Maratón 4/?
Narra Arianna:— Hola mocosa, ¿has amanecido con buen pie?
Eso fue lo que escuché al despertarme en una silla típica de un dentista atada con cuerdas y unas cosas de metal que no me permitían moverme. Intenté soltarme, aunque sabía que sería imposible. Después le miré a sus ojos con asco y odio.
— ¿Por qué tan amable?— pregunté borde.
— Hoy es el gran día, volverá nuestro Señor Tenebroso— me respondió con felicidad.
— Te he dicho que no pienso resucitarlo, así que búscate a otro idiota.
— Y tanto que si— dijo con decisión mientras miraba sus uñas— o no querrás que mate a alguno de tus amigos...
— Espera, ¿qué? ¡Los mortífagos dijeron que no los ibas a dañar!— pregunté asustada.
— Que cómo no sigas mis órdenes mataré a tus amigos— me respondió como si nada— y me da igual lo que prometieron, así que no me arruines el día y hazlo sin rechistar.
Por nada del mundo quería resucitar Al-Que-No-Debe-Ser-Nombrado, pero prefería hacerlo a causar la muerte de mis amigos.
— Muy bien, muy bien— exclamó mientras hacía unas pequeñas palmas— ahora te voy a inyectar esto, que hará que puedas resucitarle. Debes de sobrevivir, sinos mataremos a tus amigos igualmente...
—¡¿Cómo?!
Pero no pude decir nada más ya que ya me habían inyectado esa sustancia. Al instante que sentí un dolor de cabeza inimaginable. Dolía tanto que pensaba que moriría del dolor. Dolía tanto que no podía ni pensar con claridad. Sentía como temblaba del dolor. Intenté cogerme la cabeza con las manos, pero recordé que las tenía atadas. Grité con todas mis fuerzas. Lágrimas salían de mis ojos, y se me empezaba a nublar la vista. Cada vez veía menos hasta que al final todo era negro.
Pero cada vez veía alguien más cerca. Al fin estuvo tan cerca que le pude identificar, y en el acto se me pusieron los pelos de punta. Era ni más ni menos que Lord Voldemort, el mago tenebroso más temido de todos los tiempos.
Y también él más feo, ya que en vez de parecer una persona parecía un alien deforme. Tenía la piel blanca, tanto que me sentí morena a su lado. Sus ojos eran rojos y malévolos, tanto que me aterrorizaba verlo a los ojos. No tenía ni un simple pelo en la cabeza, y tampoco tenía nariz. Sus labios eran finos, y estaban algo secos. Llevaba una túnica negra, algo extraña. He iba descalzo, algo extraño.
— Y tanto que es un alíen, a mí que no me engañen— opinó mi subconsciente.
De repente sus pies empezaron a desaparecer poco a poco. Y así con cada parte de su cuerpo. Pero no me podía centrar mucho en él, ya que el dolor de cabeza era demasiado fuerte para poder realizar alguna acción. Lo último que vi fue la sonrisa malévola del Señor Tenebroso antes de volver a ver todo negro y caer al suelo.
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~𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜~
FanfictionCOMPLETADA James Sirius Potter, el típico chico popular y engreído de la escuela que tiene a todas las chicas a sus pies y que tiene una vida perfecta. Arianna Blair Marsh, la típica chica inteligente e impulsiva que siempre llama la atención aunqu...