraño, ya que siempre me ha gustado ser el centro de atención, pero es que no era el momento. Me sentía extraño, cómo si se me hubiera olvidado algo.
— Rayos, yo quería tenerte más tiempo fuera de casa— murmuró mi hermana Lilu y pero al ver la cara amenazante de mi madre añadió— quiero decir... ¡te extrañamos muchísimo! ¡Qué alegría que vuelvas!
— ¡Hola Cornamenta!— me saludó mi mejor amigo Fred con una sonrisa— ¿qué tal tu viaje a Italia?
— Eh— empecé a balbucear mientras miraba a mis padres nervioso— bien — contesté mientras hacía una sonrisa nerviosa.
— Chicos, será mejor que le dejéis descansar— me salvó mi madre a lo que todos asintieron y se fueron. Ya todos fuera mi madre cuidadosamente cerró la puerta y después de que mi padre mirara hacia los laterales como si pretendiera que no hubiera nadie se me acercaron.
— Mamá, Papá, ¿qué pasa?— pregunté sin rodeos viendo como los dos hacían miradas nerviosas entre ellos y al fin mi madre se dignó a contestarme.
— Cariño, Eleanor te trajo al hospital hace unas horas. Nos contó todo lo que sucedió. Que luchaste contra Lord Voldemort y moriste en el intento...
— Lo siento hijo, seguramente ese sin nariz seguía teniéndome manía y la soltó contra ti— interrumpió mi padre mientras me guiñaba el ojo y una pequeña risa salió de mi boca.
— Espera, ¿cómo que morí? ¿Soy un fantasma cómo los del pac-man?— pregunté al razonar lo que me acababa de decir mi madre.
— ¿Debería contestarte?— me preguntó mi madre y después de un giro de cabeza siguió hablando— adonde íbamos, moriste y resucitaste..
